Adicta al sexo romance Capítulo 12

Kharolan acepto y se sentó en la cama cruzando las piernas

—Sé lo mal que me he comportado en estos días aún no he acabado de digerir todo, no debe ser un pretexto pero es difícil enterarme siempre de manera sorpresiva de todo, el bebé, lo que te hicieron Leah y esas personas que consideraba mis amigos, tengo sentimientos encontrados, me siento frustrado por no saber cómo te pudiste sentir y como te sientes en este momento por todo lo que has tenido que vivir en tan poco tiempo, me gustaría ayudarte pero no sé cómo, me siento torpe, siento que todo me sale mal, no sé cómo expresarme sin hacer o decir una tontería, no quiero lastimarte ni perjudicarte solo estar bien con-tigo.— paso sus manos por el cabello se veía desesperado.

—Yo tenía muchos planes, quería hacer muchas cosas—continuo —me estoy enamorando de ti cada día más, te quiero Kharolan eso no debes de dudarlo ni un segundo, pero todo esto es muy difícil cumplí los 16, sentía el peso del mundo encima de mí, pero cuando — su voz se comenzaba a entrecortar y bajo la mirada y cayeron dos gotas en la sabana —oí el latido del bebe, cuando lo vi en la pantalla, sentí que no había problemas, que solo existíamos nosotros tres y quiero que eso pase. — la tomo de las manos —Dame una segunda oportunidad por favor.

Ella lo miro, se acercó y le dio un beso se separó y le sonrió.

— Si, nos daremos esta oportunidad, creo que nos la merecemos pero tenemos que comenzar desde cero Patrick, bueno eso seria un poco imposible con un bebé en camino— bromeo haciendo que el también se relajara un poco—Yo te quiero y siempre me has gustado no entendía como no podías notarlo, pero cuando comenzaste con Leah quite ese sueño de poder estar juntos, el saber que te engañaba y no poder decirte nada me frustraba , después el momento que vivimos en la cabaña, las dos veces—ella sonrió al recordarlo contagiandolo —todo cambio a partir de ese momento, vaya que mi vida cambio a partir de ese momento no tengo amigos y menos los tendré, seré señalada, mis padres para ellos estoy muerta, tu estuviste presente en cómo me miraron, solo me queda este bebé por que salir adelante y ahora tú, quiero estar en paz Patrick es lo que te pido paz.—hablo decidida. Quería confiar en él y por hoy le daría el beneficio de la duda.

Él la miro aun con los ojos con lágrimas, bajo su mirada a sus labios y lentamente se acercó a ellos para besarlos, al contacto de ambos un suspiro abandono sus cuerpos, era un beso lento pero que disfrutaban al máximo, solo la falta de aliento los hizo separarse un momento Patrick subió el ritmo del beso, su mano ascendió hasta estar a la altura del pecho de la castaña en donde comenzó a rozar sus dedos sintiendo como su cuerpo ya estaba reaccionando, subió su blusa y se adentró dentro de su sujetador para sentir la piel de sus pezones, que entre los besos los rozaba, todo este juego previo estaba volviéndola loca, necesitaba más.

Por su parte Patrick no podía disimular lo que todo esto provocaba en él, Kharolan desabrocho el pantalón del rubio para bajar su bóxer y liberar su erección, no podía mas con todo este previo él quería sentirla aún más cerca así que empezó a desnudarla y recostarla lentamente en la cama para que el pudiera quitar su ropa y estar piel con piel, se deleitaba con cada parte de su cuerpo, no podía creer lo perfecta que era Kharolan y se sentia afortunado de tenerla en su vida.

—te necesito dentro de mi— suplico ella

Se adentro con mucho cuidado dentro de ella, la tomo de la mano mientras sus ojos se miraban, acercaron sus lavios y se entregaron, sellando así una nueva oportunidad para ambos.

28 de enero del 2001

Patrick despertó antes de Kharolan la cual estaba boca bajo su cabello estaba revuelto envuelta entre las sábanas tapando solo unas partes de su cuerpo desnudo la miro y sonrío. Sus días tras la reconciliación habían cambiado completamente, dormían y pasaban todo el tiempo que pudieran juntos. El rubio estaba seguro que quería a Kharolan y quería estar con ella hasta que la vida así lo quisiera, mientras el pondría todo de su parte para que su vida estuviera en paz y disfrutara de su embarazo.

Bajo para encontrarse con su madre leyendo que al notar los pasos de su hijo lo bajo.

—Buenos Días —su madre se paró de su silla para ir hasta la estufa. —¿Qué querrás desayunar hijo? —Pregunto a pesar de tener quien hiciera todo en su casa, Marianne siempre se daba el tiempo para atender a cada uno de sus hijos al igual que hacer varios quehaceres del hogar.

—No te preocupes ma, esperaba hacerlo por mi cuenta —Su madre asistió. —Al igual que quiero llevarle el desayuno a Kharolan— dijo demasiado rápido, mientras sus mejillas se tornaban rojas de vergüenza. Su madre soltó una risa.

—¿Qué significa Kharolan para ti, cariño? —Cuestiono su madre acercándose hasta su hijo, quien solo se quedó sin palabras al cuestionamiento. Su madre nunca era de meterse en sus pocas relaciones o en ninguna de sus hermanos, siempre daba su espacio a cada relación.

—No sé — salió de su boca. —Ella era la que veía todo el tiempo en la escuela hasta que Leah—pauso no le gustaba mencionar ni siquiera su nombre. —Por alguna extraña razón fui débil, pero cuando vi que existía para Kharolan fue diferente, no tengo que actuar, la quiero proteger y hacerla feliz, y ahora que voy a ser papá no se es muy difícil de explicar. —su madre lo observaba orgullosa de nuevo. — Con una simple sonrisa, un beso algo de parte de ella, me hace feliz, es sencilla y simplemente hermosa mamá, no quiero equivocarme con ella, no quiero ser tonto, no la quiero lastimar, soy inmaduro y por eso no quiero cometer algo que nos pueda dañar-—suspiro el rubio.

—La amas hijo— el miro a su madre confundido y ella asistió confirmando lo que había dicho. —Y yo sé que ella hace lo mismo por ti, y créanme que habrá mil razones, y miles de personas que querrán tenerlos separados, pero si ustedes encuentran una sola, con una sola razón para estar juntos, sin importar nada más, van a ser muy felices. —Patrick abrazo a su madre.

—Muchas gracias ma— su madre con lágrimas en los ojos le regreso el abrazo —Enserio no sé cómo pueden ser tan buenos conmigo, bueno con nosotros. Jamás me cansare de agradecerles y ojala pueda encontrar la manera de pagarles todo lo que están haciendo por mi.

— Mi pago es verte feliz, realizado y pleno hijo.

3 de febrero del 2001

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