Adicta al sexo romance Capítulo 3

Eric se acostó y la pelinegra se montó a él y se metió lentamente a su miembro alzo un poco el trasero para Charlie la penetrara por detrás, mientras se comenzaba a mover, abrió su boca recibiendo el miembro que Ian metió en su boca y así comenzaron en a embestirla sin piedad, a ella le encantaba, le jalaban el cabello, le metían nalgadas provocando la excitación de ella.

Mientras tanto Kharolan los miraba disimuladamente, como Leah era de esa forma, como podía engañar a Patrick, pensando si ella estuviera con él nunca lo engañaría, siendo su cuerpo y alma solo para él.

Pasaron unos minutos para Leah quedara satisfecha comenzó a vestirse al igual que Ian, Charly y Eric ellos fueron los primeros en salir, mientras tanto Kharolan trataba de no mirarlos, no se sentía nada cómoda estando ahí y quería salir lo antes posible.

Leah se miró al espejo y sonrió satisfecha, ambas salieron del baño y al dar la vuelta se encontró con Patrick con las bolsas de las amigas.

—Te he estado buscando— hablo aliviado mientras Leah suspiraba y Kharolan se sentía nerviosa.

—Kharolan me pidió que la acompañara al baño, se encontró un amigo y pues le devolví el favor de la mañana—mintió descaradamente. Patrick sabía que las palabras de su novia eran mentira. Sabía que Kharolan no era de ese tipo de chicas y tampoco quería pensar de esa manera.

—¿Es cierto? — cuestiono mirando a ella lo miraba sorprendida, la cual balbuceo sin decir absolutamente nada y bajo la mirada, se sintió decepcionado.

—No la pongas nerviosa Patrick y vamos a clases— concluyo.

Patrick estiro la bolsa para Kharolan que aun con la mirada en el piso la tomo y la coloco alrededor de su hombro. Sin nada más que decir los tres caminaron para sus respectivas clases.

19 de octubre del 2000

Había pasado cuatro días con más encuentros sexuales de su amiga, Kharolan observaba más de lo que antes lo hacía. ¿Que tenía el sexo, que tanto los llenaba de placer? esa pregunta no la dejaba dormir.

Era viernes, ella se despertó antes de que su alarma sonara hoy era el cumpleaños número 16 de Leah y como en los últimos 2 años harían una fiesta, este año ocurriría en una cabaña en medio del bosque. La castaña como siempre accedió. El sábado haría una fiesta en donde invitarían a muchas personas.

Como ya se estaba haciendo costumbre la castaña paso por la pelinegro, la cual salió con-tenta de su casa.

— ¡IT´S MY BIRTHDAY! — grito entrando al auto. Kharolan se estiro para agarrar un paquete envuelto con un moño rojo.

— Feliz cumpleaños de nuevo— sonrió felicitándola de nuevo, porque exactamente a las 12:00 a.m. le envió un mensaje deseándole lo mejor. Extendió el paquete hacia ella y Leah lo tomo y lo coloco de nuevo en el asiento de atrás restándole importancia.

— Espero y no sea nada aburrido— hablo la pelinegro, Kharolan mordió su labio para no decir nada y sonrió de nuevo. Puso el auto en marcha y estaba vez llegaron a la escuela a la primera hora.

Pasaron las horas, hasta que fue el momento de salir, la castaña le mandó un mensaje a su madre diciéndole que ya había salido de clases y ahora irían a la cabaña, su madre respondió con un CON CUIDADO y que se divirtiera.

Después de conducir alrededor de una hora llegaron a la casa de la pelinegro, era de dos pisos, de madera y no había casas alrededor era hermosa claro que al ser los más ricos del pueblo la casa era perfecta. Entraron a la casa, y cada una se instaló en una habitación, después de eso charlaron por horas, hasta que el sonido de la puerta siendo tocada las ca-llo.

—Vez tu mientras yo iré al baño— ordeno Leah.

Kharolan camino hacia la puerta la abrió, y su estómago se revolvió al ver que era Patrick con unas flores y un regalo.

—¿Puedo pasar? —pregunto el con una sonrisa, Kharolan se sonrojo y lo hizo pasar en su mente imagino que era a ella a la que quería ver, pero la decepción llego a ella cuando sabía que no era así y jamás seria de esa manera.

Leah apareció detrás de ellos ya estaba desnuda y rápido se acercó a Patrick y comenzó a besar con desesperación. Patrick sutilmente se separó de ella.

—Abre tu regalo hermoso— le tendió la pequeña caja aterciopelada en las manos.

—Mejor abre las piernas—ella toco sus pechos Leah, descaradamente y Kharolan dio la vuelta para no presenciar a su amiga teniendo intimidad de nuevo.

El rubio bufo, él tenía mucho aprecio a Leah a pesar de sexo y él se estaba cansando de todo eso, quería una relación normal, ir al cine, invitarla a comer sí que todo terminara en sexo, sabia parte de su pasado, por eso tenía una esperanza en ella.

—No me pongas esa cara que enseguida le puedo hablar a otro y hacer lo que tú no me quieres hacer ahora —gritó dramáticamente agitando las manos en su cara. Leah no creía en el amor desde Lucas.

—No cariño disculpa—le dio un beso y se sentó con su novia en sus piernas y abrazándola.

Kharolan los observaba y prefirió ir a la cocina, sabía que Patrick era mucho para su amiga, pero prefería callar como siempre como toda su vida lo había hecho. Leah continuaba molesta y se paró de las piernas de el rubio y se colocó una bata de baño, el al notarlo la tomo y la atrajo a él y le empezó a saborear los labios dulcemente, él era así dulce y se cansaba de tanto sexo el intentaba empezar a quererla no solo por lo que le dijera su papá.

—¿Qué te pasa? — lo empujo. —tú sabes que el romanticismo no me va, así que estoy enojada y me bañare para que se me baje las ganas de tener sexo— subió las escaleras y dio un portazo que sonó hasta la cocina donde Kharolan salió para ver qué pasaba.

El rubio paso las manos por su pelo, con desesperación él le tenía mucho cariño a Leah para bien o para mal se sentó y Kharolan se acercó y se sentó a su lado, estando en silencio hasta que ella dispuesta a romper el silencio habló.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Adicta al sexo