Adicta al sexo romance Capítulo 31

4 DE ENERO DEL 2004

Después de varias horas llegaron al pueblo, realmente si había cambiado en este tiempo que se fue, al igual que ella que ya no era la misma niña que se fue huyendo, sin autoestima, sin autoridad, era una Kharolan totalmente cambiada.

A pesar de la insistencia de Patrick por pasar a dejar las cosas a su casa, la castaña desistió quería llegar directamente en donde estarían ya velando el cuerpo de su padre, su antigua casa.

Al llegar los tres bajaron el automovil y Rachel fue en busca de Patrick, no se podían apartar el uno del otro desde que se rencontraron, la pequeña le extendió los brazos a su padre y el no tardo en hacerlo, se acerco a Kharolan que estaba inmóvil desde que se salio del auto solo mirando la casa, Patrick la tomo de la mano, sacándola del trance, realmente agradecía ese gesto ya que ahora más que nunca necesitaba todas las fuerzas y apoyo posible, se sentía débil e indefensa ante esta situación .

—¿Estas lista?

—Realmente no, pero tengo que estarlo.

Caminaron sin soltar sus manos en cuanto cruzaron la puerta la mirada se situaron en los tres, no tardaron los murmullos ya que al ser un pueblo pequeño la situación de Kharolan eran un tema del cual hablaron por mucho tiempo, verdades a medias y muchas mentiras.

—No puede ser estas aquí— La voz de Sunny se escucho como un anhelo quien corrió junto a su hermana, al llegar un abrazo que a ambas les lleno el alma. —Oh, Dios ella es Rachel— la pequeña veía la escena sin entender nada, Sunny la tomo y comenzó a darle besos. —Eres una princesa, yo soy tu tia Sunny pero puedes llamarme Nini.

—Tia nini

Un estruendo hizo que todos se giraran y ahí se encontraba Rebecca, mirando a sus hijas y su nieta, Kharolan observaba a su madre quien lucia triste y demacrada, camino hacia ella quitando la distancia que las separaba y se agacho para recoger lo mas posible lo antes roto, se incorporo y miro a los ojos a su madre.

—Lo siento tanto mamá-—su voz sonó desecha.

—No hija perdóname tu a mi—sollozo abrazando a su hija —perdóname por no haber detenido a tu padre, por dejarte sola en todo esto— La voz de Rebecca apenas era entendible.

—No hay nada que decir mamá— hablo la castaña entrecortada.

—Claro que si hija—tomo aire para tranquilizarse— tu padre se arrepintió, hasta el ultimo aliento se arrepintió de todo lo que hizo contigo, su orgullo no lo permitió buscarte, pero te amaba y hubiera querido conocer a tu bebe— Patrick se acercó a ella con Rachel en Brazos, ya que Sunny habia ido por su hermano al cuarto de arriba y queria que viera a su hermana y su sobrina,

Mientras tanto a niña los veía con sus grandes ojos verdes, la mirada de toda la gente presente estaba en ellos, pero eso a ellos no les importaba. Rebecca observo a un nieta por primer vez.

—Es hermosa como tú—. La castaña sonrió y le limpio las lágrimas a su madre.

—creo que ya hemos llamado mucho la atención, quiero despedirme de mi papa—se apartó de ellos e ignorando las miradas, camino hasta donde el ataúd donde se encontraba el cuerpo de su padre.

Cada paso que daba dolia, era un dolor indescriptible, unas nauseas se instalaron en su garganta, hasta que lo vio y sin remedio las lagrimas comenzaron a caer, se recostó en el cristal que los separaba. El silencio hacia que su llanto se escuchara aún más.

Patrick, le pidió a Sunny que cargara a Rachel la cual no entendía nada de lo que pasaba, el rubio se acercó a ella y la abrazo por atrás, así estuvieron unos minutos más. Hasta que Kharolan se despegó del vidrio.

—Perdóname papá, por no ser lo que tu querías, por defraudarte, por irme, por absolutamente todo— susurro — pero gracias también por enseñarme a madurar, aunque no fue la manera de hacerlo. Sé que tus palabras no fueron las correctas, pero te perdono por hacerme el daño que me hiciste—se limpió las lágrimas. Y se dio la vuelta.

Después pasar toda la tarde, platicar con sus hermanos y madre y conocer a su nuevo sobrino el cual estaba a punto de cumplir dos años, llego la noche y Kharolan quería que Rachel descansara, ya que había sido un día muy agotador para todos.

—Creo que es momento de irnos.— el rubio asistió. —Puedes llevarnos a un hotel por favor.

Después de despedirse de su mamá y hermanos Kharolan, Patrick y Rachel salieron de la funeraria, subieron al automóvil y el rubio comenzó a conducir.

—¿Podemos pasar antes a un lugar?— ella asistió, estaba muy cansada, pero Patrick había sido de muchísimo apoyo así que acepto por el.

Conforme conducía Kharolan sabía cual iba a ser su destino, unos minutos más bastaron para que llegaran y él se estacionó, la castaña observo la casa en donde hace años fue feliz por un tiempo, suspiro ante aquel recuerdo, salió del auto y comenzaron a caminar hacia la casa de este, Kharolan seguía muy de cerca a Patrick quien traía en sus brazos a Rachel.

Tocaron la puerta y el rubio tomo la mano de Kharolan que lo miro sorprendida, sintiendo una electricidad correr por todo su cuerpo , unos segundos mas bastaron para que la puerta se abriera, Marianne se sorprendió, una sonrisa se instalo en su rostro . Se acerco a la castaña y la abrazo.

—Kharolan que alegria verte de nuevo

—Lo mismo digo Marianne.— La mamá de Patrick observo a la pequeña rubia dormida que se encontraba en los brazos de su hijo.

—¿Ella es mi nieta?— preguntó con lágrimas de emoción.

—Sí Marianne, ella es Rachel— ella la miro con una sonrisa y acaricio su pelo rubio.

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