Adicta al sexo romance Capítulo 44

13 DE JULIO DEL 2007

Me estaba vistiendo para poder llegar antes a la fiesta de mi hija y así ayudar en todo lo que pudiera, tenía mis maletas listas ya que estaba lista para regresar con mi familia.

Me trenzaba el cabello, tratando de notar la peluca no se viera falsa, no me sentía avergonzada de usarla, más bien me sentía fuerte al haber vencido al cáncer,el sonido del timbre me interrumpió, termine la trenza y la sujete y fui descalza a la puerta.

Al abrirla Sam estaba ahí, el paso y me di un breve abrazo.

—Hola Sam— removí su cabello y estamos al departamento.

—kharolan — sus ojos se veían tristes y me partió el corazón. —Solo vine porque quería decirte que lo puedo ir a la fiesta —su voz sonaba triste, miro hacia las maletas y volvió los ojos hacia mi . —¿no te volveré a ver?—preguntó entrecortado.

—Claro que nos volveremos a ver Sam, solo he decidió regresar con mi familia—le sonreí tratando de que el imitara lo gesto pero no, por mi mente pasó una idea la cual era totalmente loca pero sin pensarlo lo dije, Sam me miró con los ojos iluminados y asistió emocionado.

—Gracias Kharolan, te juro que no tendrás ninguna queja de mí, seré como un.... —su voz se pauso

—Un hijo Sam, serás mi hijo— lo envolvi en un abrazo, sabía que había tomado una buena decisión, solo era cuestión de hablarlo con Patrick y sabía que él aceptaría.

Estábamos en el centro comercial, debía comprarle ropa a Sam, no me avergonzaba de él, pero lo quería que él se sintiera incomodo, el veía todo muy ilusionado y le compre ropa para sus pudiera estas bien unos días. Le cortaron el cabello, se cambió un baño Público y realmente Sam era un niño hermoso de 9 años, que pronto cumpliría 10 nos encaminamos con las bolsas a tomar un taxi, moría de ganas de volver estar con toda mi familia.

Llegamos al frente de mi hogar aún faltaba una hora para que comenzada la fiesta toque y me removí un poco, estaba nerviosa de volver, Sam me tomo de la mano y yo le regale una sonrisa. Cuando la puerta se abrió, estaba un Patrick con una camisa a medio abotonar. El me miró y sonrió as acercó a mí y me dio un beso.

—Hola Sam— ellos chocaron la mano. —Pasen—entramos a la casa y no veía a Rachel por ninguna parte.

—¿Donde está Rachel?— cuestione intrigada

—Está arriba, vez con ella—me sentía nerviosa ya que llevaba mucho tiempo sin ver a mi hija —Ven Sam necesito tus ayuda—él asistió y se fue con Patrick

Subía los escalones y me detuve en mi antigua habitación entre y todo están como antes, solo que esta vez había una foto mía en la mesita de Patrick, sonreí al verla. Me salí y camine a la habitación de mi hija, toque y le conté con Rachel sentada en su cama. Ella me miró inmediatamente su cara se volvió indescifrable, me acerqué lentamente a ella y los ojos se llenaban de lágrimas mi hija tenía su cabello más largo, sus facciones habían cambiado en ese tiempo. Cuando la tenía de frente sentía miedo de su rechazo, el cual obtuve, ya que se paró y se dirigió al otro extremo de la habitación, suspire y trate de pagar el enorme nudo que se instaló en mi garganta.

—Hola— caminaba hacia ella mientras Rachel me miraba con el ceño fruncido. —Te he extrañado tanto.

—¿Y porque no me visitabas?, yo necesito a mi mami — hizo un puchero.

—No hay excusas para eso, solo quiero estar contigo de nuevo— me acerque a ella. —Te amo Rachel y no quiero cometer más errores— la abrace pero ella no respondió, haciendo que los lagrimas brotaran, mi hija se había convertido en una niña dura.

—Tu mataste a mi hermanito— gruñó—Y luego te fuiste— su voz no sonaba como una niña de seis años. —Yo ya no te quiero— me aparté de ella lentamente y la mire a los ojos.

—Rachel, no tienes por qué ser tan dura conmigo, cuando seas grande entenderás todo lo que he pasado, hija yo te amo y quiero estar de nuevo con ustedes—mis lágrimas caían sin remedio.

—Soy grande mamá—su voz sonaba arrogante, que le había pasado a mi dulce Rachel.

—Entiendo hija, te daré tu tiempo, solo ten presente lo mucho que te amo—me salí de la habitación y me fui a la mia.

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