Adicta al sexo romance Capítulo 6

—Ven cariño, siéntate te enseñare algo — se sentó la pelinegro y palmeo a su lado.

Saco su cámara de una de las bolsas de la bata y comenzó a reproducir el vídeo, veía como era embestida una y otra vez, mientras ella pedía más.

—Peeeeer.... — sus ojos llenaron rápidamente de lágrimas Leah le puso un dedo en la boca.

—Mira esta es mi parte favorita— sonrío, viendo como los tres se descargaban en ella. —Se todo lo de Patrick contigo, sé también que se acostaron en esta misma cama, y veo las miraditas, no soy estúpida, así que tienes dos opciones lo dejas le dices que no quieres nada con él o no lo hagas y este vídeo se volverá muy viral en la escuela—sonrío. Kharolan comenzó a llorar, no recordaba nada y ahí estaba Leah enseñándole algo que nunca pensó hacer.

—Perdóname, no me hagas esto — en su voz de podia notar la desesperación.

—¿Y tú que hiciste con Patrick? me lo quitaste así que asume las consecuencias y vete desnudando que los chicos quieren más de ti.

—Pero... — pero nuevamente Leah puso su dedo sobre sus labios.

—No cariño la que manda aquí soy yo — le sentencio. Ella asintió se sentía humillada, pero tenía que hacerlo ya que no quería que Patrick se enterara ni que sus padres se avergonzaran de ella.

Entre lágrimas comenzó a desvestirse mientras Ian, Eric y Charly entraban a la habitación. Ellos sonrieron al verla, Kharolan era una excelente diversión, Ian sabia en sus manos había otra niña buena. —Solo acuéstate en la cama y disfruta — ordeno Leah antes de salir de la habitación.

Ella obedeció y los tres llegaron hasta ella ya desnudos, la besaron mientras Kharolan gimoteaba sus lágrimas nublaban, ante aquel gesto ellos solo rieron, tomaban sus senos, metían sus dedos en su hendidura, para minutos después comenzaran a penetrarla, Ian y Charly, ocupando Eric su boca, jalaban su cabello, le metían nalgadas y la estrujaban a su antojo, a ella solo le quedaba llorar.

Los tres abandonaron la habitación y Kharolan se fue al baño rápidamente abrió la llave y sintió la lluvia artificial descender por su cuerpo, quería limpiarse tomo el jabón y se tallo para borrar el sudor y fluidos su frustración crecía, se sentía sucia, dejo su piel completamente roja, mientras las lágrimas se mezclaban con el agua, tapo su boca para que su llanto no se escuchara, no quería darle más motivos a Leah para que se burlara de ella. Lloro hasta que simplemente las lágrimas no salían solo era temblaba. Cerro la llave y salió de la regadera se miró al espejo en donde se vio llena de moretones, su piel estaba rojiza, sintió un nudo en la garganta así que se dio la vuelta hacia la habitación para ponerse su ropa.

Pasaron las horas en donde se escuchaban gemidos de Leah causando un escalofrío. Paso un rato más cuando la puerta se abrió encontrándose Leah vestida solo con diminuta ropa interior, en cuanto a vio a Kharolan sonrió felizmente, al verla hinchada de los ojos junto a un rojizo al tono de su nariz había logrado su cometido.

—Recoge tus cosas que nos vamos —la ordeno, Kharolan se paró de la cama para obedecer, tomo su mochila, mientras Leah salía de la habitación. Al salir se encontró con los tres amigos que la miraron de arriba abajo y se rieron en su cara, la castaña solo se limitó a bajar la mirada y seguir a Leah.

—Leah—ella se giró y Kharolan la miro fijamente. —¿todo acaba aquí? — Pregunto con la esperanza de que su pesadilla acabara en este momento, pero al ver la sonrisa de Leah to-da posibilidad se anuló.

—Tú te mereces más, esto no es solo Patrick también es por Marco y para que tu sientas el dolor que yo he pasado multiplicado, tú te has encargado de quitarme todo lo que quiero, deja de intentar ser como yo nunca, entiende Kharolan nunca podrás ni llegarme a los talones —alego molesta.

— Tú sabes que entre Marco y yo nunca paso nada solo fuimos buenos amigos, como lo soy contigo, pero tu mente no entiendo Leah realmente que pasa por ella, el solo te quería a ti y tu simplemente lo dejaste por Lucas y en cuanto a Patrick tu bien sabias cuanto me gustaba desde siempre y que hiciste en cuanto te dije, yo falle lo acepto al no hacer las cosas correctamente y por eso te pido perdón, pero no te puedo pedir perdón por acusaciones que no son ciertas —contesto frustrado.

— ¿acaso me estas llamando mentirosa? — Ella negó. —Bien simplemente asume las consecuencias de ser una zorra — Leah camino hasta la entrada en donde los hombres subían las maletas.

Kharolan cargaba su pequeña maleta en el carro mientras Leah la observaba desde adentro. En cuanto vio que Ian, Charly y Eric se marchaban salió.

—¡Ian! — le grito a castaño. El inmediatamente se bajó del todo terreno hasta Leah. —Tu vienes con nosotros — Ordeno el la siguió hasta el coche de Kharolan, donde ella ya estaba dentro en el volante. — querida estas de suerte yo manejare — hablo abriendo la puerta de ella. Ian se acomodó en el asiento de atrás, porque al fin de cuenta sabía lo que tramaba la pelinegro.

—Leah, pero tu aun no tienes tu permiso — hablo insegura Kharolan, pero Leah solo se río.

—Eso no es necesario teniendo todo el dinero que tengo — Le sonrió. —Ahora bájate —ella asistió dando la vuelta para ir de copiloto, en cuanto ella abrió la puerta para subirse Leah la miro con desagrado. —Ian quiere ir contigo ¿No queremos enfadarme verdad? — negó frustrada para pasarse al asiento trasero. Donde Ian la esperaba con una sonrisa. Los otros dos se habían marchado.

—Ahora si Kharolan, complace a mi amigo — ordeno Ian desabrocho su pantalón y libero su miembro, Kharolan con lágrimas en los ojos miro a Leah. —¿Qué esperas? — la cuestiono. Lentamente la castaña introdujo el miembro de Ian en su boca, un gruñido salió de la boca de él, la tomo del cabello y la empezó a mover a su antojo, al sentir su orgasmo, Ian la quito.

— Quítate rápido la ropa — le ordeno el castaño, con lágrimas en los ojos obedecio mientras Leah los observaba. Al ver a su ex amiga usada de esa manera recordó a Lucas y un nudo se instaló en su estómago. Ian penetraba a Kharolan hasta que unos segundos más tarde se liberó en ella.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Adicta al sexo