ALASKA (COMPLETO) romance Capítulo 47

Emily Fontaine

Lanzo por milésima vez una pelota anti estrés que encontré en los edificios de la Universidad a la pared de la cafetería donde me encontraba hasta que decido que esto se ha vuelto demasiado aburrido y lo dejo.

Todos los edificios ocupados para la Universidad se encontraban vacíos debido a que el pueblo se encontraba en una clase de "huelga" por las cosas que estaban pasando. Demonios, ¡ni yo tengo idea de lo que está pasando! Ese es el principal descontento de la gente.

Lo único que se sabe por parte de las Forjadoras y aquel chico alto de pelo rizado ligeramente largo (creo que su nombre es Kratos), es que Alaska, su Luna, estaba encerrada en los laboratorios para pruebas de máxima importancia, por lo cual nadie podía entrar.

Lo peor de todo fue cuando se lo dijeron a su familia.

— ¡Quiero ver a mi hija! ¿Cómo van a saber ustedes si ella está bien? ¡Yo soy su madre! —exclamó con desesperación Selene cuando intentó entrar a los laboratorios y el mismísimo Adam le denegó la entrada.

Ese perro estúpido.

Su hermano, Diego, solo se mantuvo serio y se negó a ayudar a Adam en cualquier cosa que se le ofreciera, solo se la pasan encerrados en su casa esperando a que Alaska regrese.

— ¿Para eso me mantenían ocupado siempre tratando de buscar alianzas en otras manadas? ¡Hace semanas que no la veo por su culpa y ahora resulta que

cuando regreso me encuentro con que la tienen encerrada! — Adam ni siquiera lo miró cuando se fue.

Todos esperan que Alaska regrese, pero no hay señales de ella. Ni siquiera de ese perro pulgoso que se hace llamar Alfa de Whittier, desde ayer que comenzaron las rebeliones, lo vi correr directamente al bosque, no ha regresado desde entonces, cosa que ha enfurecido muchísimo más a todos los habitantes del lugar.

Primero, fueron las intimidaciones a todos los científicos del lugar, todo con palos y pequeños incendios en los lugares alrededor a este, ahora ha ido a peor.

La gente ha roto los vidrios de todos los establecimientos del lugar, incluso el de la cafetería donde estoy, pareciera que han saqueado, pero no, incluso los dueños de los lugares se unieron a esto y están haciendo destrozos por el pueblo sin razonar un poco.

La desesperación e incertidumbre les está comiendo la cabeza.

Las cosas comenzaron a pintarse peor cuando los incendios aumentaron de nivel, de quemar botes de basura o maderas, a incendiar lugares y autos, estos últimos casi explotan, de no ser por otros lobos que intentaban mantener todo a raya.

Por órdenes de mis superiores, Las Forjadoras, tenía que buscar la paz entre el pueblo del Whittier y asegurarme de que todo vaya bien. Pero no es algo que pueda hacer sola al parecer, así que después de intentar razonar con gente tan necia, decidí venir a esta cafetería tratando de conseguir una hamburguesa y papas.

¿Qué más podía hacer yo? Lo único que creo que me falta por ver qué tan destruido está es el túnel, por lo cual ya voy en camino, tomándome toda la paciencia del mundo, incluso veía cosas arder siendo lanzadas entre mi camino.

Fuego, nada de qué asustarse.

Lo peor es que cuando les intentaba decir cómo estaban las cosas, me ignoraban o decían que se encontraban demasiado ocupadas con Alaska, pero no me decían nada.

Seguí mi camino recto por la carretera rumbo al túnel hasta que comencé a ver su estructura poco a poco imponiéndose sobre mí. Y sí, estaba abandonado sin seguridad alguna. La persona que debía de estar en la caseta probablemente estaba quemando cosas, porque todo se encontraba vacío, podrían fugarse todos y nadie los detendría.

No tenía caso ir al final de túnel, donde seguramente la otra caseta se encontraría vacía igualmente, así que giré a la derecha y comencé a inspeccionar la estructura que rodeaba a Whittier por seguridad ante los intrusos, esperando encontrar carteles o algo así, pero no había nada curiosamente, solo más y más vegetación.

Corrí para terminar de revisar todo más rápido, pero algo hizo que girara mi cabeza y me detuviera, estaba bien oculto, de no ser porque vi un nudo extraño y de color negro brillante, demasiado brillante y de un color peculiar que contrastaba con el verde de los arbustos, así que me acerqué con cuidado, esperando una trampa.

Aparté varias hojas hasta que descubrí que era una bolsa negra enorme, del tamaño de un cuerpo.

Oh.

No puede ser verdad.

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