Ámame otra vez romance Capítulo 10

¿Cosas del destino?

Larry miró a Blake en completo silencio.

—¿No vas a decir nada? —preguntó Blake ante el silencio de su primo.

—¿Qué quieres que diga? —cuestionó con el ceño fruncido.

—No sé, quizá alegrarte porque tomé la decisión de ir al urólogo.

Larry negó.

—La verdad es que no tengo ningún puto motivo para alegrarme por ti, Blake, porque presiento que tu visita al urólogo será el inicio de tu infierno personal —respondió con toda la calma de la que fue capaz.

—¿Mi infierno personal? —preguntó casi con burla—. El infierno es en el que he vivido desde hace seis años…

—Y eso no será nada, si descubres que el hijo de Hope es hijo tuyo…

Blake miró con enojo a su primo.

—No entiendo, te has pasado repitiendo todos estos años que debería haber consultado al especialista de nuevo, buscar una explicación…

—Lo hice y tú te demoraste ¡Seis años! ¡Seis jodidos años, Blake! No esperes que me sienta orgulloso de la decisión que estás tomando.

—No te comprendo…

—Has tu cita con el médico y cuando tengas los resultados en mano, entonces y solamente entonces entenderás.

Larry se puso de pie y salió de la oficina. Él deseaba por Hope y por el niño que la verdad saliera a la luz de una buena vez.

Blake había sido realmente feliz al lado de Hope, aquellos tres años que duró su matrimonio su amigo no había hecho sino vivir para complacerla, pero la noticia del embarazo cambió sus vidas y no para bien.

Además, Hope no tenía ningún motivo para traicionar a Blake, ella no era una figura pública, no era modelo o actriz en busca de un romance por fama o por conseguir algún papel. Hope Morgan ya era la heredera de un emporio en telecomunicaciones, ella no necesitaba buscar un romance extramarital para arruinar su reputación…

Pero sucedió…

Blake la creyó capaz de engañarlo y de querer achacarle un niño que no era suyo. ¡Un error que posiblemente pagaría con lágrimas de sangre!

Mientras Larry pensaba en el pasado, Blake miraba la puerta por donde había salido su primo, era imposible no sentir miedo ante las palabras de Larry, pero él tenía razón, ya había esperado seis largos años para saber si la vasectomía había sido fallida o no.

El asunto que cualquiera de los dos resultados sería terrible, si descubre que era estéril, Hope no podía seguir apuntándole con el dedo, pero si no lo era, él tendría que arrodillarse y pedir perdón.

Blake cerró los ojos, la imagen del rostro de Matthew vino a su memoria, el niño era… muy parecido a Hope, no tenía nada de él, aun así, sentía que había un lazo tirando de él con tanta fuerza que no deseaba resistirse.

El magnate cogió el móvil e hizo una cita con un médico distinto, no quería ver al hombre que le practicó la vasectomía por el momento…

Mientras tanto, Hope se reunió con James para repasar una última vez la propuesta para la televisora antes de la cena de esa noche, el presidente ejecutivo había aceptado escuchar la propuesta de la compañía.

—No veo ningún error en la propuesta, el hombre no tendrá motivos para rechazarte, Hope —dijo muy seguro de sí.

—Eso espero James, ahora mismo no puedo dejar de pensar en Matthew —dijo guardando y apartando los documentos de escritorio.

—¿Qué es lo que te preocupa?

—Matthew, me preocupa que está albergando sentimientos negativos en su corazón, mi hijo es muy pequeño aún para conocer ese tipo de sentimientos.

—Matt es intuitivo, quizá no sea odio lo que siente, sino rechazo, el mismo rechazo que su padre sintió por él.

Hope giró su silla para ver la ciudad y el rótulo de Hollywood, todo le recordaba a él…

—No sé cómo terminamos en esto, James. Cuando nos conocimos creí que sería el hombre ideal, que era lo que yo había estado buscando, claro que yo tenía veintitrés años y suponía que la luna era de queso. Me concentré en mis estudios y luego en mi trabajo, que no me dio tiempo de conocer otras personas.

—¿No tuviste novio antes de Blake?

—Por supuesto que sí, no era monja. Pero… casi nunca me hice tiempo, cancelaba las citas por culpa del trabajo, sin embargo, con él fue distinto y papá tampoco le hizo el feo, cuando le platiqué que había conocido a Blake en la entrega de los Premios Óscar, se mostró feliz, cuando él me invitó a salir se aseguró de que estuviera en casa dos horas antes de la cena.

James se guardó lo que estuvo a punto de decir, no tenía caso, Daniel Morgan estaba muerto y Hope a esas alturas podía imaginarse el motivo de la alegría del hombre.

Blake era un hombre millonario y el hombre ideal que todo empresario querría para su hija, la muestra es que había elegido al magnate por encima de Hope y lo había convertido en socio importándole poco su hija.

—Basta de hablar del pasado, lo único bueno que tuve de esa relación ha sido Matthew —dijo Hope levantándose de su lugar.

—Eso es verdad, lo que sí puedo decirte es que debes tener cuidado cuando hablas con Chelsea, Matthew quizá ha llegado a escuchar algo —dijo sin querer echar de cabeza al niño.

James se debatió entre traicionar a Matthew o serle fiel. Ellos habían hablado largo y tendido el día del accidente, pero temía que, si el niño se enteraba de que iba de chismoso con Hope, ya no le contaría nada, así que optó por aconsejar a la madre para ayudar al hijo, James estaba dispuesto a ser la válvula de escape para los dos sin llegar a traicionarlos.

—¿Crees que me ha escuchado hablar?

—Es posible —dijo.

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