Atracción Fatal de Ex-Esposa romance Capítulo 34

Ernesto no esperaba que Amelia hubiera sufrido un accidente de coche, y por un momento sintió que sus palabras de ahora eran mezquinas.

Después de pensarlo unos instantes, volvió a llamar a Amelia para pedirle perdón y preguntarle si estaba herida, pero la llamada no llegó a producirse y estaba claro que ella no contestaba deliberadamente.

Ernesto llamó entonces a Edmundo Martínez por el intercomunicador y le ordenó:

—Envía un conductor a recoger a una persona del hospital de las afueras.

—De acuerdo —Edmundo respondió y preguntó:

—¿Quién es?

Ernesto escupió con cierta dificultad:

—Amelia.

Edmundo se sorprendió, pero aceptó esta tarea y se preparó para partir.

Ernesto lo detuvo y le dijo:

—Olvídalo, ve tú a buscarla.

Edmundo era su confidente y estaba tranquilo, y podía confiar en él.

Edmundo también había estado con Ernesto durante muchos años, así que entendió su mente y le propuso:

—Señor, ¿por qué no va usted mismo?

Ernesto se negó:

—No, ve tú.

Ahora estaba en tan malos términos con Amelia, y su ida allí probablemente empeoraría la relación entre ellos.

Edmundo fue entonces a recoger a Amelia y, unos cuarenta minutos después, se produjo la llamada de Edmundo.

Edmundo dijo con cierta vergüenza por teléfono:

—Señor, la señorita Saelices se negó a coger mi coche. En su lugar, el señor Cabal vino y se llevó a la señorita Saelices.

Ernesto apretó los dientes y preguntó:

—¿Lautaro fue allí en persona?

Sabía que Lautaro se había encaprichado de Amelia. Si trataba a Amelia como a una empleada cualquiera, ¿por qué iba a visitarla personalmente el jefe cuando tuviera un accidente?

Edmundo respondió:

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