Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 32

—Tanto que te has quejado, y tuvieron que coserte la herida de la rodilla y tienes un esguince en el tobillo. — me regaña cuando ya estamos afuera de mi casa.

Intento no mirarle porque no quiero admitir que llevaba razón, además tengo miedo de flaquear — sí, pero tú te has hecho el tonto en cuanto a lo que te he propuesto — le digo intentando convencerlo para hacer algo en contra de Raúl.

Le escucho respirar profundo y me atrevo a mirarlo esta vez. Tiene sus ojos clavados en mí y definitivamente esto consigue que mi estómago se ponga duro como una piedra ¿nervios? — creo que deberías dejar que yo me encargue de eso — me dice.

Niego inmediatamente y en un acto de valentía, me atrevo a llevar una de mis manos a un lado de su rostro y mantener su mirada en mí — no, esto ya no es solamente un asunto tuyo. Ese hombre ha hecho que tú y yo nos odiáramos. Se ha hecho pasar por mi padre y si a tu hermana le hizo eso, no quiero imaginarme de lo que es capaz...— digo firme.

«Su mirada es muy diferente en estos momentos. Es como si el Lucas que yo conocí no hubiese existido».

El Lucas que me mira ahora es uno sin arrogancia, sin armas... tan sólo es un hombre lleno de dudas y ¿miedos? —¿cuál es tu propuesta? — pregunta con un hilo de voz.

Mientras me han atendido en la clínica, le he dado vueltas al asunto y creo que la idea que se me ha ocurrido es brillante. Necesito que el nombre de mi padre quede libre de cualquier tipo de situación en la que él lo ha involucrado, y para eso necesito obtener información.

—Buscaré empleo en su empresa. Él no sabe quién soy yo, me ganaré su confianza, le sacaré toda la información que pueda, y cuando tenga las pruebas necesarias; haré que se refunda en la cárcel— explico, y al parecer hay algo de mi plan que no le ha gustado. Su cara lo dice todo.

—¿Olvidas que conoce perfectamente tu apellido? — me pregunta casi como si me estuviera regañando.

Niego y sonrió –pero no conoce el de mi madre. Puedo usar el de ella. — replico y no sé porque me mira como lo está haciendo ahora.

—Sienna. — dice y respira profundo.

—¿Qué? —

—¿Si sabes que si se ha metido con mi hermana; intentará hacerlo contigo? — me pregunta y no entiendo de qué habla.

—No te entiendo Lucas...—

—Que a ese hombre parece gustarle las chicas jóvenes y bellas como tú. No te dará ninguna información porque sí, de seguro intentará convertirte en su amante o quien sabe que— me explica y debo intentar mantener la compostura. No quiero reírme de lo que parece ser una escena de celos.

—Ya sabré yo que deberé hacer en su momento— me limito a decirle y niega con su cabeza mientras una estúpida sonrisa se hace presente en su rostro.

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