Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 15

A pesar de que ya pasaron dos días desde que me case me sigo sintiendo agotada fisica y mentalmente, se me hace tan justo descansar todo el tiempo que se me haga necesario. Se supone que ahora mismo tendríamos que estar de Luna de Miel y bueno, ante los ojos de terceros así es, aunque ahora mismo estoy aquí tirada en un cama más grande que mi sala de estar de mi antiguo departamento, sinceramente no me veo aquí el resto de mis días así que mis pertenencias no se moverán de ese departamento viejo y pequeño, ahí estarán para mí. Sé que cuando acabe este contrato que por estúpida acepté no tendré a donde ir, así que debo de preservar mis cosas que con esfuerzo conseguí. Mi departamento no alcanzará para mí y para el hijo que posiblemente tenga en un corto tiempo, vaya, ese punto no lo había tomado en cuenta. Respiro hondo, el tiempo avanza tan lento que estoy poniendo en duda mi capacidad para no hacer nada, estos privilegios me los merezco, no tengo duda.

A parto de mi cuerpo las sábanas, son las diez de la mañana y a pesar de mi cansancio siento que necesito un poco de ejercicio para no perder la cordura, Barry tiene un gimnasio muy bien equipado en casa así que supongo que lo puedo usar sin ningún problema o a menos que ahora mismo me encuentre embarazada, si hago las cuentas, van mas de 5 veces que Barry y yo tenemos relaciones, perfectas y deliciosas por cierto... Tranquila Kelly, no te pongas nerviosa. Deshecho esos pensamientos de mi mente, me levanto de la cama y voy directo a donde está mi ropa, tomo un conjunto deportivo y mis tenis.

Dos horas después, estoy llena de sudor, el tiempo se me ha ido rápido, sin embargo aún sigue siendo muy temprano y creo que tengo mucho tiempo para resolver unas cuantas cosas...

—Hola Ben.— Digo un poco temerosa en el momento en el que me responde la llamada.

—¿Kelly?— su sorpresa me hace sentir muy incómoda.

—Estoy en mi antiguo departamento, ¿crees poder venir?— Solo quiero solucionar las cosas, explicarle lo del sábado, sólo eso.

—Sinceramente no puedo ahora mismo estoy trabajando, se me hace imposible.

—Por favor Ben, es de suma importancia —le ruego.

—Bien tengo hora de comida a las 3:40, así que voy para allá en cuanto salga del trabajo.

—Gracias, nos vemos luego— finalizo la llamada y me desplomo sobre el sofá. Dije que no me llevaría nada de aquí y así será, este depertamento que compré con mis ahorros de años será mi lugar, mi refugio para escapar de esa enorme casa que me hace sentir sola y pequeña. Si en algún momento me siento prisionera en aquella casa con Barry, no dudaré en escapar y venir aquí a hacer lo que me gusta: leer, pintar, escuchar música a todo volumen y ver mis películas favoritas, actividades que puedo hacer en la casa de Barry pero siento que tardaré en setirme tan agusto como para poder hacerlas sin ninguna pena y con tranquilidad. El móvil me suena, pero ni siquiera me doy el lujo de mirar la pantalla, es Ben.

Abro la puerta confiada, como si la posibilidad de que la persona que me esté contactando no fuera un alguien más si no Ben— Dime Ben, ¿ya vienes?

—Hola Kelly, me han dicho tantos sobrenombres y nunca en la vida me han dicho Ben así que muy bien Kelly, ¿dime quien carajos es Ben?— Grita contra el teléfono y con respiración agitada, doy un ligero brinco por su agresiva y nada bonita voz.

—Una disculpa, no mire la pantalla al contestar, esperaba la llamada de mi primo. —Miento con total seguridad, sólo espero que mi voz no me haya delatado, apuesto que soné un poco nerviosa.

—Querida, a pesar de que no te conozco de años sé que mueves la pierna frenéticamente cuando mientes y me genera tanta ansiedad no poder verte ahora mismo ¿Dónde estás? ¿Estás en casa? —gruñe un poco enfadado.

—No, estoy en mi antiguo departamento.— No voy a mentir más, me siento imbécil.

—Esperame unos minutos, estoy demasiado cerca así que pasaré por ti.

—¿Oye qué? No, estoy muy ocupada, después iré a ver a mis amigos — trato de convencerlo pero me temo que es demasiado tarde, a terminado la llamada. Espero que con suerte Barry no se quede aquí mucho tiempo y sólo venga a ver si estoy sola. Me alivia demasiado saber que Ben está trabajando ahora, falta mucho para que sea su hora de comida.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bebé por Contrato (COMPLETO)