Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 81

—¿Puedo tocar tu barriga?—Kelly me mira desconcertada pero asiente con la cabeza, me encanta enterrar mi dedo, se siente como una pelota.

—Deja de hacer eso, me hace cosquillas—Kelly me aparta la mano bruscamente, es inevitable sentirme tan feliz por el nuevo bebé, pero no creo estar muy preparado para esto.

—Quiero ir a terapia—suelto.

—¿Qué? ¿Terapia?, vaya—Kell toma a Jania para poder acomodarle el pantalón azul que lleva puesto.

—El accidente y el nuevo bebé me abrieron los ojos, todo lo malo que hago lo justifico con mi horrible infancia y eso te ha afectado a ti y lo peor de todo, a nuestras hijas, no quiero que este bebé se llene de estos traumas que tengo.—Suspiro profundamente y me recuesto en la cama de jardín.

—Que buena noticia, si quieres puedo ir contigo.

—No, bueno, por ahora sólo iré yo, después sería bueno incluirte para poder trabajar en el daño que te he hecho.—Le jalo el vestido para que se acueste también.

Es un día de diciembre pero extrañamente hace un calor y decidimos aprovecharlo saliendo un rato al jardín junto con las niñas.

—El divorcio será bueno—murmura Kell—Bueno, eso es lo que pienso.

—Yo también pienso lo mismo.—Siento que las pareja no se dan cuenta de que su relación es una porquería, en este caso mis hijas son las que se verían afectadas y la verdad es que no me parece, yo quedé con ciertos traumas que sinceramente no quiero que se repitan.

—Ya hay que entrar a la casa, se está empezando a nublar, lo odio.

—Amante del sol—me río

—Me encanta, para mi es perfecto. Puedo vestirme como yo quiera y lo mejor de todo, sin frío.

—Supongo que disfrutaste tus vacaciones a las Islas Canarias.

—Estaba disfrutándolo, hasta que me enteré del accidente. —Su semblante cambia totalmente.

—Perdón, no hemos tocado el tema, ojalá te hubieras enterado de otra manera.

—¿En que estabas pensado? Hice que te deshicieras de esas maquinas de matar por una razón, preservar tu vida. Yo no hubiera podido con tanto si tú morías, me iba a morir contigo y las niñas se quedarían solas, ya no eres solo tú Barry, ahora somos nosotras, deberías de dejar de pensar solo en ti—Kelly tiene los ojitos llorosos y cuando trato de abrazarla para darle consuelo da un paso hacia atrás, apartándose de mí. —¿Divorcio? ¿En serio? Ni siquiera me preguntaste si yo me quería divorciar y aún así empezaste los trámites.

—Tú querías la separación, además yo sentí que después del accidente tú te sentirías obligada a estar conmigo y lo último que quiero es que te quedes aquí a la fuerza, es por eso que pensé que era justo el divorcio, no mereces soportar a un hombre que te causa miles de decepciones y problemas.

—¿Y por qué no pensaste en que quizás yo quería seguir contigo?

—Después de lo que te he hecho lo dudo—me siento emocionado por sus palabras pero aún así no puedo evitar sentir dividido, quiero tenerla pero también quiero dejarla.

—Quiero irme Barry, he buscado casas y hay varias opciones que me parecen perfectas.

—Si es lo que quieres, está bien, puedo ir contigo a ver las opciones.

—Preferiría que no

—Supongo que quieres autonomía, me parece muy bien pero espero que tu nueva casa no le afecte a mi economía —no le quitaré mi apoyo económico a Kelly y no porque sienta que no puede sostenerse sino porque es su derecho.

—¿Es en serio?—me mira sorprendida y en poco molesta.

—Autonomía—me vuelvo a tirar en el mueble con ganas de echarme a reír, me conoce muy poco como para pensar que es en serio.