Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 82

Llevo dos meses con la terapia, sinceramente Regina se ha vuelto mucho más que una simple terapeuta. Ella me ha impulsado a empezar cosas nuevas y dejar otras en el pasado, mi matrimonio es una de ellas. En el pasado yo hubiera hecho lo que fuera para que las niñas estuvieran bajo mi custodia legal pero a quién engaño, desde el momento en el que Kelly se robó mi corazón descarté esa idea. Kelly es una mamá amorosa y dedicada, la separación total de sus hijas sería una tortura para ella.

Miro al obstetra jugar con sus aparatos, está buscando la mejor imagen de nuestro bebé. Kelly y yo hemos mejorado nuestra relación, hablar de la llegada del nuevo bebé ha hecho que nos unamos un poco más y eso  me parece perfecto. Es por eso que hemos decidido que el sexo del bebé será una sorpresa. Los dos compartimos la emoción y las ganas de que el día del nacimiento de la bebé llegue, las emociones se incrementan porque estamos a un mes de conocerlo, a un solo mes.

—El bebé esta completamente bien, podríamos programar el parto, el parto natural es una opción pero si usted prefiere la cesárea como método principal también podríamos hacerlo.

—Natural, o hasta que se compliquen las cosas.

—Señora Freeman—los dos nos pusimos tensos al escuchar que la llama por su apellido de casada—Esperemos que todo resulte como lo planeado, de todas maneras tendrá que venir a monitoreo por cualquier dolor o dificultad que se le presente a partir de ahora, quizás el bebé quiera salir en unos días o en el momento que le corresponda, no hay que descartar la idea.—El doctor nos irradia paz a los dos.

Dos horas después Kelly y yo estamos haciendo la maleta que llevaremos al hospital, llevamos desde productos del aseo personal hasta ropa mía por cualquier emergencia.

—Estoy muy emocionada —exclama Kelly—quiero que sea un niño.

—Yo quiero que sea una niña, otra mujer en mi vida no estaría tan mal.—Kelly dejó escapar una risa sarcástica.

—Has tenido miles de mujeres en tu vida—la mirada de Kelly es incrédula.

—Se me hace una ofensa que compares una cosa con la otra, no tienen nada que ver.—A logrado que me enoje en menos de 5 segundos—Que ridiculez.

—Actualmente ya tienes a otra mujer en tu vida, ¿para que quieras a otra?

—Maldición Kelly, no compares las cosas y por favor, no las relaciones. —Me paso la mano por el cabello exasperado—¿a qué viene todo esto?

—Seré directa...—Kelly toma valor para seguir hablando—¿estas saliendo con tu psicóloga?

—Que ridiculeces estas diciendo hoy—he contenido la ganas de echarme a reír.

—No me mientas.

—No te estoy mintiendo Kelly, somos muy buenos amigos. Dentro y fuera del consultorio. De hecho, he terminado este proceso, ¿ a caso no ha notado alguna diferencia? Estoy más diferente, he estado haciendo las cosas bien y no arruinaría nada de lo que he construido durante estos meses por un desliz con una terapeuta..

—Bien —gruñe.

—Créeme — la pregunta de Kelly me a desubicado demasiado pero aún así me a dado muchas cosas que pensar.

—Te creo, además, yo no puedo decir nada, ya no somos pareja —debo de admitir que las palabras de Kelly me incomodan demasiado.

—Supongo que es la costumbre —le doy un pequeño abrazo y le acaricio el vientre,—Nuevos comienzos, ¿lo recuerdas?

KELLY

El mes de febrero todavía es muy frio y yo no soporto mucho el frio por eso agradezco inmensamente que Barry me haya traído a la playa, aunque el calor que hace no es para nada parecido al del verano, me conformo con sentir calorcito en este cuerpo frio de embarazada. Barry me sacó de casa y le trajo directamente hasta las Islas Canarias, que gran detalle después de lo sucedido. Según él es una clase de compensación por haber interrumpido mis gloriosas vacaciones hace unos meses.

—¿Te has puesto bloqueador solar?—Barry me toma del brazo y unta más crema.

—Ya, déjame disfrutar de esta maravilla.—Estar tirada en la arena y sentir los rayos del sol me dan mil años de vida.

—Tengo que quedarme en mi habitación un rato, necesito ajustar unas cosas del trabajo pero juro que estaré muy al pendiente de ti.

—Ajá, ve tranquilo—son las 3 de la tarde y los bocadillos que he pedido me han llenado casi por completo. Las niñas están profundamente dormidas en la habitación de la inmensa casa que Barry alquiló. Esta vez no estamos en un hotel como la otra vez, la vez que conocí a un buen hombre que me dio los mejores consejos y que sinceramente me dejó con ganas de leer lo que escribía.

Como puedo me levanto de la arena y me subo a un camastro, no quiero estar tanto tiempo bajo el sol a pesar de que amo mucho esa sensación. Me encanta estar aquí, podría quedarme para siempre.

—Las niñas han despertado —Interrumpe Barry—pediré algo de comer, ¿que se te apetece?

—No lo sé, sorprendeme—sonrío.

—Bien, eso planeo hacer—se marcha con una sonrisa leve.

Comemos los cuatro tranquilamente mientras canciones de R.E.M., se reproducen por los altavoces y no puedo dejar de sentirme melancólica con esas canciones de fondo.

—¿Ya terminaron?—Las niñas comieron perfectamente y ahora mismo se sienten agotadas.—¿Quieren que juguemos un rato? ¿En la arena?—Mis hijas solo sonríen y corren hacia la playa, se ven tan plenas y felices y casi puedo olvidar todo lo horrible que pasó hace meses.

—Vamos, hay que hacer un castillo de arena—Barry toma el set de juguete de las niñas y se sienta con ellas.

—Quisiera poder sentarme con esa facilidad.

—Tranquila, ese bebé ya casi sale—responde Barry.

—Que emoción, quiero que sea niño.

—Ya has expresado eso antes, pero yo sigo pensando en que quizás una niña sea maravilloso.

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