Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 16

Soy un imbécil, soy un imbécil. No tuve que comportarme así; solo tenía que escucharla. Ahora mismo me encuentro en mi gran cama, mirando el techo y meditando sobre lo que a pasado esta tarde, mi semana no pudo empezar mejor. Vaya, mierda, y todo por mi imprudencia, no quiero que Kelly piense que estoy interesado por ella más allá del contrato; sólo que no quiero que mi hijo pueda ser de alguien más, no cuando Kelly ya está casada conmigo, por lo tanto es mía, el contrato lo dice, y así debe ser. No voy a permitir que Kelly arruine mi herencia sólo porque a decidido acostarse con alguien más, no lo permitiré, de mí depende mi futuro y en parte de ella también.

El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos,lo tomo y desbloqueo la pantalla para mirar el mensaje:

"Buenas noches, Barry, te quiero mucho, espero y hoy hayas tenido un buen día" Creo que tengo tatuadas las palabras: soy un imbécil, en la frente, ¿por qué no pude evitarme problemas y disgustos? ¿Por qué no le pedí a Gabriela que fuera mi esposa? ¿Por qué no sólo terminé con esto en el momento en el que Kelly se quería marchar? ¿Por que soy tan estúpido? ¿Por qué meto la pata?

Gabriela, Gabriela, Gaby es un tema que aunque quiera no puedo evitar, y que seguirá siendo parte de mi vida hasta que esto se acabe. Hasta que Kelly quede embarazada, y todo termine de la mejor manera, ni siquiera sé si ya está embarazada, pero si lo está estaré agradecido por ello. El contrato sólo dura un año y medio, no sé si podré aguantar toda ésta presión, el trabajo, Kelly, mamá, la familia de Kelly, la presa, no sé, creo que envejeceré dos años a este paso. Lo único que me debe de importar es mi bebé.

Despierto cuando la ama de llaves viene a mi habitación a ofrecerme en desayuno. Kelly no vino a dormir y por lo visto no ha venido ésta mañana, perfecto, no soy su niñera, al menos no por ahora, porque cuando tenga a mi bebé dentro ella jamás, jamás, saldrá sola.

Cuando llego a la oficina, la recepcionista de la entrada me da un par de sobres, la miro mal por no saber cumplir con su trabajo, el correo se me tiene que entregar en la mano y en mi oficina, cuando miro el sobre me quedo paralizado. Es una carta de papá. Literalmente vuelo hacia mi oficina, el sobre en mis manos casi me quema, necesito saber que dice, el elevador tarda en bajar al primer piso y cuando lo hace entro en él sin mirar a nadie ni nada, pareciera como si estuviera en una burbuja personal.

Varios de los trabajadores bajan y el elevador para, avanza y yo sigo mirando el sobre que tengo en mis manos, sumido en mi burbuja salgo y camino hacia la puerta de mi oficina. La abro con los dedos, y saco la hoja de papel, admiro la letra de mi padre, observo las delgadas lineas que forman mi nombre. Sin poder evitarlo, cuando leo la primera línea una lágrima traicionera baja por mi mejilla.

Querido Barry, hijo mío.

Sabes que no soy tan bueno con las cartas, sabes que cometo tantos errores, y no precisamente ortográficos, perdonadme si algún día te dejé solo, si por mi trabajo perdí tiempo de calidad contigo, pero el hecho de que tu mamá se fuera de nuestro lado hizo que tuviera menos tiempo contigo, no le echo la culpa ni mucho menos, pero quiero que sepas que te amo mucho. Estoy muy orgulloso de ti, hijo. Sé que no será fácil esta nueva etapa, para nadie lo es, sé que te puse en apuros al poner esa claúsula en el testamento, pero sólo quiero, querré siempre que seas feliz, no quiero que te quedes sólo, nunca me perdonaría que cayeras en malos pasos. Quiero que formes una linda y exitosa familia no, como la que yo no logré conseguir, quiero que tengas unos bellos hijos y una esposa que te ame de verdad, que nunca te dejen solo y que estén contigo en los peores momentos, y qué tú los ames por sobre todas las cosas, te deseo todo la suerte del mundo, espero hijo, que seas un hombre exitoso y amado, que tengas buena salud, te amo mucho, nunca lo olvides.

-Papá.

Soy un hombre fuerte, pero cuando se trata de papá no me importa mostrarme débil. Si esta carta me hubiera llegado antes de que me casara con Kelly, todo sería muy diferente. Todo lo que mi papá no quería que me pasara me está pasando, estoy sólo y no soy amado.

Mi llanto se hace más alto y mas desgarrador, estoy sólo en este piso así que nadie me escuchará. La puerta se abre abruptamente yla silueta de Kelly aparece. Agacho la cabeza y me limpio las lágrimas con el dorso de la mano. El hipo de mi llanto permanece conmigo, con nosotros, permanecemos en silencio y nadie dice nada. Miro con Kelly se acerca y pone una mano en mi hombro.

—Tranquilo, Barry. Estoy contigo, no éstas solo.—Su voz me relaja, pero a la vez se distorsiona, mi mente no deja de repetirme que estoy solo. Se agacha y me abraza con fuerza, no tengo las fuerzas para corresponderle el abrazo, solo empiezo a llorar más y más. Caigo de cuclillas en el suelo, pero Kelly jamás me suelta. Por unos segundos me siento lleno y feliz. Pero sé que todo esto es un teatro.

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