Boda bajo un contrato romance Capítulo 17

La olas del mar es lo único que el oído de la rubia lucrecia puede escuchar, caso seguido una hermosa música instrumental de fondo acompaña en la misma.

—Guao ¿Dónde estamos? —Pregunta la rubia lucrecia.

Jeff destapa sus ojos despacito, le quita la venda, un pequeño fragmento de luz impregna los bellos ojos de lucrecia, su iris se adapta a la luz y cuando ella mira, va viendo a sus dos padres, y no solo eso a los padres de Jeff.

Los padres sonriente no dudan en felicitar a la hermosa lucrecia.

—¡Padres que bello verlos de nuevo! —Exclama ella sonriendo de oreja a oreja, saltando de felicidad.

—Tus 25 años te convertiste en una mujer mas hermosa de este planeta, aunque para mi eres mi bebe —le sonríe su madre diciendo y alagando esas hermosas palabras.

—Gracias madre —le dice con felicidad.

—De nada hija —responde la madre.

—Se que es su luna de miel, pero bueno por un dia que pierdan no se acaba la tierra, se ven adorables —recalca la madre de Jeff, sacando un regalo para lucrecia, una cajita que tiene un objetos de valor.

Las madres tienen un sexto sentido y esta vez, la madre de Jeff ya había visto tanto en la boda que le hace pensar que su hijo realmente se enamoró de ella, al igual que lucrecia esta loco por el es solo que tiene miedo, de que le rompan el corazón, ambos ya se conectaron, ¿Quién se dejaría tocar o cargarse de los brazos de un extraño que conocen en un dia o dos?, esa pregunta se hace la madre de Jeff, quien le sonríe, mientras mira la sonrisa de la rubia, lo feliz que se ven los dos, pueda que ellos tengan algún roce o pleito pero ella no sabe que ya se dio la primera señal que se llama celos, y eso salió de la misma lucrecia, por la forma que ella lo mira y le defiende, la madre de Jeff esta lista para obsequiarle lo que nadie se hubiera imagino.

—Quiero obsequiarte este collar de perlas que era de mi abuela, y pues tambien obsequiarte una pulsera con una anillo de oro, porque eres la esposa de mi hijo, y veo que son tan felices juntos, veo que la pasan bien me complace regalártelo lucrecia, eres tan dulce, que veo que estás haciendo feliz a mi hijo, nunca había visto a Jeff tan feliz y menos con ese brillo y esa mirada con la que te ve solo a ti, porque sabes que tu eres especial —le dice la madre de Jeff.

—Muchas gracias que linda, se lo agradezco tanto, yo hare feliz a su hijo porque yo soy feliz al lado de mi amado amor —dejo escapar esas palabras poniendo su actitud en más en evidencia.

—Madre gracias —dice Jeff sonrojándose de inmediato.

Una camarera se acerca, suspirando al ver al guapo Jeff, atractivo, ella queda sorprendida, caso seguido, ella se suelta el cabello, y eso para lucrecia es como coqueteo, una mirada de la camarera con suspiro hace que lucrecia se ponga celosa y en alerta.

—¿Qué tanto ves? ¿se te perdió algo? —Pregunta ella con molestia.

Lucrecia levanto la ceja y la camarera se queda helada y asustada ante la reacción de la rubia.

Una voz masculina con ojos verdes se acerca penetrante la mirada de lucrecia, esos ojos que hacen arder las paredes, una pequeña sonrisa cínica es dibujada en el apuesto hombre que esta frente a lucrecia, acercándose mas hasta querer arrancar la prenda de lucrecia, pero el joven ojos verdes solo consiguió una buena bofetada de lucrecia.

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