Boda bajo un contrato romance Capítulo 19

Un aire fresco delicioso recorre por el cuerpo de la rubia Lucrecia, mientras mira el iris de Jeff concentrada, perdiéndose en esos ojos, la personalidad de Jeff es lo que más le atrae, le encanta como la mira, y tiene que dejar los miedos si quiere que esto funcione.

La mirada de Lucrecia y sus manos sudan a todo dar, pero trata de calmarse, ya que solo con ver a Jeff y su mirada intensa ella se enamora cada hora mas y mas.

Ambos se ven a los ojos, y están perdidamente enamorado, es mas que un contrato y eso se ve a Leguas, una electricidad hace que lucrecia se sienta en otro mundo.

El sonido del celular de Jeff podría ser una distracción, pero ni el, ni ella despegan sus miradas, ni porque el celular sonaba a todo dar, con insistencia, el nunca quito su mirada, y menos hizo por contestar esa llamada, nunca contesto esa llamada.

Jeff acaricia el suave cabello lacio de la rubia Lucrecia, mientras se hacían ojitos, el romance a flor de piel, pero es más un romance puro, respetable, por mas que el quisiera avanzar mas con ella, no podría en este momento, Jeff lo decide que todo será paso a paso.

El celular nuevamente suena, y Jeff lo que menos quiere es distraerse, lo único que quiere es bailar con ella bajo el sol, es su único sueño, siempre a ha querido bailar bajo el sol y la arena, y que el mar y sol sean testigos, con copas de champa, el es el más romántico de todo el mundo, y lo único que quiere es sostener todo esto, y que funcione, darle los mejores años a lucrecia, aunque después ella tome su última decisión, él siempre la esperara.

El celular aun no para de sonar.

—Amor, bebito, mi caramelo debes contestar esa llamada, ha de ser importante corazón —las suaves palabras de la rubia lucrecia encienden mas la llama del corazón de el dulce y sexy Jeff.

—Hijo vas a contestar tu celular que no para de sonar, hazlo me esta desesperando el sonido —responde la madre de Jeff.

—Ok —dice Jeff contestando la llamada.

—Dime abuelo, oye, por cierto, aun estoy de luna de miel, se que no quisiste acercarte a mi esposa en la boda, pero puedes verme cuando desees —le dice Jeff apresurando esas palabras.

—Justamente me urge hablar con tu esposa, quiero asegurarme de que es la mujer indicada para una herencia, se que es loco, pero quiero dejarles una herencia importante, y no quiero que sea con la mujer que te dure 5 años y luego se desintegre el amor —dice el abuelo desde el celular.

La cara de Jeff y sus ojos alertan a la rubia Lucrecia quien se acerca mas su boca a él, besando sus labios.

—¿Estas allí Jeff? —Pregunta su abuelo.

—Si, eso no pasara abuelo quédate tranquilo, no saldrá huyendo, ella se queda aquí conmigo, de hecho, le buscare empleo, para que me ayude con la empresa, los negocios y eso —dice Jeff.

—Ummm, no sabes bien quien es y no la conozco bien, hay cosas como dinero que no puede manejar no lo permitiré, hasta que lo decida quiero conocerla bien, porque nunca me la presentaste, y hoy en 2 horas llego allá al hotel para presentarme como se debe y tu para que tú me la presentes, no creas que cuando me hablo tu madre, me convence, me cayó como agua helada, como balde, porque me lo ocultaste aún estoy enojado contigo, porque me hiciste eso, yo tengo buenos presentimientos, y quería conocerla antes de que tú te casaras —dice el abuelo con molestia, pero aceptando los hechos.

—Cuando la conozcas bien, te va a encantar, es dulce, y bella —le dice Jeff mirando a la rubia lucrecia con sus ojos.

—Es que de un dia para otro planeaste esto de la boda tan rápido, y ni tu madre me dijo nada, ni tú, no entiendo nada, no se si me estas viendo la cara, o que, no quiero ver en 4 años o 5 que te estas divorciando, porque para que, mira el regalo que le voy a dar yo , a tu esposa, es muy delicado, y quiero asegurarme que ella sea la mujer de tu vida, la real, no solo este casada contigo por dinero, o por interés a cambio de algo, porque eso no esta bien, me tomare mi tiempo para analizar hoy —le dice el abuelo.

—Hoy es el cumpleaños de mi dulce esposa —dice Jeff con voz de felicidad.

—Te oyes feliz, sabes que tu esposa lo que es ingenua —dice el abuelo.

—¿Por qué dices eso? —Pregunta.

—Porque es su cara se nota ingenua, se nota que nunca ha tenido diversión, igual que tú, aunque no se si ya tuvieron acción —dice el abuelo.

—Abuelo no sea travieso —dice Jeff.

—Como sea, yo si quiero muchos bebes, espero me den hijos en unos cuantos años —dice el abuelo.

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