Boda bajo un contrato romance Capítulo 30

Jeff suspira y solo se queda observando una cara aturdida que es en la que se encuentra La rubia Lucrecia.

—Cariño descansa, por el trabajo no te preocupes lo vemos mas tarde ok —dice Jeff depositando un beso en su boca.

—Si tienes razón necesito dormir —Añade Lucrecia mientras se arrecuesta.

2 horas después de que Lucrecia descansa, recupera fuerzas, Caso seguido Jeff le enseña a como usar la laptop para mirar el reflejo de las compras que hace cada persona en línea de los productos de comida, de ropa y accesorios.

6 horas después, el momento romántico entre la pareja no se puede esperar, se fueron directo a la mansión, rápido salieron de la limosina para darse besos en el sillón, y hasta se les olvido que la empleada estaba haciendo la cena para ellos dos, lo cual se asustaron ambos.

—Buenas noches, ha, yo me estoy confundiendo un poco ¿Quién es su esposa? —Pregunta la empleada.

—Ella te presento a Lucrecia, es mi esposa —dice Jeff.

—Mucho gusto soy Lucrecia, y Jeff es mi esposo, y lo amo —responde Lucrecia.

—Ha, pero no deberían hacer eso, según tengo entendido el contrato no lo permite, por cierto, soy nueva empleada, y estaré atendiéndolos —dice la empleada.

—¿Cómo te llamas? —Dice Lucrecia amistosamente.

—Michelle señorita Lucrecia, no entiendo ¿Ustedes están bajo contrato o se aman de verdad? —Pregunta Michelle.

—Yo lo amo, no me importa ese contrato, yo me muero si me esposo no está, por cierto, quiero hacer pai de fresas con melocotón para mi esposo Jeff, quiero cocinar el postre, Michelle puedes ayudarme con eso ¿Puedes? —Pregunta Lucrecia.

—Si puede, déjeme la ayudare —dice Lucrecia.

—Te amo amor, quiere hacerme pai, quiero saber cómo cocinas —dice Jeff.

—Me prometí, que con el hombre que seria mi esposo, le daría mucho amor y le cocinaría siempre, y bueno ese pai es rico, te encantara amor —dice

—Encontré lo que tanto esperaba, recorrí casi un mundo y encontré quien me da amor, sabes suelo perderme en tus ojos, eres mi ángel, con tu mirada tengo todo, si me permites complacerte mas lo hare —dice Jeff.

—Tus besos me dan paz, y tambien encontré los besos perfectos y esos son los tuyos, tu eres mi tesoro, y mi dulce amor, nadie me mira como tú, te amo tanto, tu eres la persona que mas me tienta, esta noche dejare que te acerques más, espero no terminar todos enrollados y empiernados, pero te amo y quiero que lo sepas —dice Lucrecia.

—Miro tus ojos, y me digo que hace tiempo necesitaba que tu estuvieras en mi vida, y hoy que te tengo cerca, pienso arriesgar todo, te amo mi nena —dice Jeff.

—Te cocinare el postre rico —dice Lucrecia mientras se van a la cocina.

1 hora después, aunque el postre no está, la cena que hizo Michelle si esta, pero si hay una mesa romántica llena de flores, con música romántica de ambiente, Lucrecia no quiere estar en la silla, si no que quiere estar en las piernas de Jeff para tenerlo más cerquita.

—Me tienes loca, el único que pone mis pelos de punta, aparte de mi jefe eres el amor de mi vida, con el que quisiera vivir eternamente, hasta nuestra vejez.

—Te amo, tu igual me encantas mucho —le dice Jeff mientras agarra el tenedor y parte un pedazo de burrito de carne para introducirlo en la boca de Lucrecia para después darle un beso en esos labios.

—Besas rico amor —dice Lucrecia.

—Igual tu mi reina —dice Jeff.

Michelle hace su intervención para poner las velas de aroma a canela en la mesa grande de la mansión, lo cual hizo encender la llama de los enamorados.

—Hermosas velas —dice Lucrecia.

—Te imaginas hacerlo mientras las velas nos rodean —le dice Jeff.

—Y si mejor me amarras a la cama y me haces tuya —dice Lucrecia.

—Me gusta la idea ¿Quieres que lo hagamos? —Pregunta Jeff.

—Si, estoy lista, contigo me voy a Plutón, pero quiero hacerlo contigo, que seas el primero, y que tu seas el primero, la cama nos espera —dice Lucrecia.

—Usaremos protección, aunque dicen que no se siente lo mismo, pero es para protección —dice Jeff.

—Claro lo haremos después del postre, y después de que Michelle se duerma ¿Te parece? —Le Pregunta Lucrecia.

—Acepto amor —dice Jeff.

—Perfecto —dice Lucrecia sonrojándose de pies a cabeza.

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