Boda bajo un contrato romance Capítulo 4

Lucrecia lava su cara con agua y jabón con sus manos restriega todo el maquillaje y se quita el labial mate, los recuerdos vuelven atacarle y rompe en llanto después de quitar el jabón de su rostro.

—No me gusta verte así, ese tu supuesto novio no vale la pena que llores por él, no te pongas así mírame a los ojos, yo prometo hacerte feliz, mis ojos jamás mienten —le dice el rubio mientras acaricia su cabello.

—No se si pueda confiar en ti, es que porque siento que todo me sale, mal y no se como me ira contigo, es decir no me lo tomes a mal, pero estoy triste y mal a la vez, no se por que Julio tomo esta actitud, pero yo no puedo deshacer nada ahora, lo que antes hicieron ellos dos, no puedo recuperarlo, ¿Acaso hice algo mal, para que el se fuera en brazos de otra?, ¿Qué le diré a todos los invitados?, no sabes que me iré sin maquillaje, igual supongo que alguien me amara algún dia sin maquillaje —responde la dulce chica triste, en su mirada se puede observar el dolor.

—¿No te maquillaras entonces? —Pregunta el rubio.

—¡No, no quiero para nada esto!, no me maquillare, ya lo pensé bien, para que, solo para que después me critiquen, y no se si funcionara esto, no se que le diré a todo el mundo, y cuando me vean contigo se va armar el lio, y estoy estresada —responde La rubia mirándole a los ojos.

—¿Tienes el contrato en mano? —Pregunta la rubia.

—Si, ¿Quieres firmar ya? —Pregunta el rubio.

—Si, ya quiero firmar —dice la rubia con tanta ímpetu.

—¿Segura? —Pregunta el rubio, ya que el extraña, que no se conocen y ella ya está desesperada por firmar.

—Totalmente segura, no quiero quedarme sola y tu necesito tu regalo, no sé qué te darán no puse atención, si tu te casas, o tienes muchas cosas, y bueno el contrato dice 3 años o 4 años, o si quieres lo extendemos, yo no doy lata, yo trabajo duro, puedo hacerte comida, lo que sea —dice la rubia dejando escapar esas palabras de su boca.

El rubio la mira sorprendida, y en la mente de la rubia solo rondan pensamientos que nunca imagino que pensaría.

´´ ¿Qué estoy haciendo?, ¿Por qué le dije eso?, ¿Sera que el me gusta?, ¿Por qué me siento ansiosa?, ¿Estoy en la crisis existencial?, ¿Esto es real?, ¿El rubio guapo que esta en la casa mía es real?, ya sé que hare, cerrare mis ojos y contare hasta 10 y cuando los abra el no estará el millonario, es solo un tormentoso sueño, de eso que me pusieron cuernos con mi amiga, ya esto, no es real, esto no pasa, no está pasando´´.

El rubio toca sus mejillas y la rubia pega un sobresalto.

Las mejillas de la rubia se ruborizan, poniéndose roja como un tomate.

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