Cállate/Cállame BL romance Capítulo 12

Sé que ya no estoy a cargo de investigar a Allan, pero aun así lo seguí queriendo ver a donde se dirigía e incluso para verificar si era el mismo sujeto que no he podido encontrar. Tuve que ser muy paciente, ellos quedaron en la tarde, así que puse un rastreador en el auto de Allan con tal de seguirlo desde lejos.

Me sentía muy nervioso, pero sí, era el mismo sujeto y sobre la mesa dejaron un dispositivo que inhabilitaba a mi reloj, no podía escuchar su conversación, sin embargo, Allan parecía molesto, mientras que aquel sujeto sonreía con cierta diversión.

No parecían llevarse bien, de hecho, tenía la sensación de que Allan sólo deseaba escapar de allí, aunque claro, necesitaba saber de qué hablaban, así que me acerqué cuidando de mantener cierta distancia para que Allan no me viera, algo que conseguí con cierta dificultad, ya que el sujeto si me vio, de hecho, expandió su sonrisa y dejó de hablar.

Lo único que pude oír fue “el omega” y era obvio que tenía que irme antes de que alertara a Allan, así que sí, me fui sintiéndome ansioso, no sabía si aquel sujeto le diría que yo estaba allí, era muy probable que lo hiciera, por ende, sabía que desde ahora tendría que evitar a toda costa a Allan.

De cierta forma, el trabajar solo me permitía alejarme, no teníamos razones para estar juntos, además como estaba solo nadie me regañaba por arriesgar mi vida constantemente, algo que me hacía trabajar mucho más rápido, incluso luego de dos semanas conseguí llegar “a un pez gordo” que estaba en prisión, aquel sujeto tenía información que me beneficiaría, ya que estaba relacionado con el omega, es por esto que decidí meterme a prisión.

Fue fácil, soy un agente que tiene muchas facilidades que un policía no tendría, de hecho, cuando llegué ellos me comenzaron a atender como un jefe, me dieron incluso dulces mientras esperaba que rellenaran mi documentación, dejándome como un “soplón” que trabajaba anteriormente para la policía.

Todos me dijeron que no era buena idea, los reclusos odian a los que trabajan para la policía, incluso me trataban de convencer para que dentro de la cárcel sea respetado, sin embargo, ¿En serio pensaban que le quitaría lo divertido a todo esto? Siempre he querido pelear en prisión, imagino que tendré que estar constantemente alerta de mi alrededor, lo que lo hace increíblemente divertido.

Cuando me entregaron mi traje de recluso, me adentré por los pasillos viendo como todos me gritaban cosas muy lindas, de hecho, los miraba con diversión sabiendo que, como mínimo pasaré tres días en este lugar.

Necesito que me odien, de esta forma me llevarán frente al pez gordo y podré tomar ventaja de ello, aunque lo positivo es que mi celda estaba cerrada, era una celda para aquellos delincuentes peligrosos que no tienen permitido estar en contacto con el resto, por lo que tienen una ducha y un inodoro en el mismo sitio.

Dentro mi única entretención era una ventana que podía abrir un par de centímetros, aunque claro, eso sería por las noches, ya que, por el día, me paseé por el lugar llegando al comedor, era la hora de cenar y todos se encontraban allí.

Yo busqué una mesa para estar solo, pero al cabo de treinta minutos, alrededor de tres sujetos líderes de pequeñas bandas, me decían que me protegerían, pero a cambio debía ser “su perra”.

Todo me resultaba muy divertido, de hecho, siento que he llegado al paraíso…

…Al día siguiente…

He pasado todo el día molestando a sujetos “peligrosos” y peleando, mis nudillos están un poco rojizos, sin embargo, hace algunos minutos para no dañarlos tomé una silla y se la estampé a un sujeto al que se desmayó.

Es curioso, ya que amenazó que me mataría, de hecho, fue muy explícito en cuanto a eso, él aseguró que cortaría mi garganta, pero no fue capaz de darme un simple golpe. Claro que, ahora varios sujetos me rodearon, dijeron que me llevarían frente al líder así que supuse que sería el sujeto que busco, por ende, los seguí sin pelear hasta unos baños que a esa hora se encontraban vacíos.

Cuando entré dejé que me hicieran caer al suelo, dijeron que debía arrodillarme para recibir al líder, aunque me decepcioné al ver a un simple sujeto tatuado que también buscaba “una novia”

–Entonces…–dije con fastidio– si follo contigo ¿me protegerás? –pregunté viendo a todos los sujetos que estaban allí, eran más de veinte.

–No sólo conmigo, señorita, aquí hay muchos que podrían protegerte– me aseguraba.

–Hmm…–solté mientras que por dentro reía– paso, tienes muchas novias aquí, folla a cualquiera de ellas– le dije quitando la mano de un sujeto que me mantenía de rodillas en el suelo.

–Por las buenas o por las malas– dijo aquel líder dándole indicaciones a sus hombres para sostenerme– no acepto un no…–añadió tomándome de la barbilla alzando mi rostro.

Ag… que fastidioso es cuando varios me sujetan, aunque claro, no opuse resistencia con tal de esperar a que aquel bastardo se acercara más, sólo así pude darle un cabezazo en la nariz que consiguió romperla, eso lo hizo lloriquear, podía ver la sangre que se escurría entre sus dedos, tras cubrírsela mientras les exigía a sus hombres que me golpearan.

Fue difícil, pero me escapé de aquel sitio y mientras corría, durante un instante miré hacia atrás viendo a todos esos imbéciles seguirme, incluso se le añadían otros a los que he molestado, aunque lo terrible no era eso, más bien fue chocar con un idiota que me miró con sorpresa casi pidiéndome explicaciones a través de sus ojos.

–¿Qué haces aquí? –dijimos a la vez.

Por suerte él era acompañado de otros policías, los cuales pusieron orden y de paso me sacaban de aquel lugar mientras mi anterior compañero me seguía.

–Estoy buscando a un pez gordo que está involucrado con el omega– me respondió al cabo de un rato.

–Por dos– dije siguiéndolo.

–Señor ¿Dónde prefiere su celda? –le preguntó un policía.

–Compartiré con él–dijo por lo que aquel policía lo dirigió a mi celda.

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