Carta Voladora Romance romance Capítulo 35

Su tono era provocativo, a pesar de que lo dijo con voz suave.

Octavia, por su parte, levantó una ceja y sonrió:

—Si lo dices primero, es tuyo.

A Sara le sorprendió este giro inesperado de la historia.

—Supongo que no quiere ofenderte —susurró su amiga.

—Corre el riesgo de arruinarse ahora que se ha divorciado de Julio. No tiene respaldo.

Octavia parecía haberlo perdido todo, aparte de ser propietaria de una empresa que estaba al borde de la quiebra.

Se sintió aliviada tras escuchar los comentarios de su amiga, así que cogió el reloj y se lo entregó a la dependienta junto con su tarjeta de crédito.

—Me llevaré esto.

—¿Es usted nuestro miembro VVIP? —Preguntó la señora en vez de cogerlo.

—No. ¿No aceptan pagos con tarjeta? —dijo Sara, insatisfecha.

—Lo hacemos —explicó—. pero no para esta serie. Sólo los clientes que han gastado más de doce millones de euros y han sido miembros VVIP durante dos años pueden comprar productos de esta serie única.

Sara se inquietó y guardó silencio a raíz de esto.

—¡Eres un idiota para ser un vendedor! Quiero hablar con tu gerente —Dijo la amiga de Sara de forma agresiva.

—¡Qué broma! ¿Tenemos el dinero y no podemos comprar un estúpido reloj?

—Esta serie tiene reglas, y ni siquiera el director puede hacer una excepción —explicó la señora además.

—¿Quieres decir que ella puede comprar pero nosotros no?

—Sí, la Sra. Carballo es miembro VVIP desde hace dos años y ha acumulado suficientes créditos para poder adquirir esta serie —añadió.

Sara tuvo que esforzarse para mantener una sonrisa en su rostro cuando lo escuchó.

Octavia, por su parte, ya se había hartado de mirar y se dirigió a la asistente:

—Ya que la señora Semprún no puede comprarlo, me lo llevo yo.

La señora tomó su tarjeta de crédito y regresó con el reloj envuelto cuidadosamente después.

—A veces hay cosas que no se pueden hacer aunque las abandone —dijo Octavia en voz baja mientras pasaba junto a Sara.

Los comentarios de Octavia golpearon a Sara en la cara.

Mientras recordaba lo que Ricardo dijo anoche, sus ojos se nublaron al mirar la espalda de Octavia.

¿Por qué Octavia estaba constantemente allí, arrebatándole todo?

...

El espectáculo acaba de poner a Octavia de un humor fantástico.

En el ascensor hacia el aparcamiento, se encontró con alguien.

—Sra. Carballo —saludó la señora.

—¿Estrella Nores? —Octavia reconoció inmediatamente la imponente figura.

Iker tenía una compañera de clase llamada Estrella Nores. Fue a trabajar a la empresa de Iker, pero éste la envió a Goldstone ya que Octavia necesitaba talentos.

Aunque Octavia estaba ocupada, prestaba atención a Estrella, que trabajaba en el departamento financiero y sabía que Estrella lo hacía bien.

Estrella sonrió:

—Me alegro de que la señora Carballo se fije en mí de entre todo el personal. Como hoy estoy libre, he venido a comprar algún postre a la famosa pastelería, ¿y tú? ¿Comprando ropa? —Preguntó levantando la caja de postres en la palma de la mano.

—Hoy es el cumpleaños de Iker y vengo a comprarle un regalo —explicó Octavia, sosteniendo la bolsa en su mano.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Carta Voladora Romance