(COMPLETO) El Loco De Mi Prometido romance Capítulo 24

No sabía que hora era, solo que estaba oscuro fuera y que alguien tocaba a mi puerta en este momento. Tampoco sabía dónde se encontraba mi celular para verificar el momento del día en cual me hallaba, cuando llegué a casa no tuve tiempo a analizar dónde dejé mis pertenencias, tenía hambre, tuve que lidiar con eso primero.

Sin querer pensarlo tanto, me dirigí a la puerta para verificar si había alguien o no. Traté de no hacer ruido alguno, por si se tratase de alguien desconocido en un estado desconocido también golpeando mi puerta pero no así en lo absoluto.

—¡Nicolas, que susto me has dado!— mientras yo trataba de recomponerme, él se hizo paso a mi sala—Pensé que tenías una emergencia en casa.

—Así era, así era...—Mientras Nicolas caminaba, iba inspeccionando todo el lugar— Se ve muy acogedor, debes estar a gusto aquí.

—Sí, el otro apartamento era demasiado grande para mi, me sentía sola de alguna manera— miren esto, Nicolas comprendiendo mis sentimientos.

—No tienes porque estar sola, ven a vivir conmigo, Alice— Ya, mejor olvídenlo— las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti.

—Ya sabes cómo han sido las cosas, Nicolas. No quiero que insistas con eso de nuevo— ¿Puertas abiertas? pero que chiste, abiertas para entrar mas no para salir.

—No lo hice, solo te invité a vivir conmigo y no insisto. En más, como muestra de paz, te haré la cena, ¿Qué te parece?—

¿Enserio me va hacerla cena? No puedo ni imaginarlo cortando una patata— No debes haber cenado sí estabas durmiendo a está hora— si tan solo supieras que comí un gran y pecador sándwich apenas llegué aquí...

Me senté en el sofá para observarlo mientras cocinaba, la verdad se veía muy sexy mientras se arreglaba las mangas de su camisa. ¿Quién iba a pensar que el hombre que me encerró en su casa por semanas, e incluso llegó a golpearme, estaría ahora en mi cocina, cocinando para mi?

—¿Qué está pensando, señora Augier?— notando mi falta de presencia en este plano astral, me preguntó.

—No me digas así, Nicolas, dedícate a cortar las verduras que por algo te dejé permanecer aquí— repentinamente, me lanzó un puñado de zanahorias que no pude esquivar—Hey, vas a limpiar todo esto tú solo.

—¿Planeas convertirme en tu esclavo o qué?— no me opondría a eso.

—Si es necesario— dejó escapar una pequeña sonrisa y continuó cocinando como le ordené.

—Listo, Bon apetit, madame— la verdad es que la pasta no se veía nada mal ante mis ojos, agarré el tenedor y me llevé una porción a mi boca con bastante expectativa en el.

—Ahg, Nicolas, esto está horrible, ¿Por qué no me advertiste de que no sabías cocinar en lo absoluto?— error de mi parte esperar destreza culinaria de un consentido de mamá, no debe haber tocado una cocina en mucho tiempo.

—No exageres, de seguro no está tan mal...— se atrevió a decir antes de probar un poco —Agh, lo admito, tienes razón, ¿te parece si pedimos comida mejor?

—Sí, sí por favor— veía mi desespero en el reflejo de sus ojos, por más de haber comido algo hace poco, mi cuerpo pedía más.

Nicolas tomó su teléfono y ordenó la cena, alrededor de trenta minutos después la comida estaba con nosotros.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) El Loco De Mi Prometido