(COMPLETO) El Loco De Mi Prometido romance Capítulo 40

Caminé con paso decidido y cerré la puerta quedando sola con ellos en mi oficina

—Alice, ¿es cierto? ¿tenemos un hijo?

—Si, Nicolas

—¿Y por qué me lo ocultaste?

—Yo...— Antes de poder contestarle a Nicolas fui interrumpida por David

—Es posible de que él sea mi hijo, Alice?

—No, David

—¿Estás segura? No estaré tranquilo hasta que no lo confirme

Tomé la prueba de ADN y se la entregué. Mientras leía su cara se volvió roja y arrugó el papel arrojándolo después al piso

—No sueñes que ustedes dos tendrán un final feliz. Alice es mía Augier, no dejaré que te quedes con ella

Salió de la oficina con un aura asesina dejándome a solas con Nicolas que seguía sin decir un palabra

—Nicolas puedo...

—¿Por qué lo ocultaste? Tu sabes lo que yo siento por ti. Te lo propuse varias veces, que tuviéramos un hijo juntos

—Lo sé, pero no estaba segura. No sabía como reaccionarías. Existía la posibilidad de que ese bebé fuera de David, yo no podía hacerte eso

Se levantó del sofá y comenzó a dar vueltas por el lugar revolviendo su cabello

—Entiendo que estés frustrado y hasta enojado pero, no podía permitir que se hiciera público, mi empresa dependía de ello

—Lo entiendo hasta cierto punto pero, ¿por qué no confiaste en mi, Alice? Yo te habría apoyado, habría hecho hasta lo imposible para ayudarte

—Nicolas, conozco tu carácter, no te ibas a quedar tranquilo pensando que yo tenía el hijo de otro

—Dime una cosa, el día que pasamos juntos en mi cumpleaños ¿ya estabas embarazada? ¿Lo sabías?

—Si

Podía notar como su frustración iba en aumento por lo que me acerqué a él y lo abracé

—Perdóname, Nicolas. Tenía miedo de las consecuencias y de que te alejaras de mi por eso

Él no correspondió a mi abrazo hasta después de unos segundos, me atrajo hasta él y me abrazó con todas sus fuerzas. Me separé un poco de él y lo miré a los ojos.

—Te amo, Nicolas. Te amo demasiado

En sus ojos se podía ver la clara felicidad que se asomaba, antes de que dijera algo me puse de puntillas ya que a pesar de llevar tacos el seguía siendo más alto que yo y lo besé , un beso que me estaba conteniendo a darle desde que supe que estaba enamorada de él, cargado de pasión y lujuria, toda la adrenalina que sentía en ese momento la dejé descargarse en ese beso, él también me siguió me llevó hasta el sofá sin romper nuestro beso, me acosté dejando que él quedara encima de mi, rompió mi blusa de un tirón liberando mi pecho cubierto por encaje azul, me quitó ágilmente el short que llevaba y se quedó un momento observando mi cicatriz

—Ni siquiera pude estar contigo en ese momento

Tomé su rostro entre mis manos y lo giré hasta mi

—Ahora lo estás y lo estarás siempre, los tres

Procedí a quitarle su camisa y desabrochar su pantalón, lo extrañaba tanto que solo quería que entrara en mi, no quería esperar más, ya había esperado demasiado.

—Hazlo ya, Nicolas, no me hagas esperar

Y sin esperar ni un segundo más entró en mi, un gemido por la sorpresa y la fuerza con la que entró se escapó de mi boca. Se que probablemente nos estaban escuchando afuera pero, eso no importaba, ahora mismo estaba con él hombre que amo, el padre de mi hijo. Cuando ambos habíamos terminado nos quedamos uno al lado del otro, ninguno de los dos quería separarse, era el momento perfecto, sin problemas ni ataduras

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