(COMPLETO) El Loco De Mi Prometido romance Capítulo 51

—Ya están todos los invitados esperando— Sam entró por tercera vez al cuarto donde me encontraba para apresurarnos.

 

Un mes había pasado desde aquel horrible incidente que involucraban a David y a Rosalie, cada quién recibió su castigo de la manera que fue posible.

 

Por suerte, como familia ya nos hallabamos en instancias mejores, nuestra sintonía y armonía estaban mejor que nunca, más en este momento tan esperado.

 

—Un momento, aún le faltan unos retoques al vestido. Todo debe ser perfecto— y es que Leo ha estado arreglando meticulosamente cada detalle de mi vestido.

 

—Estoy nerviosa, Sam— sentía algo dentro de mi manifestándose, como esas supuestas mariposas de la alegría.

 

—Todo estará bien, eres la novia más hermosa que haya visto— no quería ser egocéntrica pero

 

también debía admitir que me veía genial, sin duda este vestido fue la mejor elección de todas.

 

—Gracias, ojalá mi familia hubiese podido estar aquí— no era momento de lamentarse pero no podía no pensar en mi familia, a veces imagino que tan distinto seria todo con en mi vida pero luego recuerdo que todo pasa por algo.

 

—Lo están, donde sea que se encuentren se que te observan orgullosos— me hacia feliz oír algo como eso, lo necesitaba, más hoy.

 

—Creo que voy a llorar llorar— recordar a mis padres me pone tan sentimental.

 

—No, no y no, sin lágrimas, arruinaras tu maquillaje— de un llanto de tristeza a un llanto de risa, Sam es tan meticulosa.

 

—Ya es hora, Alice.

 

Sostuve mi ramo con fuerza y salí de la habitación camino a la sala de bodas, dónde se encontraban amigos, familia, socios y otros

 

conocidos.

 

Nicolas y yo habíamos decidido hacerlo en el jardín de nuestra nueva casa para que fuera lo más privada posible a pesar de la cantidad de invitados.

 

Cuando me estuve acercando podía escuchar como la música comenzaba a sonar. Sam llegó al altar antes que yo y tomó su lugar como dama de honor.

 

Mi vista quedó clavada en Nicolas, su rostro destellaba felicidad al verme y sus ojos estaban nublados por las lágrimas que se asomaban. Era el momento más perfecto que podía tener.

 

Samuel estaba a un lado con su abuela, observando como me acercaba a su padre lentamente. Cuando al fin estuve frente a frente con Nicolas lo supe, él era el hombre con el que deseaba pasar el resto de mis días.

 

—Te ves hermosa— nunca podía faltar un coqueteo de su parte.

 

 

—Gracias, tu también lo estás— le devolví el halago con la sonrisa más resplandeciente.

 

Mientras transcurría la boda solo podía pensar en todos los problemas que pasamos para estar aquí pero, al fin habían acabado, éramos libres para ser felices.

 

—¿Acepta usted Nicolas Philip Augier a Alice Alexandra Wilson para ser su esposa?— las piernas me temblaban mientras oía al ministro de bodas hablar.

 

—Acepto— una sola palabra es capaz de cambiar la vida gran manera.

 

—Alice Alexandra Wilson, ¿acepta usted a Nicolas Philip Augier para ser su esposo?— era mi momento, estaba a punto de convertirme en la esposa y madre más feliz del mundo.

 

—Sí, acepto— en bodas ajenas a las que he asistido, estas palabras parecen tan sencillas hasta que uno las dice. Son una o dos palabras

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