Cristóbal Manckenzie
Entro a mi oficina junto a Rosa la secretaria de Bárbara ¡Esa mujer me sorprende! Mira que discutir delante de mí y lo mejor es sobre mi persona. Me imagino todo lo que Bárbara ha hablado de mí con sus amigas, ahora muero de curiosidad por saber.
--Siéntate por favor-le indicó a Rosa-. Necesito un favor, ve a recursos humanos y el encargo del área te va a dar unos formularios, lo revisas y luego tienes que traerlo para firmarlo ¿De acuerdo?-pregunto.
--Está bien, jefazo...-responde levantándose de la silla.
--Otra cosa ¿Puedo saber de qué hablaban de mí?-le pregunto confundido.
--Barby es mi amiga, no me atrevería a decírtelo-agregó-. Pero son cosas muy... Muy buenas-dice y se marcha de mi oficina.
Bueno sólo me queda esperar y esperar...
(...)
Bárbara entra a mi oficina un poco nerviosa y ya me imagino porque.
--Hola...-dice con una media sonrisa.
--Hola-finalice con otra.
--¿Te debo una explicación verdad?-pregunta.
--No, creo que no-respondo acercándome a ella -. Puedes decir lo que quieras de mí, a pero eso sí, sólo cosas muy buenas-digo.
--Okey... Perdón por todo el teatro, es que no se saben comportar-contesta alejándose de mi cuerpo que solo busca contacto con el de ella.
--¿Por qué te alejas de mí?-pregunto confundido-. No te voy a comer, por ahora no, eso creo-expresé en un murmuró.
--Es que nosotros no podemos estar juntos, nuestros cuerpos están activos y créeme no quiero que pase nada entré nosotros, por ahora no, tengo muchas cosas en mi cabeza cómo para estar con otra-explica todo rápido y eso me da a entender una cosa ¡Está nerviosa!
Trato de acercarme a ella pero me lo impide cosa que no pasó desapercibido.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) Mi Maldita Obsesión