COMPRADA POR EL JEQUE (COMPLETA) romance Capítulo 36

helena

- Basta Rajj, ya estás yendo demasiado lejos con esta broma - Me estaba asustando mucho.

- Ni siquiera he empezado Helena.

La boca de Rajj fue a mis pechos y mordió uno y apretó el otro.

Su mano bajó hasta mi sexo palpitante y jugó con sus dedos en él.

Rajj podía ser todo y tener todos los defectos, pero me volvía loco con solo tocarme la piel.

Siempre estuve lista para él.

Rajj se alejó, escuché sus pasos y su respiración agitada.

Escuché que le quitaban la ropa y la arrojaban a alguna parte.

Regresó frotando algo fresco y suave en mi espalda, esas pequeñas correas de cuero, me dio unas palmaditas en el trasero.

- Levanta el culo Helena – le dio una palmada – Era una orden.

Hice cabriolas con esas correas hacia mi piel.

El susto.

El placer.

Estaba delicioso.

Hizo tapping ligeramente, haciéndome más excitado.

Solté gemidos, y como este hombre me volvía loca.

Fue a mis senos y tocó los pezones, para aquellos que nunca han probado algo así, la luz golpeando el ruido sordo de las tiras en la piel y luego siendo arrastrada a los pezones.

Y una sensación deliciosa.

Y cuando golpean mi sexo, las sensaciones encontradas.

Tener a alguien que te domine en el sexo, Rajj fue muy bueno para hacerme sumisa a él.

Y lo estaba disfrutando, cualquiera que escuche que a una mujer le gusta que la azoten debe pensar que estoy loco.

Pero cuando se hace a la ligera, estimula todo nuestro cuerpo a los placeres.

Después de los "azotes" abrió las esposas tomando mis brazos que estaban entumecidos de estar levantado, me quitó la venda de los ojos y me llevó a una cama perfumada.

Y me hizo el amor, creo que por primera vez Rajj me tomó con cariño y cuidado.

Luego nos quedamos dormidos y realmente me di cuenta de que estaba en un calabozo cuando me llevó a la cama.

Del tipo de una película medieval, ya sabes, con cadenas y esposas.

Pero esta era la mazmorra sexual.

Lástima que me vaya pronto o podríamos disfrutar de todos los elementos de esta mazmorra.

Pasar la noche con Rajj y hacerle el amor fue una de mis últimas noches y fue espectacular.

La mazmorra no se parecía a nada que hubiera visto antes.

¿Trae mujeres aquí?

Eso es lo que me vino a la mente.

La idea de que le haga eso a otras mujeres me pone un poco... celosa.

Dormía en paz, no parecía ser el hombre de tanto poder que era.

Miró su rostro tranquilo, con un aliento tranquilo.

No sabía qué hacer en ese momento, quería volver a acostarme a su lado y acurrucarme junto a él.

- ¿Te despertaste primero hoy?

Abre los ojos.

Le di una leve sonrisa y ese momento se salvaría.

Se levantó y se acercó a mí, estoy sentado en el borde de la cama.

Y se paró desnudo frente a mí, me abrazó y me llevó a la mitad de la cama, e hicimos el amor.

Su entrada en mí fue delicada, el ir y venir, el envolvimiento de nuestros cuerpos, los besos mientras me tomaba, mordisqueaba mis senos y yo arqueaba mi cuerpo con el placer que ese hombre me daba con cada mordisco, con cada embestida, mis piernas. envuelto alrededor de su cintura, los brazos fuertes, las manos que recorrían mi cuerpo, todo me llevó al éxtasis.

El delicioso orgasmo hizo que mi espalda se levantara y mis piernas dejaran su cintura con los espasmos que sentía mientras mis gemidos eran amortiguados por besos.

Y sentí que su miembro duro se hinchaba y se derramaba dentro de mí.

- Todos los días me gusta tenerte entre mis brazos - me dijo mientras se acostaba encima de mí.

Nos quedamos un rato, tumbados y mirando a la nada.

Entonces hubo un golpe en la puerta, Rajj se levantó y agarró los pantalones que llevaba puestos el día anterior y se dirigió a la puerta.

Entró con un carrito lleno de comida.

Era el desayuno, el olor a café y las delicias que había hacían que mi estómago gruñera de hambre.

Y ataqué al carro, comí un poco de todo, tenía mucha hambre, apenas había cenado.

"El baño." Rajj señaló una puerta.

Y salí corriendo y lo tiré todo.

Rajj vino detrás de mí y me agarró del pelo ya mí, ya que no tenía fuerzas para levantarme.

Me llevó a la cama y parecía preocupado.

- Toma un poco de agua, les pediré que traigan al médico, debes tener algún problema Helena, podría ser algo de gastritis.

- Solo fue un mal presentimiento Rajj, estoy mejor después de vomitar.

- ¿Fuiste a los exámenes?

- Negué - Les pediré que preparen el helicóptero, vamos a la clínica ahora.

- Ya dije que era un mal presentimiento, casi no comí ayer y exageré ahora, eso es todo.

- Creo que será mejor que nos vayamos a nuestra habitación.

Me entregó una bata, me la puse, luego me levantó y me llevó a la habitación.

Al llegar a la habitación, me puso en la cama, yo solo me acosté y dormí.

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