Con hermanastros romance Capítulo 13

El sexo con Max fue una tortura para mí. Ya no quería sexo anal. Quería que todo terminara lo antes posible.

Y cuando Max terminó de follarme duro sin parar, estos pocos segundos me parecieron un infierno. ¡Era como un martillo neumático!

Sacando su pene de mí, no se soltó de inmediato, sino que lamió mi cara durante mucho tiempo, jugó con mis pechos. Parecía demasiado feliz. Como un niño al que le dieron dulces.

Cuando pensé que todo había terminado, escuché la voz de Pasha:

- Bueno, hermanita, ¿estás lista para continuar?

Había un deseo salvaje de recostarse y tan desnudo y quedarse dormido. Hubo un ruido en mis oídos por la fatiga. Traté de levantarme, el cuerpo se balanceaba de lado a lado. Pasha vio esto, se acercó y me agarró por los hombros.

– ¿Todo está bien? - preguntó y comenzó a alisarme el cabello en la cabeza. Mi cabello estaba despeinado y pegado a mi cara.– Déjame follarte en la vagina. Ya no tocaremos el ano, ¿de acuerdo?

– ¡No querré sexo anal durante mucho tiempo! Max probablemente me rompió las tripas, – murmuré con disgusto. - ¡Hoy pedí que le diera un descanso a mi trasero!

- Esto es una mierda. Pasará rápidamente. Solo necesitas acostumbrarte. Estoy hablando en serio. Es una costumbre, - me aseguró Pasha. - ¡Eres tan sexy, te veo e inmediatamente la polla se levanta!

- ¿Es verdad? ¿Y tu novia entonces? - Sonreí con picardía.

- No pienses en otras chicas, ninguna novia reemplazará a mi hermana. ¡Eres hermosa! ¡Eres la chica más sexy que he visto en mi vida! - Pasha me guiñó un ojo y se acostó encima de mí.

Sus palabras me conmovieron profundamente.

– ¿Te gusta la forma en que te follo? Preguntó en un medio susurro, su aliento me quemaba justo encima de la oreja. Sus susurros me marearon.

- ¡Por supuesto! ¡Eres súper!

- ¿Estás bien? ¿Continuamos?

- Creemos un trío, Pasha te follará desde abajo, y yo - desde arriba - dijo Max y se acostó a mi lado llamándolo.

- No quiero que vuelvas a meterme en el culo, - Le dije a Max con objeción.

- Está bien. - accedió fácil y simplemente. - Entonces chúpame la polla.

Me volví feliz hacia él y comencé a chupar su delicioso plátano. Max gimió de inmediato y se reclinó en el sofá.

Su polla entera estaba húmeda por mi babeo, que parecía estar en todas partes. Y ahora todos los gustos se mezclan en su polla. Mi saliva, el semen seco después y los restos de mis jugos, y todo esto daba un olor tan sensacionalmente que me volví loco.

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