Con hermanastros romance Capítulo 3

Al vernos, Pasha se alegró y agitó la mano.

- Hermana, eres tan hermosa. Siéntate a mi lado, quiero verte más de cerca.

Con vergüenza, me senté a mi lado y miré a un hermano, luego al otro, sonriendo.

- ¿Todo está bien? Te ves confundido. - preguntó Pasha.

- Bueno ... Es que Max hizo algo que no me gustó mucho ...

- Max, ¿qué hiciste ahí? - Pasha lo miró con sorpresa.

- Nada especial, le presentó a nuestra hermana la lluvia dorada. - lo dijo en un tono tal como si no hubiera pasado nada terrible.

- Vika, ¿nunca has oído hablar de la lluvia dorada? - me preguntó Pasha con sorpresa.

- No, - respondí, avergonzado. - En mi opinión, esto es una especie de perversión ...

- ¡Oh cariño! ¡Todavía hay muchas cosas que no sabes! - se rió Pasha, abrazándome y acariciándome. - Tu madre te protegió de toda la información. Fuiste criado en severidad, pero vinimos a abrir un mundo nuevo para ti.

- ¿Qué quieres decir? Pregunté con cautela. - Mi madre me crió bien ... Sé lo suficiente sobre sexo.

- ¿Has oído hablar del beso negro? - preguntó Pasha con un brillo en los ojos.

- ¿No, qué es eso?

En lugar de responder, me dio la espalda y menea las nalgas.

- ¡Ven aquí! - Dijo Pasha alegremente. Abrió las piernas y se inclinó. - ¡Una belleza tan sexy aún no me ha lamido!

- ¿Qué? ¿Lamer? - Al preguntar esto, sentí que un sonrojo se extendió instantáneamente por mis mejillas.

- Sí, pero ¿por qué te avergonzaste de inmediato? Estás feliz de meterte una polla en la boca, chupar pelotas no mal y ¿por qué no quieres acariciar un agujero de chocolate?

- Yo ... yo ni siquiera lo sé, - miré a ambos hermanos confundidos, pero asintieron afirmativamente, instándome a intentarlo, que me di por vencido.

- Ok, lo intentaré …

- ¡Estupendo! ¡Vamos, acércate, veo perfectamente cómo quieres hacerlo!

Comencé a moverme lentamente hacia él. Max se sentó en una silla cercana y observó todo lo que sucedía, acariciando silenciosamente su pene flácido. Me acerqué y me paré detrás de Pasha, mirando su ano peludo y al mismo tiempo un miembro.

- ¡Vamos, lame un poco, te gustará! - dijo Pasha.

- ¿Qué, lamer el ano? "Por si acaso", le pregunté, nunca he visto a nadie lamiendo, aunque he visto mucho erotismo.

Sentí que me excita mucho. La humedad fluía por mis muslos. Comencé a sumergirme por completo en el mundo de la lujuria y el libertinaje. Me incliné más cerca de su ano. Esta situación era tan inusual que me hizo respirar profundamente.

Saqué mi lengua y toqué ligeramente su agujero, y luego comencé a acariciar suavemente el agujero de chocolate con mi lengua. Perfectamente, sentí mi lengua deslizándose sobre su ano.

De repente decidí penetrarlo, y me sentí complacido, ya que su agujero respondió con un fuerte apretón.

Pasé mi lengua a lo largo, tocando los testículos, y luego regresé a su ano peludo.

- ¡Oh sí! ¡Qué tan bien! ¡Vamos, nena, lame y más profundo! - Dijo Pasha emocionado, luego de lo cual dobló aún más su espalda.

– ¡Más! –clamó con desmesurada pasión.

Me esforcé por follarlo con mi lengua tan profundamente como pude. Mis dedos tocaron automáticamente mi entrepierna y volví a sentir una gran cantidad de lubricación.

No esperaba en absoluto poder emocionarme con algo así, especialmente tanto. Desde la calle vinieron canciones y varios gritos que me hicieron detenerme unos segundos. Al escuchar que estaba tranquilo fuera de la ventana, nuevamente continué lamiendo el ano de mi hermano.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Con hermanastros