Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 14

—Emilio, eso no es cierto. Escúchame —dice Luna, mirando a Emilio con cara fría. En cuanto ve a la banda dispuesta a luchar contra él, le grita:

—¡¡Cuidado!!

Sin embargo, los pandilleros de allí, que están a punto de golpear a Emilio con botellas en la mano, se detienen bruscamente al oír el nombre pronunciado por Luna, ¡entonces sueltan la botella y corren despavoridos!

—¡¿Emilio, es el hombre Emilio?! ¡¿Hay un demonio del infierno, un emperador negro de sangre fría llamado Emilio?!

—¡Dios mío, si no salimos de aquí, nos va a matar!

Luna abre los ojos sorprendida al ver que la banda entra en pánico y huye, y casi cree que está deslumbrada.

Sin embargo, justo en ese momento, Emilio se acerca y saca la mano. Le agarra la muñeca y tira enérgicamente en la otra dirección.

Luna es incapaz de levantarse y cae en los brazos de Emilio. Pero en lugar de un firme abrazo, él la recibe con un dolor de espalda que casi hace estallar en lágrimas.

—Luna, ¿cómo puedes hacer eso, dijiste que volvieras a casa de tu madre y luego realmente fuiste al bar? Y saliste con estos chicos, ¿verdad?

Emilio entra en una habitación privada y mete a Luna en ella. Da un portazo y dice con frialdad e ironía.

Luna abre la boca y está a punto de explicarse, pero Emilio continúa diciendo:

—Te he subestimado como mujer, no creo que seas tan intrigante. Cierto, ¡la hija debe ser igual que su madre!

Su voz es fría y sanguínea, hace que Luna se sienta incómoda. Ella dice:

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