Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 27

Estrella saluda a Luna y le dice que no se preocupe.

Pero Luna está más preocupada y dice:

—Vamos a ver a un médico. ¿Y si hay algo más que una hipoglucemia? Aquí mismo, Emilio puede hacer que el médico te haga un chequeo completo.

Estrella se niega de nuevo, pero finalmente es persuadida por Luna, así que dice que sí.

Emilio no se niega, y ordena a su propio médico que le espere en el hospital, y luego lleva a Estrella al hospital.

Luna se siente aliviada al volver a su habitación cuando ve que Estrella va a estar bien. El asunto entre ella y Emilio se resolverá más tarde.

Pensando en esto, a Luna se le ocurre de repente que Estrella siempre ha tenido miedo de ir al hospital, y que ella o Silvana han estado allí con ella antes. Así que se preocupa y va al hospital en taxi.

Emilio y Estrella ya están en el hospital, así que Luna se baja del coche y le pregunta a la enfermera de la puerta dónde está Emilio.

Luna se apresura a subir las escaleras. La enfermera dice que están en el departamento de endocrinología de la tercera planta, pero no sabe en qué sala están, así que Luna corre a la tercera planta, buscando a Emilio y a Estrella.

De repente, Luna oye un movimiento en la sala de al lado, una sensación similar a la que ha oído antes en las escaleras. Es un pequeño gemido.

Luna se sobresalta, se acerca a la ventana e intenta mirar dentro.

Al ver sólo el desorden en el pabellón interior, la ropa se tira, Luna vuelve a mirar a la cama, y respira profundamente.

Ve a Estrella y a Emilio tumbados en la cama, desnudos...

Esta escena carnal... Luna está sorprendida.

De repente, el fuerte gemido de Estrella es escuchado por Luna.

Luna, que ha estado tan distraída, sólo pudo responder. Vuelve a mirar dentro de la habitación y su ira se dispara.

Más allá del aguante, Luna empuja la puerta de la habitación y entra gritando:

—¿Qué demonios estás haciendo?

Emilio y Estrella se detienen y giran la cabeza en dirección a Luna.

No hay mucha expresión en la cara de Emilio, una mirada débil, pero Estrella está un poco sorprendida.

Luna rechina los dientes e ignorando el desorden dentro de la habitación por un momento, dice con voz apagada:

—Estrella, sal tú primero. Necesito hablar con Emilio.

Estrella asiente apresuradamente, se viste y sale.

Cuando Estrella se va, Luna se acerca, mirando fríamente a Emilio.

Emilio también la mira fríamente, sin palabras.

—¿Qué quieres hacer? ¿No será suficiente con hacerme daño, y tú quieres hacer daño a Estrella? —pregunta Luna con rabia, casi a gritos.

Pero Emilio se encoge de hombros y no reacciona, sólo la mira con desprecio y espera lo que ella le diga.

Luna se enfada aún más cuando no habla,

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