Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 300

Luna le pone la mano en la espalda y convence a Conan para que se duerma.

Conan está cómodo. Cierra los ojos y duerme un rato. Abre los ojos y le dice a Luna:

—Mamá, si echas de menos a papá, puedes volver cuando quieras.

Luna le pide que cierre los ojos, pero ahora los abre y le habla. Ella se enfada y dice:

—No es asunto tuyo. Vete a la cama o no podrás dormir esta noche.

Al oír la amenaza de Luna, Conan cierra los ojos de mala gana. Al cabo de un rato se queda dormido.

Luna no retira la mano hasta que Conan se duerme. Mira al techo y sonríe amargamente al mismo tiempo.

Conan no debe saber que su padre está ahora en el hospital. En ese momento dijo ingenuamente que ella puede volver en cualquier momento. A Luna le duele el corazón al pensarlo. ¿De verdad va a morir Emilio?

...

Al día siguiente, Luna se levanta temprano y Conan sigue durmiendo. Luna no lo despierta. Tiene que levantarse tranquilamente y vestirse. Se lava la cara y se cepilla los dientes y baja las escaleras.

Cuando Luna ve a Juan desayunando en el primer piso, no puede evitar sentir curiosidad. Se acerca a preguntar por Emilio.

Parece que Juan no esperaba que Luna se levantara tan temprano. Se queda helado cuando la ve. Luego levanta la mano y deja que el hombre que está informando se vaya.

Juan mira a Luna y dice con una sonrisa:

—¿Por qué no duermes un poco más? Anoche dormiste hasta tarde. Debes estar cansado.

A Luna no le importa tanto. Se sienta en la mesa y sacude la cabeza a Juan. Dice despreocupadamente:

—Estoy bien. ¿Cómo está Emilio? ¿Tiene alguna noticia?

Juan recoge la tostada. Está un poco molesto, pero dice con calma en la superficie:

—Está bien. La operación de Emilio está hecha. No se va a morir.

—¿Eso es todo? —Luna mira perpleja a Juan y pregunta:

—¿hay algo más específico, como por ejemplo cómo es el estado de Emilio o si esta enfermedad afectará a su vida futura?

Luna no durmió bien toda la noche por culpa de esto anoche, por eso se levanta tan temprano esta mañana.

Ante la pregunta de Luna, Juan dice con frialdad:

—¿Cómo voy a saberlo? No soy su familia. Sólo sé que no está muerto, no sé el resto.

Es muy despectivo.

Luna suspira en su corazón. Conoce el odio entre Juan y Emilio, por lo que no debería criticar la actitud de Juan.

Luna se levanta inquieta y le dice a Juan:

—Juan, será mejor que vaya al hospital a verlo. Si no lo veo con mis propios ojos, no puedo estar tranquilo.

Con eso, quiere ir a la puerta.

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