Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 32

Es igual que Estrella y tiene una madrastra horrible, por lo que siempre cuidó bien de Estrella y acaba así. Lo que dijo Emilio es cierto.

Nunca había tenido una sensación así, lo que hace que Luna sienta que la mujer que tiene delante, a la que conoce desde hace casi 20 años, sea tan extraña.

—Luna, escúchame. No es lo que tú crees —Estrella se muerde el labio e intenta discutir.

Luna se enfada mucho e interrumpe enfadada:

—¿Explicar? ¿Qué más intentas explicar, si yo no he visto ni oído nada? Estrella, te considero mi mejor amiga, ¡mi mejor amiga! Y quiero compartir todo contigo. No puedo creer que ahora... Durante todos estos años, pensaste que soy es tan estúpida, inocente, fácil de engañar, ¿no es así? ¡Dilo!

Luna aprieta los dientes y ya no puede contener las lágrimas.

Estrella sigue pensando en cómo explicar, o cómo engañar a Luna. Estrella no se da cuenta de que Luna lo sabía todo y se enteró de todo. Entonces la mira fríamente, y suelta una carcajada:

—¡Sí, Luna, como lo que piensas, eres una idiota y una tonta a mis ojos!

Después de eso, Estrella se vuelve más descarada. Apunta a la nariz de Luna sin escrúpulos y comienza a regañar:

—Luna, ¿no crees realmente que eres egoísta, que todos tenemos que estar cerca de ti?

—¡Nunca lo pensé! —Luna gruñe que no tiene ni idea de que era así a los ojos de Estrella..

Siempre ha considerado a Estrella como su mejor amiga. Como esta vez Estrella quiso quedarse, incluso desechó su autoestima, forzada y humillada por Emilio, aguantó, pero no esperaba...

—¿Por qué Macos siempre se preocupó por ti? ¿Y luego se casó accidentalmente con un hombre rico como Emilio? ¿Por qué, Luna, sabes cómo te he envidiado y odiado todos estos años? —Estrella solloza y ruge.

—¿Me odias? ¿Por qué me odias? —Luna se burla de la ironía, más de lo que vio a Estrella con Emilio, desnuda.

—¿Por qué no puedo odiarte? Luna, no seas tonta. Me hice amiga tuya estos años, sólo porque puedes ayudarme. ¿Crees que estoy siendo sincera contigo? ¡Eso es ridículo!

Luna se siente triste. Parece que un cuchillo está cortando su corazón:

—Bueno, soy estúpida... Soy estúpida... no puedo ver el propósito de los demás...

—¿El propósito de los demás? —Estrella se burla— Luna, no te hagas la buena. Soy lo suficientemente joven y bonita. ¿Por qué no puedo tener lo que tú tienes? No soy peor que tú.

—Basta ya. No quiero escuchar más.... —Luna se siente muy mal, tapándose los oídos. No quiere escuchar más.

Sin embargo, Estrella se niega a parar.

—¿Por qué no puedo decirlo? Luna, sólo estoy celosa de ti. Tienes a Macos y a Emilio, dos hombres perfectos. Yo no tengo nada.

—¿Sabes por qué me quedo? ¿Por qué voy a llevarme a tu marido? Es más, no es un robo en absoluto. Es tu propia incapacidad para vigilar a tu marido, ¿y hasta me culpas a mí?

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