Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 8

Capítulo 8 Humillación sin precedentes

—Dónde está la gatita salvaje esa noche, por qué no la encuentro siempre... —Emilio no se da cuenta de que Luna está detrás de él, y sigue mirando el antiguo jade que tiene en la mano.

Al pensar en la sexy gatita salvaje, al pensar en su gusto, los labios de Emilio evocan una mueca de desprecio, mostrando su ambición, y el tenue favor de ninguna razón al dueño del jade antiguo.

Justo cuando Emilio sigue pensando en la extraña mujer de aquel día, Luna ya se acerca a él. Los criados ven a Luna pero no la detienen, llamándola:

—Señora Palacio, buenos días.

Aunque esta gente la llama Sra. Palacio, las expresiones de la mayoría son muy despectivas y desdeñosas.

Cuando Luna viene a casa de Palacio, el señor dice que no tienen que tratar a esa Luna como la verdadera señora de Palacio. Ayer, dejó que la criada la encerrara en la habitación para que entendieran su actitud.

—¿Qué estás haciendo? —Emilio se enfría de repente. Se da la vuelta, se mete rápidamente el jade en el bolsillo y mira a Luna. El tono no es muy bueno.

Luna capta la sombra de la cosa en la mano de Emilio, verde esmeralda, pero ni siquiera la forma.

Sin embargo, a ella no le importa, mira al hombre como un demonio frente a sus ojos, dice con valentía:

—Quiero ir a casa y ver, ¿puede dejarme manejar algunas cosas?

El estado físico de su padre es aún desconocido, y la casa está ocupada por Carina. ¡Ella debe pensar en la manera de regresar!

Los ojos de Emilio se estrechan y mira a Luna. La sonrisa es un poco huraña:

—¿Cómo puedes querer volver tan rápido?

Sin esperar a que Luna asienta, Emilio continúa:

—No quiero verte, pero... mi nueva esposa, es justo después de casarse, ¿te apresuras a volver porque no puedo satisfacerte? —dice Emilio, dando dos pasos adelante y acercándose a Luna.

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