CUATRO ALFAS PARA LAS MAFIOSAS romance Capítulo 11

Venus fijó su vista en el interior del taxi, Rafaela tiene la bata blanca que lleva puesta manchada de sangre a la altura de su cintura, ella está más pálida que un fantasma y suponia que el también lo esta de la impresión de verla.

—Carajo Rafaela! ¿Qué demonios te pasó? pido a Miguel que le pagué al taxista, estaba detrás de mí como siempre, mientras que yo tomo a Rafaela en los brazos para llevarla a su habitación! y ahora cómo demonios paso por la recepción?

—Llegaste! dice apenas en un susurro, sabía que podía contar contigo.... Rafaela respondio.

—Siempre Rafaela! siempre voy a estar para ti, doy un beso en la frente a mi hermana, no soy muy cariñoso pero joder! se me está muriendo en los brazos! pero te advierto Rafi que ya no cargaré solo con la preocupación de tu bienestar, apenas te recuperes te llevaré a casa con papá y las chicas, si te dejo un día más por tu cuenta en las calles no voy a encontrarte entera!

Miguel se quitó el saco y se lo puso encima a Rafaela para que en la recepción no se dieran cuenta que iba herida, las recepcionistas se le quedaron viendo a Venus por que llevaba una mujer en estado inconveniente en sus brazos pero éste les sonrió, a bebido de más! les dijo, y ellas le creyeron regresandole la sonrisa, Venus era tan atractivo que parecía que hechizaba a las mujeres solamente con su varonil sonrisa, sus dientes blancos y parejos, parecían de comercial de pasta de dientes, Miguel su mano derecha solamente rodó los ojos y abrió el elevador para su coqueto jefe.

Una vez que Venus colocó a su hermana en la cama, pidió a Miguel bajar para traer con él al médico, se trataba del doctor Valerio Ortiz, su padre había sido por muchos años el médico personal de la poderosa familia de mafiosos Almanza, ahora el había seguido los pasos de su padre, Valerio conocía a los almanza desde pequeños y había guardado en secreto su gran amor por la mayor de las mafiosas, se enamoró de ella desde que cumplió los quince años, para él Rafaela a sido y será la quinceañera más hermosa que sus grises ojos han visto, cuándo fue llamado para atender una herida de un miembro de la familia no se imaginó que fuera de su amada Rafaela, Valerio llevaba en una gran maleta de todo para salvarla.

Apenas entró a la habitación Valerio fijó su mirada en Rafi, el hombre como médico era muy profesional, se acercó a ella quitando con unas tijeras la estorbosa bata que la cubría, Venus lo estaba asistiendo en todo lo que ocupaba, con mucho cuidado quitaron también las vendas húmedas de la sangre de Rafaela, pudieron ver los puntos en la herida que se había abierto, Rafaela en su casi inconciencia se quejaba de dolor

—Lo primero que haremos es ponerle una intravenosa! le informó al hermano, le administraremos un fuerte medicamento para el dolor y un sedante, necesito dormirla para trabajar en ella, y Venus! creo que va a necesitar sangre, necesito saber su tipo de sangre para mandarla traer!—dijo el médico Valerio.

—Ella es O positivo Valerio!

El joven médico sacó su celular y llamó a su asistente para que comprara dos bolsas en el banco de sangre de la ciudad, no sería barata además que le darían un extra al tipo del mostrador para que no hiciera preguntas innecesarias

Se le veía trabajar a Valerio sin distracciones, Rafaela estaba desnuda en una mayor parte de su cuerpo pero él se mantuvo profesional en todo momento, le curó la herida con mucho cuidado y volvió a suturarla, la bolsa de sangre ya había llegado y ya la estaba transfundiendo en la mafiosa

Venus una vez que Valerio terminó de atenderla, cubrió a su hermana con una delgada sábana, ya las vendas no sangraban, eso quería decir que la herida estaba bien cerrada, el mafioso y el doctor se veían cansados al extremo, les había amanecido en la habitación del hotel curando a Rafaela, Valerio se sentó en un sofá que estaba cerca de la cama mientras que Venus hizo lo mismo pero en la pequeña salita que estaba en el recibidor, ninguno iba a moverse de allí hasta que la hermosa joven estuviera fuera de peligro

Una semana después Rafaela ya estaba mejor, había sido llevada por Venus a la mansión Almanza cómo se lo advirtió, fue ahí que se dió cuenta que Cristian había arruinado las negociaciones con Adriano Ferragamo, las mafiosas pensaban que estaban tratando con una mujer por un error de dedo del menor de los Alfas

*

Rafaela llegaba a la oficina que Cristian tenía en la mansión para hablar con ella, la recuperación del disparo todavía no era completa, todavía debía estar lidiando con dolor e incomodidad, en la mansión Almanza tenían toneladas de coca que aunque era de primera debían colocarla al mejor precio que se pudiera por qué allí parada no les servía de nada, necesitaban venderla para invertir en el próximo embarque

—Me puedes explicar grandísima idiota, cómo demonios arruinaste la negociación con los Ferragamo? Solamente faltaba firmar el contrato y discutir unas cláusulas! pero noooo! —la arrogante Cristian Almanza quiso lucirse y se le fue la negociación de las manos! ahora tenemos solamente la merca y del dinero ni sus putas luces!

—Déjame explicarte Rafaela! pero primero siéntate, todavía no te has recuperado, desde aquí puedo ver qué todavía te duele la herida!—Cristian respondio

Hay cosas que duelen más que ésto! dime qué fue lo que pasó? por qué se te cayó el contrato?—Rafaela pregunto

—Fue por qué la idiota de Adriana Ferragamo dijo que le estábamos vendiendo muy caro la mercancía! él dijo que si no le hacíamos un descuento no comprarían!—Cristian se quejo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: CUATRO ALFAS PARA LAS MAFIOSAS