CUATRO ALFAS PARA LAS MAFIOSAS romance Capítulo 3

Bruno

Mi enemigo escapó cómo la rata miserable que es! pero en este momento tengo otra cosa mucho más importante entre las manos, a mi hermosa luna, ella se a desmayado por la conmoción de ver a dos hombres peleando y deseando matarse ante ella, juro que está la vas a pagar caro, Nicolae!

Me quedo con mi luna en brazos apreciandola, su rostro es como el de una preciosa muñeca, por lo que queda de su ropa puedo ver qué ella llevaba puesto un vestido de novia, paso mi manos por una de sus mejillas para sentir su piel, es tal como me la imagino, suave, muy suave.

—¿Estás casada? necesito respuestas ¿por qué llevas puesto este vestido? tú no puedes casarte con nadie que no sea yo! alguien se atreve a venir a reclamarte lo mataré sin compasión!

Recuesto con cuidado a mi mate para ir al baño a ducharme, salgo con una toalla enredada en la cintura con otra seco mi largo cabello

*—Marcarla, Bruno!*

Escuchó a mi lobo Dan hablar, —ten paciencia amigo, primero tenemos que conocerla, no podemos ser tan invasivos, ella está muy asustada ahora debemos darle un poco de tiempo

*—No! no quiero perder el tiempo, quiero llevarla con nosotros, quiero tocarla Bruno!—*

Un gemido rompe mi conversación con mi lobo, es mi luna que está despertando, por la diosa luna que hermosos ojos tiene, son azules, azul turqueza, estoy parado aquí perdido cómo estúpido en sus pestañeos.

Rafaela

Despierto sin tener idea de que pasó, no caigo en cuánta de la situación hasta que veo a ese atractivo adonis de pie con solo una toalla tapando su.. miembro, no es el hombre que me atacó pero mi reacción inmediata fue voltear hacia abajo a inspeccionar mi cuerpo, dios! y si me a violado?

Bruno

Es un poco divertido ver cómo esa mujer busca en su cuerpo algo que le.indique que tuve sexo con ella, su rostro está preocupado, hasta puedo notar un poco de angustia, me ve y se corre hasta la esquina de la cama como si me la fuera a comer, lo haré pero tendré un poco de paciencia, primero quiero saber más de ella,

—¿Qué hace aquí? ¿por qué tiene puesto ese vestido de novia? su nombre! quiero saber su nombre.

—¿Qué hace usted en mi casa? y.... paseándose desnudo? váyase de mi propiedad de inmediato! no sé de dónde saqué el valor para correrlo pero no me iba a dejar intimidar, por qué me pasaba esto a mi, es como si una nube negra se hubiese posado arriba de mi cabeza para traerme desgracia trás desgracia

—Qué mal agradecida eres mujer, ¿así tratas al hombre que te salvó de tu atacante? un gracias no estaría tan mal!

—Gracias por salvarme! —dije después de pensarlo unos segundos,—ya te agradecí ya puedes irte, no es apropiado que un hombre desconocido y una mujer estén en la misma habitación.

Otra vez me está echando, no sé hasta cuando va a aguantar mi paciencia, estoy que le saltó encima para hacerla mía, si ese es el problema iré a la cocina para ver si encuentro algo de comer, reviso todo y lo único que hay es una lata de sopa de calabaza

—ésto está más abandonado que el desierto Karino! —llamó a mi beta, —encárgate de que me dieran de comida una cabaña que está en los límites del bosque y el lago encanto, que sea de inmediato!

—Cómo ordene Alfa!

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: CUATRO ALFAS PARA LAS MAFIOSAS