"Cupido" caído del cielo romance Capítulo 10

A primera hora de la mañana del día siguiente.

Lo primero que vio al abrir los ojos fue a este pequeño monado tumbado a su lado.

Está tumbado en sus brazos, durmiendo profundamente. Las largas pestañas son como dos pequeños abanicos. La piel es tan blanca y tierna que parece estar hecha de agua.

Paulina se sentía muy delicada en su corazón.

En los últimos cinco años, había visto a muchos niños. Pero nunca había conocida a un niño como Esteban. Le hacía sentir intimidad, adoración, incluso un impulso que no quería dejar pasar.

Paulina se divirtió con sus propios pensamientos. Si ella realmente no lo deja ir. Cuando llegue el momento, teme que familia Leoz la haga sufrir.

Se tomó un momento de imaginación antes de levantarse suavemente y prepararse para ir a hacer el desayuno.

Lo que no esperaba es que, al llegar al salón, viera que Marcos ya se había levantado y que el desayuno estaba por toda la mesa.

Había gachas de arroz, desayunos al estilo de Hong Kong, desayunos al estilo occidental. El tipo de comida iba más allá de su imaginación.

Paulina se sorprendió un poco. -¿Esto es ...?-

-Salí a comprarlo. No vi ninguna comida por aquí, y no sabía lo que te gusta comer. Así que compré un poco de cada uno.-

Marcos dijo con indiferencia. La voz era como el sonido de un violonchelo. Era baja y un poco pausada. Era muy agradable de escuchar.

Paulina escuchó la voz como si sus oídos recibieran un masaje. Y se apresuró a decir -Eres demasiado amable, no soy exigente con la comida. Puedo comer cualquier cosa.-

Al mismo tiempo, se maldijo en secreto.

El presidente Leoz le compró el desayuno. Si los demás lo supieran, muchas mujeres harían cola para tirarse al río.

Pero Marcos dijo como si no hubiera pasado nada -De verdad está bien. Date prisa y ve a lavarte la cara y a cepillarte los dientes. Yo iré a levantar a Esteban.-

Paulina asintió rápidamente con la cabeza y entró en el baño.

Quince minutos después, volvió a salir. Esteban ya se había levantado y estaba acurrucado en los brazos de su padre, con aspecto reacio.

Marcos fue muy paciente con su pequeño. Aunque todavía parece muy gruñón.

Pero cuando Paulina vio esta escena, sintió que esta imagen era extremadamente hermosa. -La madre del Esteban que tiene tanta felicidad. Tener un bebé tan encantador es puramente celestial.-

Se pregunta por qué no está cerca de este padre e hijo.

¿Es porque familia Leoz está en contra, o hay alguna otra razón?

Paulina estaba perdida en sus pensamientos, pero Esteban ya la había encontrado. Inmediatamente saltó del regazo de su padre y corrió hacia Paulina.

Paulina lo abrazó, sonrió y preguntó -¿Dormiste bien anoche?-

-Dormí muy bien.- Esteban sonrió y le rodeó el cuello con sus brazos.

Paulina se frotó la cabeza -Entonces vamos a desayunar.-

-Mmm.-

Esteban respondió suavemente, sus ojos brillaban con fuerza. Toda la comida olía muy bien, y en poco tiempo se terminó el tazón de gacha de arroz.

Marcos observaba desde un lado, parecía incomprensible.

En el pasado, toda la familia tenía que persuadir y rogar a este principito en casa cuando comía. Incluso eso no tenía mucho efecto.

Pero ahora, ¡es tan bueno como su propio hijo!

Después de desayunar, Paulina recogió sus cosas. Estaba lista para ir a trabajar.

Marcos la llevó como su empresa estaba en el camino.

Cuando se bajó del coche, Esteban le rodeó los muslos con sus brazos y no la dejó marchar.

Paulina se echó a llorar de felicidad y se sintió conmovida -Cariño, tengo que ir a trabajar. No puedo llevarte conmigo. Tienes que volver con tu padre.-

Los ojos llorosos del pequeño bebé y su cara mostraban “Por favor, no me dejes.”

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