"Cupido" caído del cielo romance Capítulo 28

-¿Qué?- con los ojos enfocados, respondió Marcos en voz baja.

Paulina estaba tan nerviosa que el corazón salía por su boca y pensó, “¿Qué quiere hacer?”

“¿Besaría conmigo?”

Claro que no, porque no eran tan familiares.

Seguramente, ¡no!

Entonces, ¿qué quería hacer él?

¿Por qué estuvieron tan cerca?...

En este momento, los dos estaban a unos cinco centímetros de distancia.

Paulina podía sentir claramente que un aliento caliente le sopló la mejilla, que estaba fresca y le daba comezoón como si fuera barrida por una pluma, a la vez, por una corriente eléctrica...Y todo lo que podía oler era su olor único.

Se asustó, y extendió apresuradamente la mano para presionarle contra el pecho, retrocediendo dos pasos sin consciencia.

Pero de pronto, se le agarró la cintura una mano poderosa.

-No te muevas.- le advirtió al oído firmemente.

Así, Paulina estaba tan asustada que no se atrevió a moverse, solo abrazada por él con una postura íntima.

Originalmente, Marcos solo quería verle la cara roja e hinchada.

Tan pronto como se abrazó así, percibió un olor fragante que le soplaba la cara.

Distinguió que era el olor del champú que usaba.

Acababa de ducharse y se vistió con un albornoz. Todo el cuerpo se vio suave y encantador indescriptiblemente.

Es un cuerpo muy suave de una mujer hermosa.

Con dos llamas encendidas debajo de los ojos de Marcos que se oscurecieron, toda la sangre del cuerpo se comenzó a fluir con un aceleramiento como el de agua hirviendo, y luego se reunió a toda carrera hacia la parte inferior del abdomen.

Inesperadamente, ¡produjo ganas de hacer el amor con Paulina !

Sin embargo, Marcos le reprimió rápidamente ese deseo.

¡Todavía no quería asustarla!

Después de respirar profundamente, la soltó, se enderezó de nuevo, y dijo con calma a duras penas, -La cara está muy hinchada de verdad.-

Paulina todavía no conocía la situación, y estaba aturdida durante un buen tiempo antes de que lo reaccionara.

¿Así que se le acercó tan cerca de repente solo para ver las marcas de bofetadas en su rostro?

La hizo que pensara tanto en este instante.

Paulina se vio un poco avergonzada y se sonrojó levemente, -Estoy bien, no me duele tanto ahora y se me redujo la hinchazón más tarde.-

Marcos no estuvo satisfecho al ver su apariencia indiferente.

Lo que más apreciaba una mujer era su propio rostro, pero, ¿por qué no lo le importaba tanto?

Incluso si era guapa, no podía hacer como quiera. ¡Así que una cara hermosa se arruinó con esa bofetada obiva!

Marcos frunció los labios, tiró de ella y la obligó a sentarse en el sofá..

Enseguida caminó hacia la puerta y tomó una bolsa de agua, desde la cual sacó una botella y la presionó suavemente contra la cara de Paulina, mientras dijo en voz tranquila, -Aplícala en la cara, que ha estado refrigerada pero no congelada, lo que no te hará tan incómoda.-

Al final, Paulina se enteró del propósito principal de esta bolsa de agua, que se sintió caliente y graciosa.

-Gracias.- le dijo con una sonrisa.

-De nada.-

Marcos se sentó al lado y la miró que estaba aplicándola.

Los dos se quedaron sin palabras durante un rato. Pues, los alrededores se volvieron silenciosos.

A la vez Paulina se sintió tan avergonzada que debería decir algo para aliviar esta atmósfera.

Pero estaba tan aturdida que no podía pronunciar ninguna palabra, como si estuviera anudada su lengua, y todavía estaba recordando la escena donde le había abrazado hace un momento...

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