Desde un matrimonio falso romance Capítulo 1

Ya era tarde en la noche.

En el chalet independiente situado en las afueras de la capital, de vez en cuando se oyen tímidos ruidos de golpes procedentes del dormitorio principal.

—Despacito...

***

—¡Ay!

Mariana Ortiz frunció el ceño con incomodidad y se frotó con fuerza las sienes, tratando de aliviar el dolor.

—Señor, señora, el desayuno está listo —la voz de la vieja sirviente Señora Sana vino desde afuera de la puerta.

—Espera un momento, bajaré ahora mismo...

Justo cuando se movió, ella sintió un dolor ardiente entre las piernas y se dio la vuelta, con sus largas piernas naturalmente estiradas hacia delante.

«¿Qué? ¿He presionado contra algo duro?»

Mariana abrió los ojos aturdida y, de un vistazo, vio aquel rostro apuesto que aún rezumaba sudor. Aunque dormía con los ojos cerrados, la frialdad de su entrecejo seguía siendo aterradora. Recordando «señor, señora» que acababa de decir Señora Sana, las pupilas de Mariana se estrecharon de repente y gritó:

—¡Ah!

El grito de la mujer rompió el silencio de la madrugada.

Aunque Leopoldo Durán estaba muy cansado, se despertó en ese momento.

Sus hermosas cejas se enarcaron y sus ojos se abrieron ligeramente, su fría mirada recorrió el dormitorio antes de posarse finalmente en la mujer junto a la almohada,

—¿Por qué estás aquí? ¿Tuvimos sexo anoche?

La cara de Mariana se puso repentinamente roja y se agarró a las sábanas avergonzada:

—¡Voy al baño!

Sin atreverse a mirar de nuevo a ese hombre, Mariana se precipitó al baño presa del pánico y cerró la puerta de golpe, provocando un fuerte ruido.

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