Después de Traicionado romance Capítulo 36

Mateus

Nos quedamos allí un rato más, simplemente disfrutando de la compañía del otro.

— Cariño, ¿nos levantamos? Tenemos que ducharnos y yo tengo que preparar la cena. —

— ¿Podemos cenar pizza? —

— La pizza no es saludable, Matthew, y acabas de salir del hospital, ¿no te parece demasiado pesado? ¿Oye? ¿Yo estoy hablando con usted? ¿Por favor, respóndeme? —

— No, estás hablando con Mateus. —

— ¿Eh? ¿No es ese tu nombre? —

— No para ti. —

— ¿Y cómo te llamo entonces?" —

— ¡No lo sé! La vida, bueno, el amor, Teteu, elige uno. —

Respondo con un puchero que Mirella sujeta con la mano.

— Entonces, Teteu, mi amor, mi vida. ¿No crees que la pizza es demasiado pesada para la cena de hoy, cariño? —

Ella sonríe y coloca un beso en el pezón que estiré y ella sostiene.

— ¿Por favor amor? Solo hoy. A partir de mañana me puedes llenar de verdura y te prometo que no me voy a quejar. —

— Está bien mi amor, ahora vámonos". —

Me pone en la silla y vamos a la sala. Carina ya se había ido y Leonardo estaba mirando. Entonces ella pregunta.

— ¿Leo? ¿Qué te parece la pizza para cenar? —

— Hmm… ¿Peperoni? —

— Claro. —

— Es mi favorito. —

Me sorprende su respuesta, así que le pregunto.

— ¿Tu recuerdas? —

Mirella celebra.

— ¡Eso es óptimo! —

— ¿Qué? —

— Su pizza favorita siempre ha sido la de pepperoni. —

Nos fuimos a la ducha, contentos con este pequeño avance de Leonardo, Mirella le habló de cómo le gustaría proceder con los cuidados y procedimientos que necesita realizarle y por supuesto que entendió y estuvo de acuerdo con todo, además de burlándose de mi cara, diciéndome que me tranquilice que con ella el animal no sube para nada. Entonces ella lo ayudó a desvestirse y lo dejó en la ducha, luego lo ayudó a vestirse y lo llevó a la sala de estar, todo lo demás lo hizo él mismo.

Luego nos fuimos a la ducha, como de costumbre ella me quitó la ropa en el dormitorio y me llevó al baño ya en la silla de la ducha. Pero me sorprendio cuando solo tenia puesta una pantaleta y un sostén para bañarme, sonrei y ella se acerco comenzando a lavarme el cabello, estaba tan hermosa alli frente a mi que mi verga queria despertarse enseguida, pero me concentre , respiré hondo y dije...

— ¿Amor? Tendremos que hablar de nuestra vida sexual. —

Ella me mira y veo que se está sonrojando.

— ¿Oye? Sin vergüenza ¿recuerdas? Cariño, te digo esto porque mírame, mira mi verga como está, con solo verte así, ya está lleno de deseo, pero no creo que sea justo que sienta placer, entonces quiero. hablar. —

— Está bien, ¿podemos hacer esto cuando nos vayamos a la cama?" —

Ella responde después de suspirar.

— Sí, podemos. —

Luego sigue bañándome, pero verla moverse frente a mí, hermosa y semidesnuda, me puso duro como una piedra y por supuesto esto no pasó desapercibido para ella, quien se frotó las manos con jabón para hacer espuma y Lentamente comenzó a acariciar mi polla, ella hizo movimientos de ida y vuelta, nuevamente me rendí a sus caricias, cerré los ojos, disfrutando el momento, que esta vez fue mucho más placentero, pues no había sentimiento de culpa, solo amor y placer. .

— ¿Eso es bueno, amor?" —

pregunta mientras acaricia lentamente mi polla, moviendo su mano hacia arriba y hacia abajo.

— Hurum... Que rico mi amor... -

respondo gimiendo, ella acelera los movimientos mirándome, con la otra mano masajea mis bolas, sin detener los movimientos de ida y vuelta, hace pequeños círculos con su pulgar en la cabeza de mi pene acariciándolo, con eso pongo los ojos en blanco tan delicioso que lo disfruto.

— Joder, amor, qué delicia... Arghhhh. —

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