Después de Traicionado romance Capítulo 39

Mateus

Me despierto con Mirella besándome, como hoy es domingo, no tenemos prisa por levantarnos.

— Hmm, que delicia despertar así, buenos días amor. —

— Buenos días querida, ¿te sientes mejor?" —

— Si mi vida. —

Leonardo

Me despierto y me doy cuenta que Carina no está en la cama ni en la habitación, la puerta está abierta como suele salir Mirella, ¿se arrepintió anoche? Maldita sea, ¿qué hago?

Mateus

— Cariño, me voy a levantar a hacer café tengo hambre, ¿quieres levantarte ahora o quedarte en la cama un rato más? —

Ella dice y me da un beso.

— Levántate ahora. —

Y así lo hace, me pone algo de ropa, porque desde que empezamos a salir duermo en ropa interior, me lleva al baño, nos hace la higiene y vamos a la cocina, cuando llegamos vemos que la mesa ya está puesto y el café está colado. , pero no vemos a nadie.

— Vaya, todo listo, los llamaré para comer. —

Ella dice sentándome cerca de la mesa.

— Amor, no los molestará, será mejor que esperemos aquí". —

Mirella

La puerta de su dormitorio está abierta, pero llamaré antes de entrar. —Digo saliendo de la cocina.

— ¿Permiso? —

Hablo suavemente empujando la Puerta.

— Buenos días Mi, puedes pasar. —

— Buenos días, ¿nos levantamos? —

Pregunto al darme cuenta de que Carina no está y él esperaba que fuera ella por su cara de decepción, así que decido no sacar el tema, a ver si dice algo.

— Lo haremos. —

— Está bien, buscar é a Mateus, vuelvo enseguida, ¿de acuerdo? —

Entro a la cocina ya hablando con Mateus.

— Cariño, Carina no está con él, creo que se fue, porque no está en la casa. Vamos, déjame ayudarte a levantarte. —

— ¿Qué? ¿Pero qué dijo Leo? —

— Nada, me dio los buenos días normalmente y pensé que era mejor no preguntar, se desilusionó al ver que era yo entrando a la habitación, trató de disimularlo, pero me di cuenta. —

— Maldita sea, amor, ¿se arrepintió de quedarse con él?" —

— No sé, pero luego vemos esto, vamos, y no saques el tema, déjalo hablar cuando quiera. —

— ¡Está bueno! —

Él resopla con frustración. Sigo la rutina para ayudar a Leo a levantarse y volvemos a la mesa, tratamos de ocultarlo y no hablar de ello, pero el ambiente es un poco extraño, hasta que...

— ¡Buenos dias mis amores! Joder, ¿ni siquiera me esperaron para el café? —

Carina entra con unas bolsas de la panadería.

— Buenos días amigo, pensé que te habías ido a casa temprano. —

Carina

— No, solo fui a comprar algunas golosinas para el café. —

Mateus y Leonardo callan, ni siquiera dieron los buenos días, ¿creyeron que me escape?

— Eso está bien, siéntate, vamos a disfrutar de las golosinas, excepto que tú, Teteu, hoy te vas a tomar la comida a la ligera. —

— Estoy bien ahora, amor, fue una m...—

Tendré que arreglar esto, Leonardo no lo va a mencionar por cierto, así que me inclino hacia él dándole un beso y Mateus deja de hablar en ese momento.

— Buenos días príncipe, ¿dormiste bien? —

Y luego muestra una hermosa sonrisa.

Leonardo

— Mejor noche de mi vida. —

Respondo un poco sorprendida y muy feliz por el beso.

— ¡Que lindo! —

Mirella sonríe y dice.

— ¡Gracias a Dios! —

— ¿Qué es este Mateo? —

Ella lo regaña.

— Lo siento chicos, pero estaba pensando que Carina se había ido, luego regresó y pensé que iba a fingir demencia, pero me alegro por ustedes, de verdad, y por Carina, para que sepan, este tipo vale oro, no le hagas daño, o Mirella tendrá que azotarte. —

Dice y nos reímos.

No tengo intención de hacerlo y, para que lo sepas, vale mucho más que el oro. —

Le sonríe a Matthew y me acaricia la cara mientras le responde. Y así el domingo transcurre en paz.

Mateus

Gracias a Dios todo va bien entre Carina y Leonardo, hace quince días que empezaron a salir o salir, no sé cómo llamar a su relación.

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