Mateus
Me despierto con Mirella besándome, como hoy es domingo, no tenemos prisa por levantarnos.
— Hmm, que delicia despertar así, buenos días amor. —
— Buenos días querida, ¿te sientes mejor?" —
— Si mi vida. —
Leonardo
Me despierto y me doy cuenta que Carina no está en la cama ni en la habitación, la puerta está abierta como suele salir Mirella, ¿se arrepintió anoche? Maldita sea, ¿qué hago?
Mateus
— Cariño, me voy a levantar a hacer café tengo hambre, ¿quieres levantarte ahora o quedarte en la cama un rato más? —
Ella dice y me da un beso.
— Levántate ahora. —
Y así lo hace, me pone algo de ropa, porque desde que empezamos a salir duermo en ropa interior, me lleva al baño, nos hace la higiene y vamos a la cocina, cuando llegamos vemos que la mesa ya está puesto y el café está colado. , pero no vemos a nadie.
— Vaya, todo listo, los llamaré para comer. —
Ella dice sentándome cerca de la mesa.
— Amor, no los molestará, será mejor que esperemos aquí". —
Mirella
La puerta de su dormitorio está abierta, pero llamaré antes de entrar. —Digo saliendo de la cocina.
— ¿Permiso? —
Hablo suavemente empujando la Puerta.
— Buenos días Mi, puedes pasar. —
— Buenos días, ¿nos levantamos? —
Pregunto al darme cuenta de que Carina no está y él esperaba que fuera ella por su cara de decepción, así que decido no sacar el tema, a ver si dice algo.
— Lo haremos. —
— Está bien, buscar é a Mateus, vuelvo enseguida, ¿de acuerdo? —
Entro a la cocina ya hablando con Mateus.
— Cariño, Carina no está con él, creo que se fue, porque no está en la casa. Vamos, déjame ayudarte a levantarte. —
— ¿Qué? ¿Pero qué dijo Leo? —
— Nada, me dio los buenos días normalmente y pensé que era mejor no preguntar, se desilusionó al ver que era yo entrando a la habitación, trató de disimularlo, pero me di cuenta. —
— Maldita sea, amor, ¿se arrepintió de quedarse con él?" —
— No sé, pero luego vemos esto, vamos, y no saques el tema, déjalo hablar cuando quiera. —
— ¡Está bueno! —
Él resopla con frustración. Sigo la rutina para ayudar a Leo a levantarse y volvemos a la mesa, tratamos de ocultarlo y no hablar de ello, pero el ambiente es un poco extraño, hasta que...
— ¡Buenos dias mis amores! Joder, ¿ni siquiera me esperaron para el café? —
Carina entra con unas bolsas de la panadería.
— Buenos días amigo, pensé que te habías ido a casa temprano. —
Carina
— No, solo fui a comprar algunas golosinas para el café. —
Mateus y Leonardo callan, ni siquiera dieron los buenos días, ¿creyeron que me escape?
— Eso está bien, siéntate, vamos a disfrutar de las golosinas, excepto que tú, Teteu, hoy te vas a tomar la comida a la ligera. —
— Estoy bien ahora, amor, fue una m...—
Tendré que arreglar esto, Leonardo no lo va a mencionar por cierto, así que me inclino hacia él dándole un beso y Mateus deja de hablar en ese momento.
— Buenos días príncipe, ¿dormiste bien? —
Y luego muestra una hermosa sonrisa.
Leonardo
— Mejor noche de mi vida. —
Respondo un poco sorprendida y muy feliz por el beso.
— ¡Que lindo! —
Mirella sonríe y dice.
— ¡Gracias a Dios! —
— ¿Qué es este Mateo? —
Ella lo regaña.
— Lo siento chicos, pero estaba pensando que Carina se había ido, luego regresó y pensé que iba a fingir demencia, pero me alegro por ustedes, de verdad, y por Carina, para que sepan, este tipo vale oro, no le hagas daño, o Mirella tendrá que azotarte. —
Dice y nos reímos.
No tengo intención de hacerlo y, para que lo sepas, vale mucho más que el oro. —
Le sonríe a Matthew y me acaricia la cara mientras le responde. Y así el domingo transcurre en paz.
Mateus
Gracias a Dios todo va bien entre Carina y Leonardo, hace quince días que empezaron a salir o salir, no sé cómo llamar a su relación.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Después de Traicionado