DESTINADA A ÉL romance Capítulo 10

CAPÍTULO 18 PARTE 2

POV CALEB

—Joven Caleb, es muy bueno verlo de nuevo —comentó una de las chicas de servicio con la cual me había acostado un par de veces.

Solo asentí y entré. No quería dar pie para hablar de temas del pasado.

— ¿Mi padre? —pregunté secamente.

—Se encuentra en su estudio —cuando vio que me dirigía hasta allá, aclaró—. El señor dejo comunicado que no lo fueran a interrumpir.

Hice caso omiso y continué. Necesitaba que me ayudara en un pequeño problema y desde ahora sabia sus posibles respuestas.

“Ahora te acuerdas que tienes padre”

“¿Por qué lo haría si nunca haces caso a lo que te digo?”

“Y que gano yo con todo esto”

—Maldito estúpido —susurré y abrí la puerta abruptamente sin tocar.

Mi padre se encontraba a punto de insertar sus colmillos en el cuello de su nueva reserva de sangre.

Casi sentía pena por ella…casi, pero recordaba lo estúpidas que eran al pensar que mi padre algún día las amaría y terminaría convirtiéndolas en su señora y se me pasaba.

— ¿Pero eso no haces tú con Emma? —me preguntó mi subconsciente.

— ¿Qué carajos haces aquí? —negó inmediatamente, retractándose—. No no no, lo más importante ¿Por qué no tocas? Que seas mi maldito hijo no significa que puedes entrar así como así.

—Lárgate —le ordené a la chica con un tono de voz sofrío, haciendo caso omiso a mi padre.

Esta se arregló su blusa y salió despavorida de la habitación.

Me senté en una de las sillas al frente de su escritorio.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó en un gruñido.

—N-Necesito tu —aspiré hondo. Era muy difícil para mí decirlo en voz alta, era demasiado orgulloso y antes de salir de casa había jurado en nunca volver a necesitar algo del—. Ayuda.

Luciano quedó unos segundos observándome fijamente, necesitaba asegurarse si era verdad lo que decía y no una simple broma, cuando supo que mis palabras eran ciertas, soltó una carcajada seguida de otra.

—Tú —señaló riéndose—. Pi-pidiendome un fa…favo —la risa no lo dejaba hablar y yo ya quería golpearlo. Cuando se vio calmado habló—. Joder no puedo.

—Dime si me ayudaras para no perder mi tiempo.

La seriedad volvió a su rostro y ya sabía lo que preguntaría.

— ¿En qué me beneficiaria ayudarte? —sus ojos brillaron codiciosamente.

Y ahí estaba.

— ¿No puedes ayudar sin pedir algo a cambio por primera vez en tu miserable vida? —cuestioné mientras me servía un poco de licor.

—Sabes que no. Lo intento hijo mío, sabes que lo hago, pero no puedo —expresó con una fingida pena.

— ¿Qué sabes de los witchmions? —solté de repente.

—Lo que todos saben… Son grandes brujos, locos por el poder y cazadores de personas descendientes de dioses…Personas como tú —sonrió.

Bufé y rodé mis ojos, no se podía hablar con él.

—Luciano no tengo paciencia, así que nos saltamos el típico discurso y vas directo a lo que en verdad me importa.

Resopló con un evidente fastidio.

— ¿Qué quieres saber exactamente? —Cuestionó, alzando una de sus cejas.

—Sobre la familia real… sobre el destino de Emma —respondí rápidamente.

Sirvió un trago para él tomándolo de golpe. Se sentó en su silla y por su mirada supe que hablaría.

—Gloria cambio todo —empezó—. Estaba destinada a casarse con uno de los descendientes del dios Ares, su nombre era Aren el primogénito de mi gran y mejor amigo Arge. Su casamiento sería un convenio donde las dos partes salían ganando, pretendían —hizo una pausa sonriendo—. Pretenden unir fuerzas y ser solo uno, logrando así ser casi invencibles, ellos hicieron un pacto de sangre en donde prometieron que sus hijos primogénitos y los hijos primogénitos de sus hijos se casarían con uno de ellos.

— ¿Por qué cambio todo? ¿Qué hizo? —indagué.

—Sabes que los witchmions también son descendientes de Dimion y él fue la pareja de la Diosa Luna, es lógico que algunos de sus descendientes sean la pareja eterna de los pulgosos.

Mierda.

—Entonces Gloria era la pareja eterna de uno de ellos –relacioné, viendo como Luciano asentía—. ¿Pero qué paso?

—Se enamoró y quedó embarazada. Sus padres mataron aquel lobo y la encerraron. Cuando tuvo su hija, porque fue una niña la perdonaron.

— ¿Qué hizo Aren?

—La iba a matar, pero los Witchmions fueron más astutos y hechizaron a toda su especie en un sueño eterno.

— ¿Por qué harían algo así? ¿Por qué no hablar y quedar en un acuerdo?

— Porque los Areanos son los únicos con la capacidad para acabar con su especie —respondió simplemente. Parecía que le gustaba que lo fueran, algo estaba tramando.

Era un dato nuevo que sin duda mas adelante lo utilizaría.

— ¿Porque Gloria quiere a Emma y porque trataba de matarla? —pregunté, no entendiendo que tenía que ver Emma con ella.

—Emma es su nieta —abrí los ojos como platos al escucharlo.

Entonces si Emma era su nieta, la madre de Emma era hija de ….

—No —negué totalmente pasmado—. Esto tiene que ser mentira.

— ¿Acaso me vez que estoy mintiendo? —reprochó enojado—. Estoy perdiendo mi apreciado tiempo contigo y piensas que estoy mintiendo.

—Lo siento, solo es difícil de digerir algo como eso —empecé hacer un recuento de todo lo contado por Luciano, necesitaba saber si algo se me había escapado—. Gloria es madre de Jennifer y ella de Emma; su abuela quiso matarla por ser descendiente de la Diosa Luna. Jennifer odia a Emma, pero contacto o no sé qué mierda hizo, pero una bruja ayudo a Emma para despertar a Owen del sueño que Gloria lo puso.

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