El Alpha Millonario © romance Capítulo 53

Pov Nana

No sé qué voy a hacer con este niño tan inmaduro. Wadecito se pasea de un lado para otro lamentándose el haber dejado a mi Sara afuera en la madrugada.

Alzo mis cejas y suspiro —nana, ¿me estás escuchando? —dejo de lavar los platos y me volteo para enfrentar su desespero.

—Sí hijo, te escucho, pero tú tienes la culpa, ¿Cómo se te ocurre dejar a tu luna en el patio de la casa en plena madrugada? —tomo un limpión y seco mis manos.

—Sí, lo sé y tienes la razón, pero ya no sé que hacer y nadie la encuentra —hay veces que el cerebro no le da y eso que él para todos es sumamente inteligente.

—Y no has considerado olfatear su olor con Yoshua, acuérdate que ya son marido y mujer, unieron sangre, sus lazos y su vinculo ya está unido —alza las cejas y corre a abrazarme.

—Eso es lo que le he estado tratando de decir desde hace media hora, pero él no me hace caso — Yoshua gruñe y se separa de mí.

—Búscala —no termino ni de decirlo cuando ya escucho la puerta de la casa abrirse.

Termino de fregar los últimos platos que quedan y pongo las ollas para hacer el almuerzo.

Rene y Tina entran a la cocina y pasan a tomar una manzana cada una —Tía, ¿para dónde iba el Alpha tan apurado? —Tina se recuesta de la encimera y muerde su manzana.

—Eso no es de tu incumbencia, Tin —Rene se asienta en n taburete, saco su desayuno del microondas y lo coloco al frente de ella.

—Bien dicho, Rene —desordeno su cabello más de lo que ya lo tiene despelucado y prosigue a comer tan anhelada.

—veo por el rabillo del ojo como Tina rueda sus ojos.

Ella es más… vegetariana.

Tina da otro mordisco a su manzana —solo quiero saber, tía tampoco es que me guste nuestro Alpha, es solo que quiero un amor tan genuino como el de la señora y él ¬habla con la boca llena y Rene se atraganta con el desayuno riendo de forma descontrolable.

—Si claro, ¿no has vito a nuestra luna detalladamente? Ella es refinada, seria, compasiva y sobre todo bella, cosa que tú no tienes porque eres una sirvienta al igual que yo. Con mucha suerte conseguiremos un gamma —tira un pedazo de tocino en la cara de Tina y esta lo agarra para tirarlo hacia Rene, pero soy más rápida y lo jalo de su escurridiza mano.

Junta sus cejas y me hace un puchero que cambia a superioridad cuando ve a Rene —y tú tampoco lo serás por gorda, mira como comes —señala su plato —además con esas fachas raras que traes a donde llegaras.

Parecen mas rivales que hermanas.

—¿y acaso ustedes saben cómo son sus patrones? Yo sí sé y no es como ustedes piensan, ahora vayan a hacer sus cosas pequeñas perezosas —niego.

—Tía, algún día tendrás un segundo mate y será totalmente sexy y encantador, es más, puedo asegurar que hoy llegará —sonrío ante el comentario absurdo de Tina —y tú, límpiate la boca, mira como estás —hace una mueca y choca su frente con la palma de su mano.

—Tin, Tina, querido atún, la diferencia entre tú yo es que yo no me quejo de mi personalidad y apariencia, pero tú te preocupas hasta del moco que no es tuyo —Rene se levanta y deja el plato en el fregador, camina hacia ella— vamos, que yo tengo que cuidar del pequeño Alpha hoy y a ti te toca limpiar el baño —ambas ríen, pero su risa se ve afectada por el gran estruendo en la puerta principal.

Arriba, en el segundo piso escucho como Amir se despierta y empieza a llorar, miro a Rene —corre—ella sale disparada de la cocina y giro a Tina —es mejor que corras a limpiar el baño antes de que el Alpha te eche—abre los ojos como puede y sale más rápido que un cometa.

Los pasos de Wade se escuchan resonando de un lado para otro en el tercer piso y baja a su despacho.

Ay Wade, ¿ahora que hiciste?

Coloco los menesteres en la olla, pico los guisos y coloco el arroz, saco la lechuga y un par de tomates para hacer una ensalada y saco un par de limones para una limonada.

Rápido hago la ensalada y tiro de los guisos a las menestras, saco un chuchillo y sigo con la limonada, una aurora maligna entra a la cocina y reconozco al dueño.

Antes de que me hable prefiero yo preguntar —¿Qué paso? —abre y cierra su boca.

—Yoshua la encontró, pero no de la mejor manera, estaba con un tipo, un gamma de la manada, obviamente lo golpee y ella se puso furiosa y me llamo perro. Lo puedes creer nana, me trato como un maldito perro frente a alguien inferior a mí —choca su puño contra la mesa y le sirvo un vaso de limonada.

—Tal vez no debiste dejarla afuera Wade, fuera de eso ¿Por qué no pediste explicaciones?

Ahí vamos en tres, dos, uno…

—Porque sé que ella no me engañaría, es tan clara como el agua, pero el idiota ese, de ese no me confío, de igual forma pienso ignorarla todo el día—niño.

—Toma y relájate para que puedas ir a bañarte e ir a la empresa, luego se te pasará y hablaras de todo con ella, le pedirás disculpas y todo será normal como antes.

—Eso haré, gracias nana —me tira un beso y corre fuera de la cocina.

Ya está super grande y sigue con esas niñadas./

tal vez no ve como una figura materna, todo el tiempo nosotras hemos estado ahí para él.

Eso es cierto, pero eso no es lo que venía a decir, vengo a decir que pongas tu mejor cara.

¿Por qué?

Mate.

Oh no, no. Me niego a creerlo.

A mi nariz llega un espléndido aroma a café que hace mis piernas flaquear.

Después de siglos y ahora tengo un nuevo mate.

No quiero.

No puedo abandonar a mi antiguo amor.

El olor se intensifica y eso me dice que ya está aquí en la cocina, mis manos comienzan a sudar y trago grueso.

De un momento a otro soy abrazada por un par de fuertes brazos y me encojo en mi lugar —mía —no digo nada y el recuerdo de mi antiguo mate llega a mi mente como si una película de video se tratase.

Él gira para vernos cara a cara y me sorprendo de lo joven que se ve. Su rostro es perfilado y tiene una barba ligera, sus ojos son cafés, sus cejas son pobladas, su cabello perfectamente peinado y por último esos labios gruesos.

Creo que te está llamando la atención.

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