El Alpha Millonario © romance Capítulo 6

Capítulo cinco

Realmente no estoy sorprendida, porque esto es algo que no me asombra.

Que los estudiantes molesten al nuevo y más por ser nerd no es una novedad para mí, pero como sé hacer que me respeten solo con una mirada los tengo mirando el piso.

Hay veces que me siento la reina del mundo haciendo eso, pero luego me acuerdo que soy pobre y se me pasa.

Y aquí me tienen señores, sentada en el recreo o receso o hora de descanso, como ustedes le digan, para mí siempre será la hora inútil o muerta.

Observo mi alrededor y veo a los populares en el lado izquierdo superior y los nerds en el derecho inferior, la gente que según ellos son normales, pero locos están en el centro, y aquí estoy yo siendo catalogada como la antisocial y aunque eso me hace méritos no puedo quitarme una mirada desde que pise este lugar.

Ese chico de ojos azules, parece que es el más guapo de la escuela o instituto, cabe decir que en una película alguien como yo llega y él se acerca, hablan, platican, se conocen, se enamoran y viven felices para siempre, pero eso no va conmigo, quiero ser una exitosa médica, no necesito a alguien que este pegado a mí todo el tiempo y celándome por todo.

Quito esos pensamientos de mi mente y presto atención a los parlantes dentro del comedor—Señorita Sara Poezyn, Señorita Sara Poezyn, por favor presentarse en la dirección, señorita Sara Poezyn, señorita... —lo interrumpe otra voz.

—No te cansas, viejo. Has repetido eso ochenta y cuatro veces—dice una voz femenina.

—Pero si apenas lo dije una vez y ya—reprocha el director.

—Nada de eso Cuchurrumin. Haber dame un besito—todos en la cafetería ríen y más fuerte aún cuando escuchan el sonoro beso junto con un "Oh sí, pégame más fuerte Christian Grey"

¿Acaso en esta vida la gente no tiene dignidad?

Todo el ruido que antes estaban haciendo queda en un silencio sepulcral hasta que se escucha un sonoro golpe que hace eco por todo el lugar. Cubro mis oídos mientras sigo escuchando la conversación—Eres tan torpe. Tenías todavía el dedo en el altavoz.

—Pues sí ¿que querías si estaba repitiendo, Sara...

—Sí, sí, sí. Lo que sea, pero ya suelta el botón. ¡Ah, que despistado!

Me levanto con una manzana verde en la mano y camino hacia la dirección. Cada vez avanzo escucho los distintos susurros de los demás, es abrumante estar en su foco de atención.

Tener tantas cosas en tu mente, cosas que no son tuyas es como invadir tu mera privacidad. Niego internamente y termino mi recorrido, entro al pasillo de audiovisual donde paso por la secretaría, saludo a la secretaria que me responde muy amable con un buenos días, rápidamente le señalo la dirección y ésta asiente sin decir ninguna palabra.

A mi cuerpo le recorre un escalofrió y me empiezo a sentir inquietante.

Ya pues, entra por esa puerta y pelea la batalla.-

Ni que fuera una guerrera.*

Siempre arruinando el momento.-

Ah, ya cállate y entremos*.

Empujo la puerta y ahí me encuentro frente al director y un hombre sentado de espalda con un traje perfectamente limpio y planchado, tanto que puedo decir que parece sumamente importante.

El director lo observa y se encoge en su asiento detrás del pupitre. Debe ser sumamente importante si le da miedo a la figura máxima del plantel.

—Buenas tardes, señorita Sara Poezyn, puedes tomar asiento. Aquí te presento a el empresario más exitoso de todo California, el señor Wade Dhall —cierro los ojos y suspiro sonoramente, por eso mi cuerpo estaba tan inquieto.

Se levanta de la silla y en un rápido movimiento lo tengo al frente mío saludándome con esos típicos ojos y esa sonrisa que mojarían a cualquiera chica.

Procedo a saludar formalmente y esa estúpida corriente de nuevo pasa por mis manos volviéndolas sudorosas —Señor Wade Dhall, es un honor estar presente—suelto su mano en un instante y tomo asiento. Miro al director —Bien, dígame para que me llamaba. Justo después del receso me toca matemáticas y no quiero llegar tarde.

—Señorita Poezyn, para eso está el señor Dhall quien la puede llevar.

Suspiro —Entiendo perfectamente—él muy arrogante se sienta nuevamente.

—La llamé porque a pesar de que solo lleva un día, quería decirle que sus calificaciones son excelentes, por lo tanto, es el cuadro de honor número uno en todo el instituto y sería un honor para nosotros que usted nos representara en el concurso estudiante exitoso en una de las empresas del señor Dhall...

Lo interrumpe el arrogante—Es un concurso beneficioso para los estudiantes, los premios pueden variar según el tipo de ganador que sea, el tercer lugar se llevará un viaje por Europa con todos los gastos pagos, el segundo lugar una beca para que pueda estudiar donde quiera y el ganador número uno puede elegir lo que sea que yo lo cumpliré—su semblante es serio, compartimos miradas y la desvío.

Me da tanta rabia que me dan ganas de poner mis manos en ese cuello y jalarlo para matarlo.

—¿Qué dice? —el director me saca de mi mente matona y volteo a verlo.

—Aceptaré solo con una decisión —cierro mis ojos y suspiro—si no, no hay trato—volteo a él —Si es lo que yo quiero ¿cierto?

Asiente —Exacto.

—Entonces cuando termine con todos y gane el primer lugar, usted me tendrá que acompañar a un hospital, quiero ver como funciona su estructura interna, además de que me gustaría pasar por la morgue.

—¿Qué? ¿eso es lo que quieres?

—¿Eso es lo que desea usted señorita? — interviene el director.

—Es todo lo que pido—me encojo de hombros esperando una respuesta.

—Me da risa. Todo lo que pudiste haber pedido y solo pides eso, algo tan insignificante como eso.

—Puede que para usted sea insignificante, pero para mí es mi meta, mi sueño y si me ofenderá por gustarme estudiar eso, pues no sé que clase de empresario será usted—me miro las uñas—tal vez uno cobarde—veo la reacción del director, sus ojos que se quieren salir de sus órbitas, el empresario me mira lo más serio posible y cruza sus brazos sin dejar de verme con esos ojazos que me hipnotizan algo oscuros.

—Eso no es impedimento para mí y acepto el trato—extiende su mano y la tomo sellando el testamento.

—Sin más que decir, ¿cuándo es que tengo que participar en dicho concurso y dónde se realizará?

—Participaras de cada uno de los proyectos que te asignen y se realizará en una de las empresas del señor Wade, para ser específicos en el Dhall Holdings, y si no sabes aún donde queda, mañana por la mañana el señor Dhall estará aquí a las nueve y la puede llevar, traiga ropa, porque no llegará a su casa, pasará esos días en un hotel cerca de la empresa—chasqueo mi lengua— ahora ya puede irse al salón de matemáticas—me levanto rápidamente.

Es impresionante lo que haces cuando te sientes ofendida, me gusta.]]

...

¿Eso lo dijiste tú?*

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