El Amor De Antonio romance Capítulo 137

Al verla así, Antonio se sintió terriblemente angustiado, se acercó, se puso en cuclillas a su lado, acarició suavemente su largo cabello y preguntó en voz baja, -¿Qué pasa? -

Su voz era baja y profunda, como si tuviera la habilidad de curar a otros, y sonaba muy cómoda.

Clara abrió los ojos en medio y lo miró.

Antonio vestía de un traje de casa de color cálido y parecía muy brioso. Clara siempre sintió que un hombre fuera realmente guapo sin importar cómo se ponía. Justo Antonio pertenecía a eso, incluso las bellezas antiguas no podían igualar su belleza.

Además, aunque él se ponía la ropa de tono cálido, todavía no se pudo ocultar su temperamento frío único.

Clara lo miró un poco de fondo y no pudo evitar reír, -¡Qué guapo! –dijo Clara.

Antonio sonrió suavemente en sus labios y dijo con ternura, -Entonces dejo que me veas toda la vida.-

-¿Por qué me tratas tan bueno? -

Clara sintió algo acidez en su nariz.

En fuera, no importaba cómo ella combatía con los demás, su corazón se agotaría finalmente.

No importaba lo valiente e inteligente que fuera, siempre seguía siendo una niña que tenía los momentos vulnerables donde necesitaba protección de los demás.

En cuanto a esto, Alejandra no pudo hacerlo, Lydia tampoco, sólo el hombre frente a ella lo hizo.

Podía sentir la temperatura de las palmas de Antonio y los ojos negros, como el mar profundo, llenos del amor profundo, mimo, afecto. Como si ella fuera un tesoro en su palma.

No había visto esa mirada desde que falleció su madre.

Para su pregunta, Antonio se mantuvo silencio durante mucho tiempo.

Después de un largo tiempo, respondió, –Porque eres mi esposa, mi existencia es para que puedas depender cuando estés cansada y necesites amparo. Si se puede, espero que no seas tan fuerte sino puedas ser feliz. Antes, estabas sola y ellos podían humillarte a sus antojos. Ahora que eres mi esposa, haré todo lo posible para amarte, protegerte y evitar que otros te toquen.–

El susurro magnético del hombre, como un martillo pesado, golpeó en su corazón fuertemente.

Una emoción fuerte indescriptible, como masa fermentada, se hinchaba constantemente, y finalmente casi explotó su corazón.

En la edad más hermosa, ella se encontró con la traición más dolorosa.

Pero también conoció a la mejor persona en la mejor edad.

En el pasado, ella siempre sintió que Dios era injusto consigo, pero ahora creyó que Dios era demasiado bueno con ella porque le había traído lo mejor.

–Qué hago, si algún día del futuro, no tengo más remedio que dejarte. Definitivamente me sentiré triste y querré morir.–

Clara tomó la iniciativa para abrazar sus hombros y todo su cuerpo replegó en su brazo, tomando con avidez su sabor y disfrutando de su temperatura.

Quería recordar su sabor y temperatura corporal para siempre.

–Si hay ese día, no debes morir porque yo te buscaré. No importa donde estés , te encontraré.–

Antonio la abrazó con fuerza y la besó suavemente en su mejilla, dijo, –Por supuesto, intentaré evitar que este caso suceda, porque no puedo imaginar cómo te volverás sin mí a su lado.–

La persona en sus brazos, solo quería encerrarla fuertemente a su lado y nunca se fue en el resto de su vida.

Clara sonrió dulcemente y dijo, –Si hubiera ese día, entonces me quedaría en el lugar más iluminado para que me veas, y así no me encuentres.–

–¡La palabra está acordada!–

Hablando de la parte emocional, él sonrió y la abrazó subiendo las escaleras y entraron en la habitación.

Fuera de la ventana, la noche era suave y dentro de la habitación desbordaba de la primavera.

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