El Amor De Antonio romance Capítulo 151

Con Lolita gritando y forcejeando, Clara le quitó la gasa de la frente, revelando un corte en la esquina de la misma.

Efectivamente, sólo era un pequeño corte.

-Lolita, ¿de verdad crees que el departamento de policía está manejado por tu familia? -Clara le lanzó la gasa a Lolita, - ¿O crees que tu familia es lo suficientemente rica como para mandar a Alejandra a la cárcel por contactos sociales? -

Lolita vio que su truco había sido desmontado, así que dejó de fingir, - ¿Y qué si lo es? Alejandra Guzmán no es más que una hormiga a mis ojos, podría haberla matado a voluntad. -

El tono de Lolita era tan arrogante que Lydia levantó la mano para abofetearla. Clara se apresuró a detenerla, -Lydia, no seas impulsiva. -

-Pero ...- Lydia estaba realmente furiosa.

Clara se rio, -Lydia, el perro te ha mordido, ¿vas a morder tú también al perro? -

-Clara, ¿a quién llamas perro? -

Lydia cayó en la cuenta e inmediatamente disparó, -Quien lo admite es un perro. -

Dijo, y le hizo una mueca a Lolita, que temblaba de rabia, y volvió los ojos de par en par, mirando fijamente a Lydia con una mirada mortal.

-Lolita, sé que a los Guzmánes les tendiste una trampa y te tomaste muchas medidas por un tal Gregorio. -

Clara se rio suavemente y entrecerró los ojos, con un tono frío, -Ahora tienes la osadía de ponerte contra Alejandra. Sólo eres un amante y eres tan engreída, ¿crees que Alejandra es fácil de intimidar? -

-Si te atreves a intimidar a Alejandra y la ayudaré a vengarse. - Lydia intervino.

Alejandra miró a sus dos mejores amigos que luchaban por ella, con lágrimas en los ojos.

Por suerte se contuvo y se aseguró de no llorar cuando Clara le dijo que nunca debía llorar delante de la pareja de perros.

Alejandra respiró profundamente y sacó una memoria USB de su bolso, -Lolita, mis padres fueron inculpados y he encontrado las pruebas para ellos. Si le doy este pincho a la policía, serán liberados. -

Un destello de pánico cruzó los ojos de Lolita, pero rápidamente volvió a la normalidad. Ella se burló, - ¿No eres ingenua al tratar de limpiar el nombre de tus padres sólo con un pincho? -

-La policía tiene la última palabra sobre si soy ingenua o no. -

Alejandra se acercó a ella lentamente, con la mirada firme, -Lolita, no creas que no se van a saber las cosas malas que hicieron tú y Gregorio. -

-¿Qué sabes? - Lolita la miró fijamente, y se asustó un poco al verla con aire de confianza.

Alejandra Guzmán se rio, -Lo que yo sé no tiene nada que ver contigo. Lolita, me vengaré, como mis padres fueron a la cárcel, y tú y Gregorio acabarán igual. -

Con eso, se volvió, -Clara, Lydia, vamos. -

-¿Eso es todo? - Lydia no parecía muy contenta con el tratamiento de Alejandra, sintiendo que era demasiado generoso para la perra.

-Lydia, a veces la tortura psicológica es más dolorosa que la física. -

Clara miró a Lolita, que estaba claramente empezando a sentirse nerviosa, y una sonrisa significativa levantó la comisura de sus labios.

-Si es así, no habrán hecho un recorrido para nada. -

Lydia señaló a Aquiles Díaz y Guillen Colón, que habían pensado que se les necesitaría para ayudar, pero que sabían que habían sido llamados como espectadores.

- ¿Cómo pueden venir por nada? -

Clara jaló a Alejandra y la empujó frente a Guillen Colón, -Guillen, es toda tuya. -

-Cuñada, yo ...-

Guillen Colón abrió la boca para negarse, pero Clara le lanzó una mirada, así que tuvo que cambiar sus palabras, -No te preocupes cuñada, la llevaré a casa sana y salva. -

-Eso es más bien. - Clara dio una sonrisa de satisfacción.

¿Por qué le parecía que su cuñada le trataba como a un chico? Guillen Colón enarcó una ceja con impotencia mientras sus ojos barrían inadvertidamente a Alejandra Guzmán.

En el momento en que sus ojos se encontraron, ambos se congelaron, y se apartaron rápidamente.

-Aquiles, te dejo a Lydia. -

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