El Amor De Antonio romance Capítulo 187

Al Clara y Alejandra llegar a la planta cero, el nuevo gerente se había ido.

-¿Has visto? ¡el gerente recién llegado es guapísimo!

-¡Es verdad! Pienso que mi corazón se derretirá por la sonrisa de él.

-Es cierto. ¿Por qué su sonrisa es tan atractiva?

Clara miró a Alejandra, escuchando las murmuraciones de las empleadas sobre Aquiles, y luego, sonrió forzadamente.

Si escucharan las palabras penetrantes de Aquiles, no pensarían que su sonrisa era atractiva.

Al regresar al departamento de medios, solo tras unos minutos, Telma Llosa se fue desde su oficina y aplaudió para atraer la atención de todos-todos, luego el nuevo gerente convocará la asamblea empresaria. Todos deben asistirla. No permito nadie esté ausente.

Clara levantó sus cejas. ¿Por qué Aquiles hizo estas cosas inútiles y superficiales? ¿Acaso pensó que las mujeres de la empresa no le chochearon como había pensado?

-Guillen, ¿Cómo está la esposa de nuestro hermano en la empresa?

Aquiles vino por primera vez a Grupo Santa, así que quiso tener más informaciones sobre la esposa de su hermano.

Guillen silenció un momento y respondió, -Está bien. Solo hay alguna habladuría desfavorable para ella.

-¿Qué habladuría?- Aquiles lo sorprendió mucho.

Guillen no supo cómo responderle en aquel entonces, solo dijo-Luego sabrás.

-Vale.-Aquiles miró y remiró la oficina, dijo desagradablemente-Guillen, esta oficina está demasiado simple y tosca. No corresponde a mi nobleza.

Guillen dijo descontentamente, -Señor Aquiles, si no te gusta tu despacho, decóralo con su propio dinero.

-Pues, olvida lo que he dicho.-En cuanto a pagar por sí mismo, Aquiles pensó que en realidad, este despacho no estaba tan mal.

Luego, pensó a las secretarias fuera de la oficina, arrugó el entrecejo, dijo de forma odiosa-Despide aquella secretaria.

-¿Elisa?

-No sé cómo se llama. Me refiero a la mujer con mucho maquillaje y perfume acre.

Mientras decía esto, pareció que oliera otra vez el perfume acre, y estornudó.

Al ver esto, Guillen rio espontáneamente, -Es Elisa, la enemiga de la esposa del hermano. Estoy buscando excusas para despedirle, ahora te me la das.-

-¿La enemiga de la esposa del hermano? Así que no es extraño que es tan fea.- Aquiles dijo de forma despreciativa.

Guillen rio, sin continuar este tema. Miró su reloj de pulsera y dijo, -Vámonos, la asamblea empresaria se empezará.

Batió el hombro de Aquiles, se levantó y salió.

Aquiles estregó su nariz, y luego se levantó lentamente, tomó la chaqueta de su traje que había puesto en el sofá, abrochó los botones y salió lentamente.

Clara y Alejandra se sentaron, tranquilamente, en la última fila de la sala de conferencia, alrededor de los comentarios del nuevo gerente. Los temas no eran más que la curiosidad de su identidad y la elogia sobre su rostro.

Guillen y Aquiles entraron en la sala de conferencia, uno tras otro. El bullicio de los empleados se paró.

Guillen miró alrededor de los empleados. Apareció una sonrisa discreta en su boca y dijo-la conferencia de hoy es para dar bienvenida a nuestro gerente, recién llegado. Pero, antes de nada, tengo que hablar algo.

Se paró un minuto y siguió diciendo-Si una empresa quiere ampliar y mejorar sus operaciones, la cohesión de todos los trabajadores es indispensable. Sé que algunos no solo carece la capacidad profesional, sino que también envidia los éxitos de sus colegas, e incluso les dan daños. En Grupo Santa, no acogemos a estas dichas personas.

Estas palabras produjeron un bullicio entre la muchedumbre.

En realidad, todos sabían a quién se refería, según lo que había dicho.

Elisa bajó su cabeza, recibió las miradas enemigas de su alrededor. Sus manos que habían puesto en sus piernas se apretaron.

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