El Amor De Antonio romance Capítulo 192

El dolor.

Es muy dolorosa.

En sus oídos sólo se escuchaban los gritos frenéticos de Cecilia, los rugidos de rabia de Guillén y los chillidos de Alejandra.

Clara se agarró el estómago y descendió lentamente contra el borde de la mesa, agachándose en el suelo.

El dolor, que se extiende lentamente a lo largo de su estómago, erosionando sus miembros, su cuerpo entero.

Su cuerpo no pudo contener los escalofríos, las lágrimas se agitaron, le dolía mucho, mucho.

-Clara,¿Dónde te has hecho daño?

Alejandra corrió hacia ella y se agachó a su lado, preguntó ansiosamente.

- Alejandra, me duele el estómago-

Clara levantó su rostro blanqueado y dijo de manera muy frágil.

En cuanto vio su espantoso rostro blanco, Alejandra se sobresaltó y se apresuró a gritar, -Guillén, Clara está dolida. -

-Clara, llamaré a ambulancia, no tendrás miedo. -

Sacó su teléfono con manos temblorosas y lo pulsó un rato antes de marcar.

Lloró y le contó la situación a la persona que atendió el teléfono y le instó una y otra vez a que acudiera rápidamente.

Después de colgar, rodeó los hombros de Clara con sus brazos y dejó que se apoyara en ellos, sujetando sus manos con fuerza en un intento de darle más fuerza para que se sostuviera.

...

Guillén nunca había pegado a una mujer, pero hoy ha hecho una excepción.

Al ver que su cuñada era acosada por Cecilia de esta manera, - ¿Cómo podía quedarse sin hacer nada? -

Tras apartar a Clara, no se molestó en comprobar cómo estaba su cuñada, sino que directamente abofeteó la cara de Cecilia, tirándola al suelo.

Mirando a Cecilia que estaba inmóvil en el suelo, se burló, -Cecilia, se supone que no deberías ser tan revoltosa. Si no hubieras tenido mala intención, tu hijo no habría faltado, y entonces no te habrían despedido de la empresa. Al final, tú tendrás la culpa de todo. -

Tras decir eso, se dio la vuelta y volvió a mirar el pálido rostro de Clara, con las cejas profundamente arrugadas.

Se apresuró a acercarse, se puso en cuclillas, sin importarle la herida de su espalda, y levantó a Clara.

Luego salió y Alejandra siguiéndole de cerca.

Cuando las secretarias y asistentes le vieron salir con alguien en brazos, se levantaron y lanzaron miradas curiosas.

-Carola, llama a la policía y que se lleven a la mujer de mi oficina. -

Guillén se pronunció en voz baja mientras avanzaba.

La secretaria respondió con un -Sí- y inmediatamente cogió el teléfono y llamó a la comisaría.

...

Clara fue llevada a la sala de operaciones.

Alejandra estaba sentada en el banco, mirando la luz quirúrgica encendida, con las manos apretadas frente a su pecho, con el corazón muy asustada e inquieto.

Pensó para sí misma que Clara era muy amable, que estaría bien.

Se lo dijo a sí misma en su corazón.

Todo va a salir bien.

Guillén terminó la llamada, se dio la vuelta y, al ver su cara de preocupación, se acercó y se sentó a su lado.

-Clara es una persona muy valiente y fuerte, estará bien-.

Dijo con voz suave.

Alejandra giró la cabeza para mirarle y sonrió débilmente, -Sí, Clara estará bien-.

Guillén le dedicó una sonrisa tranquilizadora antes de frotarle suavemente el pelo.

Unos pasos urgentes sonaron en el silencioso pasillo, y Guillén miró a su alrededor para ver a Aquiles y Lydia corriendo apresuradamente.

¿Qué demonios ha pasado? preguntó Lydia

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