El Amor De Antonio romance Capítulo 198

-No hace falta. -

Alejandra hacía una bola con toallas de papel y las tiró a la basura. Luego sacó unos cuantos más para envolver la herida.

-Mira. Ya está.- mostró su mano herida.

Clara se quedó sin palabras.

Al ver que la sangre volvía a empapar la toalla de papel, la cara de Clara se puso muy rígida y dijo en serio, -Alejandra, escúchame. Ve y deja que la enfermera te vende la herida.- La seriedad de su tono se mezclaba con una insistencia incuestionable.

-Yo...-

Alejandra estaba a punto de decir algo. Llamaron a la puerta y siguió una voz conocida.

-Clara. He venido a verte. ¿Puedo pasar?-

Era la voz de Guillen.

-Sí, pasa.- Clara levantó la voz al responder. Miró a Alejandra, pero vio sus ojos bajados y estaba tan tranquila que no se sabía lo que estaba pensando.

Los ojos de Clara se entrecerraron como si entendiera algo.

Guillen empujó la puerta y entró. Cuando sus ojos se dirigieron a la esbelta figura que estaba a su espalda, se quedó un poquito de estupefacto. Pero se recuperó rápidamente. Puso una sonrisa y preguntó a Clara, -Cuñada. ¿Mi hermano no ha venido a hacerte compañía?-

-Se acaba de ir.- Clara sonrió ligeramente. -Ha estado conmigo toda la tarde. Esta noche hay una cena de negocios. Puede que llegue un poco tarde.-

Guillen asintió y se acercó a sentarse junto a la cama. Su mirada se posó francamente en Alejandra al otro lado de la cama que tenía la cabeza inclinada, sonriendo dijo, -Subgerente Alejandra, ¿por qué no me dijo que iba a venir? Puedo llevarte conmigo de paso.-

Al oír de su boca el título tan cortés y distante como "Subgerente", ella frunció el ceño con el ánimo un poco complicado.

-No quería causarle molestia, señor Guillen.- Ella devolvió la misma respuesta fría y distante.

Guillen levantó las cejas y sonrió burlándose de sí mismo.

Clara les miró del uno al otro y creía con intuición que el ambiente entre ambos era extraño y que Alejandra le estaba llevando la contraria a Guillen.

Alejandra se percató de su mirada indagadora y se asustó, temiendo que notara algo. Por eso se levantó y se marchó apresuradamente. -Voy a la enfermería.-

Guillen miró su figura que se alejó apresuradamente. Una mirada complicada apareció en sus ojos.

¿Se estaba escondiendo de él ? Desde que entró por la puerta hasta ahora, ni siquiera lo miró. Esa sensación de indiferencia le hizo sentirse incómodo.

¿Era porque tenía una prometida? Si a ella le importaba tanto esto. De hecho, podría pedirle a Antonio que le ayudara a hablar con el abuelo. Tal vez el compromiso podría ser cancelado.

Pensando en ello, se sobresaltó en el fondo. Se dio cuenta de un problema muy serio.

¡A él se le ocurrió la idea de cancelar el compromiso!

Este absurdo pensamiento le asustó. Se apresuró a sacudir la cabeza y retiró su mirada. Inesperadamente, se encontró con un par de ojos astutos pero amables.

-Dime. ¿Qué pasa entre tú y Alejandra? -preguntó Clara.

“¡Dios mío! ¿De dónde había sacado ella la idea de que él y Alejandra tenían problemas?” pensaba Guillen.

Se sorprendió un poco. Pero dijo con calma, -¿Yo con ella? Nada.-

-¿De verdad?- Clara entrecerró los ojos con una señal de sospecha, -Se le cortó el dedo cuando Alejandra pelaba la manzana...-

-¿Es grave?-

No había terminado su frase cuando fue interrumpida por su ansiedad.

Al ver su mirada ansiosa y preocupada, Clara esbozó una sonrisa significativa. Y Guillen estaba muy avergonzado.

Sabía que no podía esconder sus sentimiento de Clara.

-Me gusta.- Guillen ya no ocultó su amor.

-Se nota.- Clara levantó las cejas, -Pero tengo mucha curiosidad. No parece que tengáis mucho contacto entre vosotros. ¿Cómo te has enamorado de ella? ¿Fue amor a primera vista?-

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