El Amor De Antonio romance Capítulo 207

Dentro de la sala solo se quedaron Francisco y Cecilia y de repente incluso el aire se convirtió tranquilo.

Cecilia le miró fijamente con enojo, luego se volvió y caminó hacia la cama, dándole la espalda.

Al verla así, bruscamente él sintió una sensación de impotencia que inmediatamente lo ahogó.

Al principio estaba con ella solo porque era más interesante y sexy que Clara quien era más conservadora y tenía ideas anticuadas e inflexible. Pero siendo un hombre, después de pasar tanto tiempo con la misma mujer, siempre tenía un pensamiento rebelde en sus adentros. Especialmente ahora perdió el interés por su cara y no tenía ninguna gana de quedarse con ella ni un segundo.

Por lo menos durante el tiempo de antes de recuperar su rostro, realmente no quería quedarse con ella.

No era porque no tenía emoción por ella sino que este sentimiento fue consumido paso a paso por su capricho.

Ya había perdido al bebé, pues no tenía más interés con ella.

Pensando en hasta esto, él dio un suspiro ligero pero todavía caminó hacia ella, puso una mano en su hombro gentilmente y dijo en voz baja -Cecilia, esta vez las burlas de toda la red para ti no eran malas. Por lo menos ya tienes un evento de actualidad, y esto para ti es... -

-¿Un evento de actualidad?- sus palabras no habían terminado pero lo interrumpió y se burló -Prefiero no tenerlo. ¿Sabes cómo me regañan en la red?-

Ella volvió la cabeza para mirarlo cuyos ojos eran llenos de infeliz -Creo que no lo sepas. Ahora tu corazón ya no está en mí, ¿para qué te importaría que los otros me regañen?

-Cecilia- Frunció las cejas y la llamó en voz baja, con un poco furia en su cara, -No puedes negarme por no ver lo que he hecho para ti.

Se mordió sus labios y lo miró con mucha ira, sin decir nada.

Suspiró levemente y siguió diciendo -Al suceder este evento, he llamado a alguien para comunicarse con los medios. Sin importar cuánto costara, voy a pedirles que retiraran el borrador.

-Entonces, no te enojes conmigo, ¿está bien?- La miró fijamente con una mirada tan suave como el agua.

Como lo amaba, su gentileza es una debilidad para ella, entonces la insatisfacción y el resentimiento se desvanecieron lentamente en sus ojos amables.

-Pues tienes que buscar una compañía para contratarme- dijo ella.

Una tenue luz en sus ojos pasó como un relámpago y Francisco sonrió suavemente -Bueno, de nuevo voy a buscar una compañía para ti.-

-Francisco- abrazó su cintura y dijo agraviadamente. -Ya he perdido al bebé y estoy bastante triste. Me siento especialmente mal por el estado de mi cara y las burlas de toda la red. Si me también rechazas con aversión, no tendré más motivo para sobrevivir.

Francisco frotó su cabello -No será así. Eres mi mujer. ¿Cómo puede sentir repugnancia contigo?

Su tono era muy simpático pero su expresión era tan indiferente, sin ninguna emoción.

...

La visita de Xinara fue algo esperado.

Pero la de Vasco ...eso fue completamente inesperado.

Al atardecer, el resplandor del sol poniente brillaba en la sala, formando un tenue halo en el suelo.

Clara se sentó apoyada en la cama, leyendo un libro en su mano con seriedad.

De pronto, sonó una llamada a la puerta.

Levantó la cabeza y miró hacia la puerta -Pasa.

Fue abierta la puerta y entró una figura pequeña.

Una persona con una gorra con visera, gafas de sol y una máscara que no hacían a los otros ver su apariencia.

Curvó sus labios -Xinara.

Llamó el nombre de la persona que entró sin ninguna duda.

-¿Cómo sabes que soy yo?- Xinara quitó su máscara y gafas y la miró con mucha sorpresa.

-Excepto las estrellas, ¿quién va a disfrazarse y caminar así por la calle? - Clara no podía dejar de reír.