Al día siguiente, Clara se despertó, desayunó y fue directamente al hospital donde se encontraba Adolfo.
Adolfo seguía en coma, los profesionales del País M dijeron que era mejor enviar a Adolfo al País M para que pudieran estudiar los posibles tratamientos que le podrían hacer.
Cuando Antonio le contó a Clara lo que habían dicho los profesionales del País M, Clara se quedó callada un buen rato antes de decir tranquilamente, -Si pueden prometer curar a mi padre no me importa enviarle al País M. De lo contrario, si solo quieren tener a mi padre como alguien para avanzar con sus investigaciones, entonces me niego. Preferiría que mi padre se quedara en este estado antes que sufriera más.-
No importaba cuánto odiaba a su padre en el pasado, el afecto familiar que le tenía no podía desaparecer tan fácilmente.
-Respeto tu decisión.- Antonio comprendía sus preocupaciones, así que no la persuadió.
Hoy fue al hospital para discutir con el médico de cabecera la decisión que le vendría mejor a Adolfo.
Cuando llegó al hospital, Clara se dio cuenta de que Ofelia también estaba allí, entonces se sintió afortunada de que no dejó que Antonio la acompañara.
-Qué raro verte aquí, pensé que algunas personas se habían olvidado de que tenían un marido.-
Cuando vio a Ofelia, Clara se puso en modo ataque, e incluso todas sus palabras estaban llenas de burla.
El rostro de Ofelia cambió al escuchar las palabras, y alzó la voz para defenderse, -Tu padre se ha puesto enfermo, pero la empresa todavía tiene muchos asuntos pendientes que lidiar. Si yo no me ocupo de eso, quién lo hará.-
-¡Ja!- Se burló Clara, -Espero que algunas personas no aprovechen la oportunidad para quedarse con el Grupo González.-
-Clara, ¿es esta tu actitud de hablar con tus mayores?-
Ofelia la miró con ira.
Clara le dirigió una mirada fría, dejó de discutir con ella y se dirigió directamente a la cama.
Adolfo seguía inconsciente en la cama mientras que el médico lo examinaba.
-Actualmente, las condiciones de salud del señor Adolfo está bastante bien en todos los aspectos, solo que su estado de coma persiste.- dijo el médico.
-Doctor, tenemos la intención de enviar a mi padre al País M, ¿qué te parece?- preguntó Clara.
-Esto...- reflexionó el médico por un momento, luego prosiguió, -Para el caso del señor Adolfo, nuestro hospital ha formado un grupo de expertos; no obstante, actualmente no tenemos ninguna solución eficaz. Si en el País M pueden curar al señor Adolfo, sin duda te recomendamos que lo envíes al País M.-
El doctor dijo eso con sinceridad.
Clara lo pensó con seriedad y finalmente tomó una decisión, -Entonces enviaré a mi padre al País M para que reciba tratamiento allí.-
Si eso era mejor para su padre, entonces había que hacerlo.
En ese momento, Ofelia se puso ansiosa cuando se enteró de que iban a enviar a Adolfo al País M para que lo trataran, -No puedes hacer eso, no estoy de acuerdo.-
Clara volvió la cabeza y la miró fríamente, -¿Crees que tienes derecho a no estar de acuerdo?-
Ofelia no escuchó sus palabras, solo dijo apresuradamente por su cuenta, -Tu padre ya es muy mayor para soportar un traslado a tan lejos. Es suficiente con tratarlo a ritmo lento aquí, no lo envíes al País M, porque ¿qué pasará si eso hace que se ponga más grave?-
En caso de que el tratamiento del País M consiguiera despertarle, ¿no se expondría todo lo que hicieron ella y Cecilia? Entonces ya no podrían conseguir el Grupo González de ninguna manera.
Ella no iba a permitir que eso sucediera.
Clara se burló, -¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? ¿Tienes miedo de que lo que hicisteis tú y Cecilia quede expuesto?-
El rostro de Ofelia cambió de repente, -¿Qué tonterías... estás diciendo?-
Le temblaba la voz, porque no sabía si Clara había dicho disparates o realmente sabía algo.
-Tú sabrás bien claro si estoy diciendo tonterías o no.- Clara le dirigió una mirada fría, luego se volvió hacia el médico y le dijo, -Buscaremos un momento adecuado, y luego trasladaremos a mi padre al País M.-
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