El Amor De Antonio romance Capítulo 220

El centro comercial de muebles era muy grande, tenía cuatro pisos por arriba y por abajo, con una superficie total de más de doscientos mil metros cuadrados; no obstante, Clara y las demás no esperaban poder encontrarse con gente tan odiosa en un lugar tan grande…

Era la pareja de descarados, Gregorio y Lolita.

Eso debería ser lo que decían de que siempre era posible encontrarse con alguien que menos querías ver.

-Oh, ¿no es esta Alejandra?-

Alejandra estaba ayudando a Lydia a elegir un escritorio, cuando de repente una voz en tono peculiar vino de su costado.

Levantó la cabeza para mirar de dónde venía la voz, cuando vio a una pareja acercándose cogidos de los brazos, su mirada de repente se volvió gélida.

Lolita se paró a su frente, se puso de brazos cruzados, alzó levemente la barbilla y se ordenó su cabello con las manos. No podía ocultar su expresión arrogante para decir, -Gregorio y yo nos vamos a casar pronto, y estamos decorando la casa últimamente. Ay, de verdad es muy cansado hacer eso. Encima Gregorio dijo que tenía que escoger los muebles personalmente, eso casi me deja exhausta.-

A primera vista, las personas que no conocían las circunstancias dirían que se estaba quejando con una amiga, pero en realidad estaba presumiendo delante de Alejandra.

Después de escuchar eso, Alejandra se burló, -Si tan cansada te sientes, no te cases.-

-¿Cómo podría hacer eso? Gregorio y yo estamos muy enamorados, ¿cómo podríamos no casarnos?-

Lolita se acercó y tomó del brazo de Gregorio que estaba en silencio, apoyó la cabeza en su hombro cariñosamente y le preguntó en voz baja, -Gregorio, dime, ¿me quieres o no?-

-Te quiero.- respondió Gregorio sin dudarlo, pero su mirada se clavó en Alejandra.

Hacía tiempo que no la había visto, se había vuelto más bella con ese tipo de belleza femenina propia de las mujeres.

Alejandra no estaba interesada en verlos mostrar su afecto, así que se dio la vuelta y quiso ir a buscar a Clara y Lydia.

Pero dado que se había encontrado con ella, Lolita no iba a perder la oportunidad de burlarse de ella.

Entonces, Lolita dio un paso adelante y la agarró de la mano, -Alejandra, no nos hemos visto en mucho tiempo, ¿no deberíamos hablar un poco sobre el pasado?-

¡¿Hablar un poco sobre el pasado?! Quería hablar con ella del pasado. Esa era probablemente la broma del año, ¿no?

Alejandra no pudo evitar reírse, volviendo la cabeza con sus hermosos ojos llenos de burla, dijo palabra a palabra, -Lolita, no nos conocemos mucho, no hay nada del pasado que hablar.-

Dicho eso, apartó la mano de Lolita con fuerza y estaba ansiosa por irse lejos de la pareja descarada, pero lo que pasó a continuación la dejó atónita.

Ella apartó la mano de Lolita, pero no sabía si era ella quien realmente le apartó con demasiada fuerza, o Lolita lo hizo a propósito para molestarla, porque solo la veía exclamar “Ah” y cayó al suelo.

-Gregorio...- Lolita cayó al suelo y gritó llorando.

-Lolita...- Gregorio dio un paso adelante y se acuclilló a su lado angustiado, preguntando con preocupación, -Lolita, ¿dónde te duele?-

-El culo, me duele mucho el culo.- Lolita de verdad estaba tan dolorida que lloró.

Originalmente quería incriminar a Alejandra fingiendo caerse, pero no esperaba que se cayera de verdad, y ahora realmente se había dado fuerte en el culo.

Gregorio sabía muy bien lo que trataba de hacer, por lo que al principio pensó que había fingido la caída, pero ahora que estaba llorando de verdad, se dio cuenta de que realmente se cayó.

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