El Amor De Antonio romance Capítulo 243

En el palco de decoración elegante, hubo una mesa grande y redonda, una zona de estar a cada lado y un televisor LCD, que en ese momento emitía la serie de televisión de moda, colgado en la pared de elegante empapelada.

La mesa de centro estaba decorada con varias frutas y delicados aperitivos, así como con té.

Sentada en el sofá, Clara alargó la mano para coger un trozo de tarta de canela cristalina, mordiéndolo y al instante el aroma del osmanthus llenó todas sus fosas nasales.

-Alejandra, Lydia, esto está muy delicioso, ¿queréis... comer un trozo?- Clara giró la cabeza con una expresión repentinamente aturdida.

¿Qué estaba pasando?

Tanto Alejandra como Lydia estaban llorando con los sollozos subidos y bajados, pareciendo especialmente tristes y alterados.

Clara se apresuró a dejar el pastelito que tenía en la mano, se limpió la boca y preguntó con ansiedad, -¿Qué os pasa a las dos?-

Lydia giró la cabeza para mirarla con los ojos llorosos y señaló el televisor, -El drama es demasiado conmovedor que no puedo llorar.-

Al mirar hacia la dirección que ella señalaba, vi que en la pantalla del televisor aparecían un hombre y una mujer discutiendo, la cual trató de correr de un lado a otro de la carretera en un arrebato de ira, lo que se produjo una tragedia.

Junto con el grito del hombre, la mujer fue atropellada por un coche con todo el cuerpo volado hacia arriba y caído pesadamente en el suelo como una muñeca rota, al mismo tiempo, la sangre se extendió lentamente por debajo de su cuerpo.

Al ver tal imagen, Clara se estremeció de pánico y se ocupó de decir, -Ve menos estos dramas ridículas, serás una tonta.-

Tanto Lydia como Alejandra estaban sin palabras.

De hecho, entre las tres, al que más le gustaba ver tales dramas era a Clara. Sin embargo, ahora sorprendentemente les dijo a las dos que vieran menos por la razón que serían tontas.

-Clara, Lydia se secó las lágrimas y miró a Clara con seriedad, -Has visto tantas dramas ridículas, pues, ¿has sido una tonta?-

-Yo... - se atragantó Clara, incapaz de decir nada.

-Lydia, ¿crees que Clara se ve una tonta?- Alejandra también preguntó con una mirada muy seria.

-Esta pregunta... - Lydia miró a Claracon la mano ahuecándole la barbilla y respondió seriamente, -Ya que ella dijo que ver esta demasiado causará una tonta, en que se ha convertido por haber visto tanto, por lo que nos advierte ahora.-

Clara las miró, riéndose y luego dijo, -Ya, solo preferís burlar de mí, vayais a ver la drama.-

Lydia y Alejandra se miraron y rieron ligeramente.

-¿Estás enfadada?- Lydia dio un codazo a Clara.

Clara le dirigió una mirada de soslayo y respondió, -¿Soy una persona no magnánima?-

Lydia rio y no siguió hablando en este tema sino giró la cabeza para mirar a los tres hombres que seguían bebiendo y preguntó, -¿A qué hora crees que terminarían de beber?-

En ese momento, Clara y Alejandra giraron la cabeza para mirarlos.

-En realidad, no han bebido mucho.- Clara dijo, -Todos estaban hablando de cosas de trabajo.-

Al decir esto, Lydia se mostró insatisfecha, -¿Cómo se ha convertido en una bolsa de trabajo para los tres? Estamos aquí para celebrar por ti, ¿no?-

Clara sonrió y dijo despreocupadamente, -Solo acabo de ser la presidente de el Grupo González, ¿qué hay que celebrar?-

De hecho, todavía era una cosa que le causaba dolor de cabeza.

-Por supuesto que merece la pena celebrarlo. Piénsalo, has ganado hoy, al contrario, Cecilia, esa hija de puta ha perdido, lo que esta vez le has dado una lección, la cual ha robado el prometido e incluso su fortuna familiar, ¡es simplemente descarada e insaciable!-

Las palabras de Lydia estaban llenas de desprecio hacia Cecilia. Al recordar que la idea de ambición de Cecilia se cayera en vano la hizo especialmente aliviada.

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